Cuatro de cada diez chequeos médicos descubren problemas en el corazón

VALÈNCIA. Si cada año o cada dos años llevamos nuestro coche al taller para comprobar que todo está bien y no nos va a fallar, ¿por qué no lo hacemos con nuestro cuerpo? En España somos remisos a hacernos chequeos médicos. «Si estoy bien, ¿para qué voy a hacérmelo?» O «No vaya a ser que me encuentren algo» son las dos expresiones más utilizadas para descartar la necesidad de hacerse un chequeo. «Y sí, se pueden encontrar cosas, pero muchas de ellas, aunque importantes, son solucionables y además los pacientes salen del chequeo con un plan de actuación. Y si no se ha detectado nada, salen con la tranquilidad de que están en un estado muy razonable de salud», apunta el Dr. Manuel Angoso, especialista por Georgetown University de Medicina Interna y Nefrología, es responsable de la Unidad de Chequeos del Hospital Vithas 9 de Octubre y de la Unidad de Nefrología del Hospital Vithas Virgen del Consuelo.

Y es que ese examen médico lo que permite es ver cómo está nuestra salud y comprobar si es necesario mejorar algunos hábitos de cara al futuro. Un chequeo médico está enfocado a dos aspectos relacionados y claves en la medicina de hoy en día: prevención y detección temprana. La prevención, porque permite anticipar el riesgo de padecer determinadas enfermedades y se puede actuar indicando al paciente cómo eliminar conductas de riesgo.

Sobre todo si hay antecedentes familiares o tienen determinados factores de riesgo. Los chequeos médicos, sobre todo en personas que se engloban en lo que la OMS denomina «población de riesgo», son una medida más de prevención frente a las graves consecuencias que puede desencadenar una enfermedad. «No se trata de inculcar la idea de chequeos generales e indiscriminados, sino que se debe utilizar el sentido común y obedecer a una lógica. Por ejemplo, es recomendable empezar a hacerse chequeos a partir de los 45-50 años y según el estado de salud establecer la pauta de periodicidad, que puede ser más o menos frecuente». La prevención es una buena forma de evitar enfermedades y los chequeos médicos son un buen aliado para cuidar la salud desde la prevención.

Además, el chequeo médico es un arma muy beneficiosa para detectar enfermedades en estadios precoces. «Uno de los objetivo del chequeo es el de prevenir las enfermedades más frecuentes, que son las relacionadas con problemas cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. Si se cogen a tiempo, estas enfermedades tienen un tratamiento y además, se puede evitar que afecten a otros órganos», explica el Dr. Angoso.

Patologías más frecuentes

Las patologías que con más frecuencia se detectan tras un chequeo médico son: cardíaca (40%);  metabólica, por ejemplo hipercolesterolemia, hiperglucemia o déficit de vitamina d, entre otras (34%); gastrointestinal (22%); tiroidea (12,5%); ginecológica (9,4%); respiratoria (6%); y apneas de sueño (6,3%).

Por ejemplo, en el caso de la enfermedades cardiovasculares, cuatro de cada diez chequeos médicos descubren problemas de corazón en estadios precoces. Esto es de especial importancia porque ofrecen un margen al paciente para cambiar sus hábitos de vida y/o recibir tratamiento farmacológico para protegerse frente accidentes cardiovasculares de consecuencias potencialmente graves como el infarto de miocardio o el ictus.

Medicina personalizada

Además, los chequeos médicos enlazan con otra práctica sanitaria cada vez más extendida, la medicina personalizada, que sitúa al paciente en el centro de la gestión asistencial. «Cada vez es más importante hacer una medicina lo más personalizada posible y en el caso de los chequeos se diseñan en función de las necesidades de cada paciente». Por ello una de las características más destacadas de los chequeos médicos de Vithas es el tiempo que se dedica al paciente.

Para ello, el proceso comienza con una consulta médica con el equipo del Dr. Angoso en el Hospital Vithas 9 de Octubre. Durante unos 90 minutos se analiza el historial clínico del paciente, los antecedentes y los distintos factores de riesgo para estudiar si hay que realizar otras pruebas, además de las fundamentales (cardiovasculares, una analítica exhaustiva, un chequeo oncológico y una exploración radiológica que normalmente suele ser una placa, un TAC pulmonar y una ecografía).

Con ese punto de partida, el paciente acude un segundo día para que someterse a las pruebas establecidas y a las consultas de los distintos especialistas. «Para nosotros es fundamental que la estancia del paciente sea cómoda y se sienta arropado en todo momento. Para ello es clave el trabajo de la supervisora de admisión, Eloina Escudero, que se encarga de coordinar todas las pruebas. Y además, el paciente, en todo momento estará acompañado de un APS (Ayudante Personalizado) que se encargará de guiarle a través de toda su experiencia en el hospital».

Los resultados sirven para confeccionar un exhaustivo informe que el equipo médico del Dr. Angoso desgrana al paciente en una tercera cita con una meticulosa explicación, se analiza qué tratamiento es el mejor para él (si lo necesita) y aclarar todas sus dudas. «La ventaja de nuestro chequeo médico es que el paciente tiene un médico que le ve de forma exhaustiva e integral, con una visión global de su situación. Así, el paciente no tiene que ir de un especialista a otro, con la pérdida de tiempo y de segmentación de la información que eso supone», afirma el Dr. Angoso. Además, el Hospital Nisa 9 de Octubre ha realizado un importante esfuerzo inversor en la tecnología diagnóstica de alta precisión de sus distintos servicios, «lo que nos permite ofrecer un diagnóstico más rápido y más fiable».