Personalidades tan acusadas como Manuela Carmena, Iñigo Errejón, Ada Colau y el recién aterrizado Manuel Valls, apuestan por sí mismos. Nada de marcas electorales de partidos. Están demasiado dañados. La gestión diaria y los avatares políticos no son propicios y juegan en contra de las formaciones tradicionales
Fenómeno sociológico y demoscópico. La explicación no es fácil. En la política tradicional, los partidos y sus aparatos o nomenclaturas eligen a sus candidatos. Pero los nuevos tiempos transversales en los que la sociología mediática tiene su peso, se evalúan otras mediciones y factores de análisis. Se descuenta que el ciudadano está cansado, aburrido y quemado con los dirigentes que han votado tradicionalmente, y buscan líderes independientes y con personalidad. Sin embargo se corre el riesgo por parte de estos nuevos protagonistas, en apariencia autónomos, de que su mensaje no sea entendido. Es cierto que en el caso de los Ayuntamientos, el ciudadano vota en clave personal. Esta administración la percibe como cercana porque le resuelve asuntos cotidianos y en muchos casos, sobre todo en localidades pequeñas prima más el voto del que te soluciona los problemas, que el partido al que pertenezcas. Pero en los casos que nos ocupan, la influencia a veces negativa de las distintas marcas políticas por cuestiones internas o externas, son las que decantan su decisión de liderar corrientes, coaliciones o agrupaciones de electores.
Madrid y Barcelona. El caso de la alcaldesa Manuela Carmena, es sintomático. En las anteriores elecciones Pablo Iglesias le propuso encabezar la candidatura de Podemos. Transcurridos tres años de gestión, Carmena se independiza. En numerosas ocasiones ha tenido que dar la cara por concejales que ella no eligió. Ahora quiere hacer su equipo. Por el contrario en la Comunidad de Madrid, Iñigo Errejón, una vez nominado candidato de Podemos quiere ir por libre, liderando una agrupación independiente, dice que para concitar más apoyos de la izquierda. En este caso subyace la rebeldía sobre el aparato de Podemos del que ya no forma parte. En Barcelona, Ada Colau, se ha quedado con el espacio de los podemitas y pretende concitar distintas sensibilidades. Para contrarrestarla aparece Manuel Valls, que quiere sumar todos los apoyos constitucionalistas posibles. Parecía el mirlo blanco de Ciudadanos, pero al final se los ha merendado. Aunará nacionalistas moderados, socialistas, -su entorno perteneció en su día al núcleo duro de Pascual Maragall-, independientes e incluso a los exiguos populares.
El CIS hace camino. Y mientras los candidatos pretendidamente autónomos siguen su intuición, el CIS que dirige el inefable José Félix Tezanos ha hecho de las suyas esta semana. Hasta los propios han reconocido que ha habido “demasiada cocina” en los datos de intención de voto a favor del PSOE. El momento era propicio, mejor aún oportuno, al menos para el Gobierno de Pedro Sánchez. Arreciaba tormenta importante con el escándalo de la tesis presidencial, la dimisión de la Ministra Carmen Montón, por no hablar de las últimas novedades de la Ministra de Justicia, Dolores Delgado. Las cuentas de Tezanos parecen cuando menos forzadas. Se trata de un sondeo que no contempla todos estos avatares, tan importantes que seguro hubieran mostrado otra foto muy distinta. No sé cómo se las va a arreglar en la próxima encuesta con tanta escandalera que no va a poder obviar. No extraña que las Carmena y Colau, y los Errejón y Valls quieran ir por libre. El voto en apariencia parece disperso y aleatorio según los acontecimientos. ¿No será demasiado gasto para las arcas del país este estipendio mensual para hacer una foto que al mes siguiente apenas valdrá?
Y mientras Tezanos cual mastercheff intentaba cocinar con supuesta astucia la situación, resulta que las cloacas del Estado arrasaban como un tsunami. Personajes como el encarcelado ex comisario Villarejo los ha habido siempre. Que nadie se llame a engaño. Villarejo existe desde hace mucho tiempo y muchos responsables políticos lo han utilizado con distintos encargos. El problema es que el individuo en cuestión, el delincuente, quiere cobrarse la cuenta. Ha trabajado siempre traspasando supuestamente el límite de la legalidad y con sus chantajes al Estado y a políticos quiere salir de prisión. Cuando delinques no tienes opción y por muchas amenazas que quieras argüir te han pillado y ya no hay quien te salve. El caso es que en muchas ocasiones quienes jugaron con él ahora se ven atrapados y la política es traicionera y se cobra la factura correspondiente. ¿Alguien no se reunió con Villarejo? Más de uno sigue repasando su agenda por si acaso.
Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno sobre Villarejo y sus amenazas: “No nos va a marcar la agenda un corrupto. No acepto chantajes de nadie” ¡Posición comprometida. De acuerdo, que nadie vence al Estado, pero la debilidad del Gobierno es notoria!
Pablo Iglesias, Secretario General Podemos: “Hay que alejar de la política a quien se relacione con las cloacas” ¡Esfuerzo de eufemismo para no pronunciar la palabra dimisión!
Carmen Calvo, Vicepresidenta del Gobierno sobre la Ministra Delgado: “Se va a defender ella estupendamente” ¡Un clásico, apoyo tibio!
John de Zulueta, Presidente del Círculo de empresarios: “Sánchez debería tirar la toalla y convocar elecciones ya. Los empresarios estamos francamente preocupados” ¡La presión del dinero y la precariedad del Gobierno y alguna que otra decisión o rectificación inoportuna!
Bart Schols, periodista belga del canal de la televisión pública flamenca VRT NU a Puigdemont: “Si quiere ganar algo de dignidad, creo que debería volver y encerrarse en la cárcel, no puedo entender por qué está aquí en el estudio y no con sus amigos en Cataluña” ¡Pues en el exterior ya le han calado!
Carles Puigdemont sobre su fuga en la misma entrevista: “No creo en los mártires” ¡¿Qué pensará Oriol Junqueras?!
José Rodríguez de la Borbolla, ex Presidente de la Junta de Andalucía e histórico socialista: “Ni presos políticos, ni políticos presos, solo son delincuentes” ¡La experiencia es un grado!
Manuel Valls, candidato a la Alcaldía de Barcelona: “Quiero proponer un nuevo renacimiento” ¡Días de mucho, vísperas de nada. El que mucho abarca poco aprieta!
Isabel Celaá, Ministra de Educación y Portavoz del Gobierno: “La equidad en la educación consiste en dar a cada uno lo suyo como decía Aristóteles” ¡La frase no es del filósofo griego Aristóteles, es del pensador y jurista romano Ulpiano. Ministra de Educación y Portavoz del Gobierno…sin comentarios. Ya sé que el que tiene boca se equivoca, pero…!