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Vacaciones imaginarias

Cuando la realidad estival no es suficiente: 27 ficciones para veranear a gusto

17/07/2023 - 

VALÈNCIA.  Calor, asfixia, sudor, bochorno, sofoco, calima. Termómetros al borde del colapso, calles infernales e innumerables plegarias no atendidas que ruegan por una humilde brisilla, por unos minutos de descanso de esta canícula insoportable. El dios verano nos marca el paso con su cadencia abrasadora y, al mismo tiempo, se nos presenta como portal para la oportunidad, para lo extraordinario e insospechado, para entregarse a cultivar el placer.

Un portal en el que hechos y deseos se entremezclan sin pudor. En el que materialidad y ensoñación comparten fronteras porosas. Porque, ¿qué clase de seres insípidos seríamos si nos conformáramos con esa cartografía pautada llamada realidad? En Culturplaza apostamos por abrir las compuertas de la imaginación y derrochar caudales de asombro y fantasía. Por ello, como ya va siendo tradición en esta santa casa, hemos consultado a unos cuantos profesionales de la cultura por aquellos escenarios de ficción en los que les gustaría habitar durante la temporada estival. De su mano recorremos las calles de Viena, Benidorm o Alaska y nos dejamos caer por Deià o la inventada Misent. Los viajes propuestos no son solo geográficos, sino también cronológicos: nuestro itinerario incluye paradas en el Brooklyn de los años 80 y en el Japón Feudal. ¡Y un buen puñado de canciones que riman con el salitre, las horas lentas y la ligereza propia de la estación! Seamos realistas, pidamos lo imposible.

Elsa Moreno, poeta y creadora escénica

“Me gustaría vivir unos días con Cristina Peri Rossi y Julio Cortázar en Deià, Mallorca. Cristina narra este episodio en Julio Cortázar y Cris (Cálamo), unas memorias donde desvela su relación con el escritor argentino. Yo también siento un amor profundo hacia estos autores, claramente fruto de la idealización. Me refiero a esta conexión que una tiene con un artista al que sabe que conocerá, pero ha forjado un vínculo emocional unilateral con esta persona y lo que le rodea. En uno de los capítulos, la poeta habla de esa estancia en Deià, en casa de unos amigos. Cuenta que Julio y ella, aunque disfrutaban de ver el mar, preferían quedarse en la distancia, sentados en un chiringuito, a la sombra, mientras los demás gozaban en la arena. Yo aún me quedaría un poco más apartada para contemplarlos a ellos dos.

También quisiera pasar este periodo en la masía de Call me by your name, de Luca Guadagnino. Estar en un pueblo italiano, ser un adolescente que pasa las horas leyendo mientras vive un romance y la tensión sexual ocupa todos sus movimientos. La película tendrá muchas cosas cuestionables (y el cliché de la diferencia de edad entre amantes homosexuales) pero soy una romántica y una nostálgica.

Otro lugar donde me quedaría es en el álbum Cena, de Roy Borland. Lo descubrí de casualidad el verano pasado. Cinco canciones con un poder para evocar esa mesa, la intimidad y el encuentro, los tonos amarillos y anaranjados del estío, una brisita y un fondo de satisfacción, amor y gratitud hacia la vida. Es la ternura, la paz y esa felicidad calmada que merezco”.

Marta Rojo, periodista

“Lo importante de esta estación es la actitud, por eso conviene tener a mano la Biblia del descanso: Cómo no hacer nada. Resistirse a la economía de la atención, de Jenny Odell (Ariel). Dice la autora que no hacer nada no es tirarse en el sofá y ver Netflix, sino reducir el ruido mental, cerrar los ojos a los estímulos, desterrar la culpa y los ritmos de la productividad. Dejar de convertir nuestros domingos en un turno laboral.

Otra cosa está clara: los estíos aquí tienen más de Crematorio, de Rafael Chirbes (Anagrama), que de cualquier otra pieza. Como en la Misent fabulada que describe, el autor veía desde su casa en la montaña de Beniarbeig las nuevas construcciones: chalets, apartamentos y piscinas en lo que antes era campo. Pero en Rubén Bertomeu, el constructor que protagoniza la novela que han llamado ‘el libro que mejor explica la burbuja inmobiliaria’, hay más que un capitalista despiadado. También están las contradicciones que Chribes conocía bien: las de quien se opone a la proliferación de chalets en el campo desde su propio chalet en el campo.

Y el verano es Benidorm: como mito, investigación sociológica o flipada urbanística. Para ir más allá del cliché es maravilloso Ensayo y error. Benidorm (Barrett). Desde el urbanismo, la escritura de Marta Sanz, el periodismo y la fotografía, muchas voces hablan de su Benidorm, y es un alivio el tono de alucine respetuoso de los textos. Al hilo de Benidorm, dos películas: en Sueñan los androides, un detective recorre una Benidorm postapocalíptica en 2052 y en Sóc vertical però m’agradaria ser horitzontal, Sylvia Plath y Belén Esteban se hacen amigas tras encontrarse en la playa”.

'Sóc vertical però m’agradaria ser horitzontal'

Saray Cerro, còmica i guionista

“Idealitze tant l'estiu que triar una sola obra on m'agradaria passar-lo em sembla quasi impossible. L'única manera de poder triar només una seria, segurament, que m'estigueren apuntant amb una pistola.

El cas és que, si m'apuntaren amb una pistola, seleccionaria un dels meus discos favorits: Sadnecessary, del duo alemany Milky Chance. Em vaig enamorar d'ell en l'estiu de 2013. No sé si és perquè ho vaig escoltar eixe estiu per primera vegada o perquè les seues cançons d'alguna manera tenen a veure amb ell i semblen evocar als amors, paisatges i records d’eixa època. Els seus ritmes, que mesclen folk, reggae, rock i pop em fan connectar directament amb la meua estació favorita i imaginar com passege per una vall plena de flors camí a un riu, em banye sota una cascada o li faig el primer bes tímid al meu amic del campament. Aquest disc és la pau, l'assossec i l'esperança dels dies llargs, la sal en la pell i en definitiva, de l'estiu que m'agradaria viure: El que no s'acaba mai. Perquè el disc sempre torna a començar.

'Before Sunrise'

Suposem que li he caigut bé al meu franctirador i em permet triar també una pel·lícula. Serà Before Sunrise, de Richard Linklater. La primera de la famosa trilogia romàntica en la qual els protagonistes, dos joves desconeguts, es troben en un tren per Europa i acaben a Viena, on passen la nit caminant pels carrers de la capital austríaca i es coneixen entre llargues converses, d'eixes que sorgeixen en les eternes nits d'estiu on tot pot passar. També afegiria Primos, de Daniel Sánchez Arévalo. Festes locals, cosins mig idiotes però ‘bonachones’, fira i música en la Plaça Major del poble? Signe ja”.

Eva Monzón, escritora

Si pudiera pasar las vacaciones dentro de una ficción, que fuese real lo que tantas veces imaginé real, sería difícil elegir dónde tras haber estado en todos y cada uno de los libros leídos o películas vistas. Implicaría no ir como siempre fui, siendo personaje, sino yo: mis vacaciones en sus mundos, disfrutándolos sin romperlos, sin quedar atrapada entre las páginas. Pasearía por el patio de butacas, entre los espectadores, exigiendo que un escritor me dé sentido, consiga meterme en una obra, en la vida, ser personaje en busca de autor: vacaciones de mí misma.

O tomaría prestada La máquina del tiempo de H.G. Wells para ir más allá de ese mundo cruel de los Morlocks, y viajar a todas partes; visitar el Londres de Jack el Destripador, el Egipto de las pirámides, la Grecia de Homero, la Bagdad de Las mil y una nochesla Venecia de Mann.

Y el último día de vacaciones lo prolongaría en Macondo, observando cómo transcurren Cien años de soledad.

Esther, cantant

“Ara mateix estic trobant molt a faltar la calma que m'aporta ma casa, que és el meu poble, la mar, les nits d'estiu passejant amb un gelat a la mà, les llums de verbena il·luminant el passeig, les tardes amb la família i la guitarra, les festes, les amigues... I la cançó Vinc d'un poble, de Judit Neddermann, em trasllada al moment a la meua localitat, a Vinaròs. Unes vacances de postal que durant molts anys han estat rutina i ara que no estic allà, semblen completament llunyanes i ideals.

El ritme frenètic de la ciutat, la feina, l'inici de la vida adulta, dur a terme un projecte emergent, han suposat un punt i a part en la meua vida, i les vacances s'han convertit en moments breus en mig de la voràgine de la rutina diària. És per això que res és més idíl·lic ara mateix que un d'aquells estius com quan era adolescent i no hi havia més preocupació que estendre cada dia el banyador per tal que estigués sec per a l'endemà. Un estiu en aquell poble que m'ha vist créixer, que és un poble vora al mar”.

Pau Martínez, director y guionista

“Una cinta que me marcó de joven es Do the right thing (1989), de Spike Lee. Me gustaría haber vivido un verano así en el Brooklyn de los años 80, antes de que la gentrificación cambiara por completo el barrio. Algo que, curiosamente, ya se apunta en la peli con esa secuencia del blanquito con la bici y la camiseta de Larry Bird. Una gentrificación que ya es un problema universal, como podemos ver en València.

No me habría importado experimentar en mi adolescencia una historia de descubrimiento y de amistad/amor como la de los protagonistas de We are who we are (2020), de Luca Guadagnino. La serie no transcurre íntegramente durante la temporada estival, pero sí lo hace una parte importante de su metraje. Me dejó un poso tremendo. 

Respecto a la música, me metería dentro del único disco de Family, Un soplo en el corazón. De hecho, ha habido épocas en que he tenido la sensación de haberlo hecho. No es sólo porque haya canciones que evoquen directamente a esta estación, todo el disco tiene ese ambiente de nostalgia de un estío que ya no volverá. 

Por último, me encantaría habitar en El calor del verano, del grupo valenciano Los Huracanes. Los descubrí gracias a mi amigo César Campoy y el combo que integra, Los 5 ibéricos. Resume perfectamente los amores de verano y no se me ocurre un periodo mejor donde existir”.

Santiago Álvarez, escritor, gestor cultural y uno de los responsables del festival Valencia Negra

“La serie de televisión estival sería, sin duda, la que para mí es la mejor serie de la historia: Doctor en Alaska. Cada capítulo es una lección de vida, aprendes algo de ti y de los demás. Aunque es de los 90, anticipa muchas cuestiones de la actualidad. El único verano de mi vida que pasé completo en Murcia, porque tenía que estudiar, tenía una cita religiosa: en ONO daban por las noches un episodio de Doctor en Alaska y esperaba todo el día ese momento; fue una temporada maravillosa gracias a ello. Siempre que he estado en horas bajas o me he planteado cosas, he vuelto a ella. No te da respuestas, sino que te abre las puertas y las ventanas de tu alma.

'Doctor en Alaska'

Y más que un film, lo que recomiendo para perderse en el estío es una forma de ver películas muy propia de esta estación: las proyecciones al aire libre. Si uno está en un pueblecito de la costa, seguro que tiene algún cine de verano, si vives en Valencia hay varias terrazas. Tengo recuerdos maravillosos del Mar Menor en una urbanización con cine de verano y ese era el evento de cada día. Hay algo especial en ver el cine así, por un lado, te retrotrae a cuando eras un chaval y, por otro, tiene ese asunto del ‘cine de palomitas’ que es tan veraniego y relajante. Por ejemplo, vi hace poco la nueva de Indiana Jones y me gustó mucho porque es vivir aventuras y volver a perderse en quien eras antes. Así que Indiana Jones en un cine a la fresca me parece una combinación espectacular”.

Podcast deparkineo

Carmen Alonso

L’estiu és intensitat, emoció, festa. És eixa època agitada de la vida on no volem deixar escapar cap pla al costat de les persones del nostre voltant. Però també és eixe moment en què aprofitem per a buscar la calma que tanta falta ens fa, en què ens donem el gust de cuidar-nos, d'escoltar-nos i de dedicar-nos temps a nosaltres mateixes. És eixe espai de tranquil·litat i confort que em dona Belén Aguilera. Els ritmes, les melodies i, sobretot, les lletres de l'àlbum METANOIA em fan connectar en mi mateixa, i em recorden que tan important és prioritzar a la resta com prioritzar-me a mi mateixa”.

Maria Devesa

“Si eres de les que necessita mantindre ocupat el temps, però no vols caure sempre en sèries i realities superficials, aquest estiu pots mirar Yo Nunca (Netflix). Drames adolescents que, quasi sense voler, et faran reflexionar sobre la família, les amistats, la salut mental i fins i tot els estereotips que arrosseguem des de l'institut. Molt recomanable per a les que fa poc que la vida va deixar de regir-se pels cursos escolars i troben a faltar les preocupacions d'abans d'entrar en la roda del capitalisme”.

'Yo Nunca'

Marta Meneu

“Un llibre fresc, curt, portàtil i amb el qual dir ‘soyyolit’: Fusta i resina, d'Ofèlia Carbonell (Brunzits). Estiu és, per a molts (sobretot joves i estudiants) com el Cap d'Any. Acaba un any i comença un altre. En aquesta època és normal els nervis i la incertesa de no saber què serà de nosaltres després d'agost. És justament el que li passa a la protagonista d'aquest llibre, que, al seu torn, redescobreix la gran ciutat on viu precàriament per fer-la seua”.

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