VALENCIA. La arquitectura estaba en su destino, como también ser un empresario constructor diferente al resto que ha basado su crecimiento en la obtención del beneficio 'emocional'. Este beneficio permite que 400 familias vivan en viviendas de alquiler de bajo coste (entre 150 a 300 euros) y alta calidad; y que Grupo Crein sea una promotora saneada donde la crisis apenas ha dejado mella. Al principio la propuesta de Juan José Galiano fue tildada de rara, hoy su modelo de negocio causa respeto, que ha resultado inalterable a los picos de sierra de la crisis.
-¿Por qué dejó la escuadra y los lápices?
-Un día descubres que no puedes abarcarlo todo. Nuestro éxito se basa en aprovechar completamente el espacio y configurar edificios donde en la menor superficie salga la mejor vivienda posible. Y además a mí me gusta revisarlo todo.
-¿Entonces estaba cansado?
-No, pero nos fuimos convirtiendo en empresa y descubrimos que queríamos hacer cosas que otros no hacían.
-¿Siempre habla en plural?
-Sí, porque aquí somos como una familia.
-Volviendo al origen, ¿lo aprendió todo de su padre?
-En parte sí, porque creo que el empresario nace y luego se hace, pero la semilla es imprescindible. Con mi padre, un emigrante del sur que había empezado como albañil y había creado su empresa familiar, hice mucha VPO. Allí aprendí que es más importante el beneficio pequeño de la constancia que el grande de los pelotazos.
-¿El boom de la vivienda no le tentó?
-No, decidí que el camino no era urbanizar España. Además no estaba de acuerdo en que no se podía hacer VPO en Valencia. Teníamos un solar en Peris y Valero, estudié el proyecto y aunque vi que si bien en venta se perdía dinero, en alquiler no. Cambié el chip. Y así en lugar de obtener beneficio de una promoción para luego invertir en otra y otra y otra... patrimonialicé y obtuvimos ingresos regulares y constantes. Desde el punto empresarial vas contra corriente porque el resto se está forrando y tú alquilas a 200 euros al mes en pleno centro.
-Los inquilinos encantados...
-Y nosotros. Cuando realizamos las primeras encuestas y vimos lo mal que lo estaban pasando muchas personas nos dimos cuenta que habíamos acertado. Sin buscarlo habíamos realizado la cuadratura del círculo: una actividad rentable y que ayuda a la gente.
-¿Su futuro es envidiable?
-Sí. El único escollo actual es la dificultad para encontrar financiación, pero estamos detrás de ello. Nos estamos preparando para salir de la Comunidad Valenciana.
-¿A China?
-No, prefiero el terreno español.
-¿Cómo ve a sus compañeros de sector?
-Algunos están pagando penitencia por los desmanes vividos. Se sabía y se veía venir. Desgraciadamente lo vamos a pagar durante años. Las crisis tienen que enseñarte por lo menos a prever la siguiente. He vivido tres y veo a otros empresarios seguir tropezando con la misma piedra.
-¿Qué opina de la subida del petróleo, el transporte público, el IVA...?
-Cualquier subida de precios que afecte a los ciudadanos no es buena. Soy partidario de que las cosas tienen que costar poco y predico con el ejemplo. Para cualquier economía el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos que en las arcas públicas, ya que no siempre quien gestiona optimiza el gasto público.
-¿Los bancos son responsables del pinchazo de la burbuja?
-Son los culpables de la situación actual. Si corriera el crédito habría más negocio y más trabajo.
-Sé que su canción favorita es Every Breath you take, de Police, ¿cuántas veces la ha escuchado?
-Miles, tengo ochenta versiones distintas de la canción y cuando estoy deprimido me la pongo.
-¿Por amor?
-Bueno, hay quien dice que es una canción de amor y otros que no. Incluso hay quien la tilda de machista. A mí me encanta. Sobre todo por la música. A mi mujer no, pero creo que es porque no la entiende.
-¿Está estudiando inglés a través de Police?
-No, pero estoy estudiando y mucho. Casi dos horas diarias. Tengo planeadas varias escapadas a Londres.
-¿Quiere abrir mercado en el Reino Unido?
-No, quiero entender a los ingleses.
-¿Para qué?
-A lo mejor en un futuro próximo necesito entenderme con ellos y no quiero intérpretes.
-Para usted la vida es como el ajedrez, ¿cómo son las personas torres?
-Las torres son personas fuertes, más que poderosas. Las torres no inician el juego si no que cuando ya está desarrollada la partida establecen una fortaleza y controlan el juego.
-¿Los políticos?
-No, algunos pueden ser torres, pero la mayoría son peones.
-¿Un sindicalista?
-Un alfil porque se mueve muy sigilosamente por las diagonales.
-¿Los banqueros?
-Me gustaría que no estuvieran en la partida de ajedrez.
-¿Cree que podríamos vivir sin políticos?
-No, porque el ser humano es un ser político, pero lo que deberíamos es cambiar el sistema. No es político que para los políticos actuales su único interés real sea su pura supervivencia cuando debería ser nuestra supervivencia, la de todos. Y eso hay que cambiarlo.
-¿Qué hace cuando un amigo le falla?
-Me quedo muy mal porque para mí la amistad es sagrada. No tengo muchos amigos, sí amistades, y cuando una falla sientes que llevas clavado un puñal en el corazón.
-¿Cree en el destino?
-Sí, pero también en la libertad personal y en el libre albedrio para elegir lo que quieres.
-¿Qué huella le gustaría dejar como empresario?
-Al menos la idea de que es perfectamente compatible la actividad empresarial con la función social.