VALENCIA. No sólo le ha convertido en su escudero en la franquicia Los mercenarios; ahora Sylvester Stallone le ha producido su nueva película al actor británico Jason Statham, a quien ya se puede considerar oficialmente como el protegido de Sly y el aspirante más serio a ocupar su puesto en el trono del cine de acción de cariz conservador.

Desde los años en que se dio a conocer de la mano del siempre espectacular pero vano Luc Besson y del prometedor pero decepcionante Guy Ritchie, Statham se ha labrado una imagen de hombre duro que le ha transformado en un icono para los estadounidenses.

En El protector Statham interpreta a un exagente de la DEA que se retira a una pequeña localidad desconocida para rehacer su vida con su hija de diez años. Sin embargo, su mundo se convierte en todo menos tranquilo cuando descubre que el pequeño pueblo esconde un trasfondo de violencia y drogas. Pronto un capo sociópata pone en riesgo al exagente y su hija, obligándole a entrar en acción de nuevo para salvar a su familia y al pueblo.

Escrita por el propio Stallone a partir de una novela de Chuck Logan, el film ha sido realizado por el correcto artesano Gary Fleder, quien desde que dirigió la más que apreciable Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto (1995) no ha hecho más que firmar películas rutinarias.

Pese a ser una producción de tamaño medio, con un presupuesto de apenas 22 millones de euros, el largometraje está repleto de nombres propios del cine americano como James Franco, Winona Ryder, Kate Bosworth y el interesante actor de reparto Frank Grillo. Asimismo no se han escatimado medios y para aspectos técnicos se ha acudido a profesionales tan reputados como el compositor Mark Isham o el director de fotografía holandés Theo van de Sande.

El largometraje ha obtenido unos buenos resultados de taquilla en Estados Unidos, al recaudar más de 43 millones de dólares. De hecho Stallone ya ha anunciado que se plantean realizar una secuela. Su discurso de defensa de los valores tradicionales ha calado entre el público medio estadounidense, un mensaje obvio ya que hasta en el cartel original la bandera de Estados Unidos se superpone sobre la espalda de Statham.

Sin embargo la crítica estadounidense no ha sido generosa con el film y ha destacado que se trata de una película que no aporta nada al género y que recorre caminos trillados, repitiendo esquemas, tópicos y situaciones hasta la saciedad.