VALÈNCIA (EP). Cuatro de cada cinco transportistas de la Comunitat Valenciana creen que se producirá un "descenso significativo del número de empresas" del sector debido a una "tormenta perfecta" de subida de precios, bajadas de tarifas y competencia desleal.
Así lo refleja una encuesta realizada por la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) entre sus asociados, que han presentado este miércoles el presidente de FVET, Carlos Prades; el vicepresidente de la patronal del transporte, Juan Ortega, y su secretario general, Carlos García.
Prades ha advertido que el sector vive un contexto de "tormenta perfecta": el incremento de costes que "no ha parado" y los "bajos precios de las tarifas" han derivado en que empresas del sector desarrollen "prácticas más agresivas para la captación de tráficos en el sector", que incluyen "ilegalidades", con lo que "encontrar rentabilidad es algo casi imposible de conseguir". A ello se añade una falta de conductores y de infraestructuras adecuadas.
Los efectos de esta coyuntura se han traducido en "una reducción de entre el 10 y 10% de las flotas", porque hay empresas que "han tenido que reajustar sus estructuras". "El siguiente paso será llegar a la finalización de la actividad", ha avisado Prades.
El 43% de los encuestados otorgan a la situación del sector una calificación de 'suficiente' y el 38% le da un insuficiente, ocho puntos porcentuales más de suspensos que el año pasado. "El resultado de la fotografía es preocupante, sitúa en un escenario de riesgo a las empresas", ha comentado García.
La encuesta muestra que la competencia desleal preocupa al 50 por ciento de los asociados de la federación, cuando el año pasado este porcentaje era del 30%. Los responsables de FVET se han referido a prácticas como la falta de documentación y seguros al corriente, tener a trabajadores por debajo de las condiciones que marcan el convenio o trabajar por debajo de costes.
El 79,1% de las empresas transportistas manifiesta que sus beneficios han bajado en el primer semestre del año, según la encuesta.
La bajada de tarifas afecta a la viabilidad de más del 68% de las empresas, han advertido los responsables de FVET. Según la encuesta, el 51% de los transportistas apunta a que su actividad ha caído en el primer semestre del año.
Otra de las mayores preocupaciones para los empresarios es el precio del combustible, que supone cerca del 30% de los costes directos. Ortega ha detallado que, a pesar de las bajadas y bonificaciones, el precio se sitúa aún un 20% por encima del que había en prepandemia, hasta 1,42 euros por litro en mayo.
El sector ve con "alivio" la prórroga de la bonificación del precio de combustible hasta al menos final de año y han pedido que se consolide la cláusula de revisión del precio en las relaciones con los clientes.
Asimismo, también han aumentado otros costes como el de adquisición de vehículos. Los camiones han pasado a costar un 30% mñas que hace un año, de los 88.000 euros a los 110.000 euros por unidad. Ortega ha advertido que, además, los vehículos eléctricos anotan "precios inalcanzables" para las empresas, que no podrán acceder a ellos "si no hay ayudas".
Otro de los temas que más preocupación genera es la falta de conductores (48,7% de los encuestados), que la federación cifra en 2.000 trabajadores en la Comunitat Valenciana, y la de relevo generacional. Si bien los representantes de FVET han señalado que este no es uno de los problemas más acuciantes del sector, prevén que lo sea "para toda la sociedad" en la próxima década, ya que el 80% de los conductores en activo tiene entre 50 y 60 años.
Se trata, según FVET, de un problema "solucionable", aunque los empresarios han asegurado que es tan sencillo como aumentar salarios, sino que "las condiciones del trabajo en muchos casos no son las mejores": "Esperar horas y horas", "que no te traten como te tienen que tratar" o la falta de estaciones de servicio e instalaciones para que los trabajadores puedan descansar y dormir. "No estamos haciendo la profesión atractiva", ha lamentado Ortega.
García y Prades han explicado que, cuando las empresas reducen sus flotas, no hay un trasvase de trabajadores a otras del sector sino que buscan una alternativa laboral fuera del transporte. La mayor carencia, han explicado, se produce en el transporte internacional. Frente a todo ello, apuntan a una mejora en el grado de FP, habilitar más areas de descanso protegidas y promover el respeto a los conductores, entre otras medidas.
La elevada fiscalidad preocupa al 27% de los encuestados, mientras que la morosidad es un problema para el 24,3%, "a pesar de que el régimen sancionador del Gobierno está funcionando bastante bien". Además, el 23,5% apunta a una falta de infraestructuras. Los responsables de FVET se han referido en concreto a "colapsos" en la AP7, V30 o la entrada al Puerto de València.
En cuanto a las perspectivas de los empresarios del transporte para el segundo semestre del año, los dirigentes de FVET aprecian un "tono más optimista" y "esperanzador", ya que el 50% de los encuestados espera dar un aprobado a la situación general al cierre del año. Uno de cada tres cree que la calificará con un bien.
"El transporte valenciano confía en que haya cierta recuperación económica" y "confía en una estabilidad política" al final de los periodos electorales, que tenga una "connotación positiva" a final de año. Finalmente, FVET ha llamado a una estructuración y profesionalización del sector.