Cultura y Sociedad

In-fieles #01

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

· Llegiu aquesta entrada del blog In-fidels en valencià



- No me lo puedo creer... ¡Pensaba que no hablaríamos hasta septiembre!

- He salido a pasear al perro. Sólo tengo unos minutos.
- Mírala ella... ¿Y qué? Cómo va el veranito?
- Llevo sólo una semana y ya estoy harto... El día se reduce a chanclas de velcro y pelotas de playa.
- ¿Y qué esperabas? Has alquilado un apartamento en el Perelló, no en Mónaco.
- La verdad es que tienes razón. ¿Y qué, cómo están las chicas?
- Muy viajeras, las muy putas.
- ¿Dónde se iban?
- A Ibiza, claro.
- Claro. Qué pregunta más tonta... ¿Y tú? ¿Cómo lo llevas?
- Bastante bien. Este mes la ciudad está llena de italianos y ya sabes que me encantan.
- Has hecho más por la unificación italiana que Cavour y Garibaldi juntos.
- ¿Esas quiénes son? Ya sabes que los únicos italianos famosos que conozco son Dolce y Gabanna.
- Analfabeta.
- Mucho.

(...)

- La otra noche me lo monté con un romano.
- ¿Con un romano o con un rumano? Ya sabes que no son lo mismo...
- Un romano de Roma.
- Tengo que recordarte que más de una vez los has confundido...
- Ahora ya sé diferenciarlos.
- ¿Has aprendido italiano?
- No me ha hecho falta; es sólo una cuestión de cejas.
- ¿De cejas?
- Sí: los romanos tienen las cejas depiladas y los rumanos no.
- Contigo siempre aprendo cosas, tete.
- Ah, y si en el pubis tiene tanta fauna como una selva amazónica también es rumano.
- Bestia...
- Es verdad y puedo demostrarlo.

(...)

- Quería contarte una cosa...
- ¿A quién te has tirado?
- ¿Cómo sabes que iba por ahí?
- Siempre es eso... Parece que si no me lo cuentas es como si no hubiese pasado.
- Vale, la cuestión es que nada más llegar al apartamento nos dijo el portero que había un problema de tuberías o no sé qué mierda...
- ¿El primer día?
- Sí, el primer día: 1 de agosto y el bloque de apartamentos sin agua. Total, que como los albañiles tenían que acceder a cada apartamento nos pidieron que alguien se quedara por si acaso.
- Y te tocó a ti.
- Claro. El tema: escuchaba a los fontaneros trabajar desde la terraza y, te lo juro, en un primer momento pensé que eran búlgaros o ucranianos porque no entendía nada de lo que decían.
- ¿Y de dónde eran?
- De Sollana, pero eso no es importante...
- ¿De Sollana? ¿Y no los entendías?
- La verdad es que tampoco les prestaba mucha atención...
- ¿Estás de coña? ¡Mi padre era de Sollana y se le entendía perfectamente!
- Da lo mismo... La cuestión es que cuando ya era casi la hora de comer llamaron a la puerta y se me metió en casa un fontanero de veinte años para comprobar no sé qué del desagüe de la cocina.
- Veinte años...
- Veintipocos tendría.
- Veintipocos...
- Basta.
- Vale.
- Total, que todavía no sé cómo el fontanero acabó con el mono y los calzoncillos por los tobillos y yo arrodillado en medio de la cocina haciéndole una... ya sabes qué.
- Mira que te gusta... ¿Y después?
- Ahora viene la mejor parte: acabé, y justo cuando abría la puerta para que se largara, llegaron mi mujer y los niños de la playa con las hamacas, los cubos, la sombrilla y la mierda de la pelota hinchable.
- ¿Estás de coña? ¿Y qué cara pusiste?
- Yo no sé qué cara puse, pero el fontanero casi se desmaya.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo