VALÈNCIA. Dentro de exactamente una semana está prevista la constitución del Ayuntamiento de València. El sábado 17 de junio. Pero el PP parece que se lo toma con calma. Y también Vox. El resultado electoral del pasado 28 de mayo dio a María José Catalá la alcaldía de la ciudad. En mitad de los correspondientes días de 'descanso' postcampaña a la espera de que se retome la actividad política, la dirigente popular dio a luz y reapareció este viernes –una semana después– para recoger, junto al resto de concejales, las credenciales de la Junta Electoral de Zona.
Desde antes de la campaña, y tras los comicios, Catalá ha mantenido que quiere gobernar en solitario. Alude a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg), que establece que, si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, será proclamado alcalde aquel que encabece la lista que haya obtenido mayor número de apoyos. Pero la dirigente del PP es capaz de moverse en esta posición y en una mucho más abstracta en cuestión de segundos. Así lo demostró este viernes, cuando insistió en gobernar sin Vox para a continuación tampoco descartar un Ayuntamiento monocolor. En el juego político, todo puede ser.
Catalá destacó que tomará posesión como alcaldesa el próximo 17 de junio con "total normalidad" e insistió primero su intención de gobernar en solitario con acuerdos "puntuales en la legislatura" que, cree, "se van a realizar". A continuación, y preguntada por si entonces no contempla un Ayuntamiento que no sea monocolor, añadió: "Iremos viendo esta semana hasta el 17". Equilibrismo.
Durante estos días, el PP y Vox ni se miran. En la ciudad queda claro que los primeros no necesitan a los segundos para la alcaldía. Sin embargo, una legislatura entera para sacar adelante la gestión y, sobre todo, los presupuestos, tampoco resulta tan sencillo. Catalá ha contado con concejales con un perfil negociador a propósito. Pero para asegurar que Vox no acabe dentro del gobierno municipal es posible que haya que esperar unas semanas. Concretamente, tras las elecciones generales del 23 de julio.
València, junto a la Generalitat, forma parte de una estrategia nacional aunque el presidente del PP, Alberto Núñéz Feijóo, diga que deja total autonomía a los territorios para decidir los pactos. El deseo real de los populares sería conformar los gobiernos con rapidez y de manera definitiva, pero los comicios del 23-J han alterado cualquier calendario. La intención por el momento es evitar escenificar acuerdos con Vox de manera previa a esa jornada ante la posibilidad de que les penalice. Pero todo lo que ocurra hasta esa fecha y después parece un interrogante. También en València, a juzgar por las palabras de Catalá, que no ha dicho de manera tajante lo que acabará pasando.
Vox, mientras tanto, tampoco alza demasiado la voz, aunque levanta la mano para recordar su presencia y su voluntad de entrar en todas las instituciones. "Nosotros tenemos la mano tendida para la mejor gobernabilidad y entiendo que para gobernar València de la manera más adecuada hace falta constituir una mayoría en el gobierno del Ayuntamiento que sea lo suficientemente sólida como para poder hacerlo. Pero bueno, eso no es una cuestión que dependa de nosotros", afirmó este viernes el cabeza de lista en València, Juanma Badenas. A lo que añadió que "la única línea roja" que tienen "es la defensa de los votos de los valencianos".
Con un silencio absoluto de ambos partidos en lo que a contactos o negociaciones se refiere, los próximos días se comprobarán los movimientos al respecto.