VALENCIA. Esta es una historia de pequeñas cosas y grandes musicales. De una coral infantil y de una productora internacional. Y de un duelo, musical, hecho con canciones de Los Miserables.

Todo comenzó a principios de este año. Los miembros de la coral infantil Juan Bautista Comes, que pertenece al Conservatorio José Iturbi, decidieron ensayar las canciones del musical Los Miserables como parte de su entrenamiento.

Durante cinco meses, los niños y no tan niños miembros de la coral fueron perfeccionando la interpretación hasta el punto que se pensó presentarlo al final de curso. Al final se optó por una representación coral con puesta escénica para versión concierto.

El montaje obtuvo un éxito considerable hasta el punto que los miembros de la coral tuvieron que volver a interpretar la obra. "Las colas del público daban la vuelta al conservatorio", recuerda Cristina Conteras, una de las responsables de la coral.

Desde entonces la coral ha interpretado el musical en el Palau de Cervelló, en la Sala Iturbi del Palau de la Música y en el Auditorio de Real de Gandía. Se ha convertido en parte de su repertorio.

EL ENCUENTRO CON LOS PROFESIONALES 

Pasados los meses llegó a Valencia el montaje profesional, la producción que se está representando estos días en el Palau de les Arts. Un técnico puso en conocimiento de los miembros de la productora de la existencia de la coral, de su éxito con su representación ‘amateur'.

Fue una mera cuestión de cuadrar agendas. Finalmente los miembros de la compañía profesional se han encontrado con la coral infantil. Durante una hora ambos grupos se ‘retaron' a interpretar números del músical en una de las salas de ensayo del Palau de les Arts.

Tras el duelo, los profesionales acompañaron a los niños y les enseñaron las bambalinas de la superproducción. El encuentro, dicen, fue "inspirador". Después, tuvo lugar la representación prevista de ese día de Los Miserables, aunque, como dice el padre de uno de los niños cantantes, "no fue un día como otros".