MADRID. Jude Law se autoflagela en Dom Hemingway, la película en la que se aleja de su imagen de refinado galán inglés para dar vida a un ladrón recién salido de prisión y que llegará a los cines este viernes 23 de mayo.

"Estoy hecho una mierda, mírame. Soy patético aquí no pinto nada, soy un monstruo, un puto dinosaurio. Soy como la basura, deberían enviarme a una colonia de leprosos para que me pudra". Estas son las lindezas que se dedica a sí mismo Law mientras camina haciendo aspavientos, desnudo e iracundo.

En su nueva película Jude Law interpreta a Dom Hemingway, un hábil y arrogante ladrón de cajas fuertes, que también es muy listo, está muy perturbado y rebosa una exultante y vehemente energía.

En Dom Hemingway Jude Law (Efectos secundarios, Anna Karenina) está acompañado por un buen puñado de caras conocidas como Richard E. Grant (La dama de hierro), Demián Bichir (Una vida mejor), Emilia Clarke (Daenerys en la popular serie Juego de tronos), Kerry Condon (al que también vimos en la pequeña pantalla en Roma) o Jumayn Hunter (El cuarteto).

La película está escrita y dirigida por Richard Shepard (La sombra del cazador, Matador). La película que promete presentarnos a Jude Law "como nunca antes lo habías visto" se una la larga nómina de filmes sobre la delincuencia británica que en los últimos años han sazonado la cartelera con películas tan irreverentes como divertidas.

La crítica la ha recibido con disparidad de opiniones y aunque se ha valorado, y mucho, que Law engordase quince kilos para interpretar su papel, han sido varios los medios británicos que han destacado que existe algo artificioso en la producción, una suerte de impostura que la hace poco verosímil. Y es que con precedentes como Snatch: Cerdos y diamantes, su Dom Hemingway tenía difícil ganarse el corazón de los espectadores más exigentes.