Las obras aún no están iniciadas a causa de un crédito extraordinario que tiene que pedir la Generalitat, pero se espera que empiecen "cuanto antes"
VALÈNCIA. Aunque el acto iba a servir para presentar el Splash Sagunt, el festival del cómic de la Comunitat Valenciana, al final la rueda de prensa muy humildemente celebrada en el Colegio Mayor Rector Pesset, sirvió ayer como el inesperado avance de una de las grandes incógnitas de la Conselleria de Cultura en esta legislatura: la Nau de Sagunt. El 11 de enero del 2017, la Generalitat anunció el acuerdo con el SEPI para la compra del edificio por 3,7 millones de euros -3.018.723 en metálico y 774.000 mediante la entrega de una finca en Paterna-. De paso, anunciaba un proyecto para recuperar la actividad en el espacio desde un plano más responsable. El anuncio fue una puesta de largo que quería volver a poner en el mapa a Sagunto tras años de polémica por el proyecto megalómano. Se dijo que el espacio tendría fines culturales, exhibición pero también producción, que serviría como edificio patrimonial visitable y que en realidad cabría de todo. Los casi cuatro millones de euros solo eran el principio, faltaba rehabilitar otra vez el edificio y crear un nuevo proyecto artístico en él. Pero un año después, tal como publicó Culturplaza, desde la Generalitat no se manejaban ni proyectos concretos ni plazos.
El pistoletazo de salida lo ha dado, Guillermo Sampedro, el concejal de Juventud -que coordina el festival Splash- para finalizar su intervención: “Esperemos que este sea el último año que lo celebremos en el Casal Jove y podamos ampliar nuestra oferta con nuestro traslado a La Nau”. Acto seguido, Albert Girona, secretario autonómico de Cultura y Deporte, ha añadido en su turno de palabra: “Me duele que en esta legislatura no se haya podido hacer efectivo la puesta en marcha de La Nau, en la que estaba prevista ya esta edición de Splash”.
La concreción ha venido en el turno de preguntas, en el que se le ha preguntado por la situación exacta del proyecto. Según Girona, el proyecto, que partía de un presupuesto de 400.000 euros, ha tenido que modificarse y aumentar más del triple, hasta 1,6 millones. Esto exigía un cambio crediticio en la Generalitat que no podía hacerse efectivo en el presupuesto de 2018 pero sí en el de 2019, por lo que se espera que más pronto que tarde se desbloquee la situación. Cabe esperar que las grúas entren en el edificio antes de que se cumpla una década de abandono del edificio el próximo septiembre. La adecuación pasaría, no solo por arreglar el tejado para adaptarlo a las normas anti-incencidios vigentes (que era lo que pensaba en un primer momento), sino por arreglar los camerinos y la maquinaria deteriorada a partir de una inundación, los sistema de climatización y más detalles.
Más allá de lo técnico, Girona también ha dado alguna pista de cómo se está configurando el proyecto artístico, que hasta ahora no contaba con concreción alguna. Si en enero este diario publicó que el ayuntamiento de Sagunto esperaba a que Conselleria se perfilara el funcionamiento del espacio para poder tener una actitud activa en la gestión y programación, hoy el secretario autonómico ha apuntado cuál sería su apuesta, en caso de mantenerse en su puesto la próxima legislatura: una programación que partiera de la Generalitat (directamente desde la Conselleria y no en la red de espacios del IVC) pero que estuviera mancomunada con la administración local, y que combinara las iniciativas públicas con la búsqueda por albergar proyectos privados que hagan el espacio “rentable”. Aunque se buscaría el espacio alojara únicamente un uso cultural, Quico Fernández, alcalde de Sagunto, afirma que al poco tiempo de hacerse el anuncio, una marca automovilística se interesó por alquilar el espacio para la presentación comercial de un nuevo modelo de coches.
Y a pesar de todas las pistas, la situación no es muy diferente al balance hecho para el reportaje del 11 de enero: no hay nada firmado, ninguna realidad puesta en marcha, ningún responsable de programación. Solo el sueño de poder anunciar que el Splash de 2020 se haga allí, aunque preguntados por eso, solo han podido sonreir y decir “si se cumplen todos los plazos, podría ser”.
Hablando más concretamente del festival de cómic, Guillermo Sampedro, ha querido hacer una evaluación más que positiva de las ediciones anteriores del certamen y presentar la propuesta de este año. Esta se concreta en mantener la oferta del año pasado, cuando se duplicó el número de stands de la primera edición, y ofrecer la misma cantidad de espectáculos, exposiciones y autores internacionales. Desde el ayuntamiento de Sagunto, se afirma "que no se puede crecer más en su actual ubicación" y a la espera de la apertura de La Nau, renuevan contenido pero no contenedor.
Algunos de los autores destacados que pasarán por los diferentes stands serán Sento Llobell, Núria Tamarit, Albert Monteys, Cristina Durán, Rubén Pellejero y la firma internacional, Isabel Kreitz. Las editoriales más importantes del país, como Astiberri o Norma o La Cúpula, también estarán presentes y amenizarán las jornadas el concierto de Los Mocetones y el humor de Leo Bassi. El fanzine y la autoedición también tendrán guardado un hueco en el espacio del Casal Jove del Puerto de Sagunto durante el fin de semana del 22, 23 y 24 de marzo. Se espera mantener el número de asistentes del año pasado, 5.000, que Sampedro ha calificado de excepcional: "No podemos competir con el Comic Con, pero como iniciativa pública andamos por el buen camino".
El futuro del proyecto en la cabeza del Ayuntamiento y la Conselleria pasa por reforzar los lazos y aumentar el presupuesto y, con su paso a La Nau, doblar la oferta de stands, actividades paralelas, firmas y aforo. La idea, contada en términos futbolísticos: "ahora mismo estamos en la primera división de los proyectos públicos de cómic, pero podemos aspirar a largo plazo a jugar en Europa".