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#OpiniónVP iRTVV: Para todos, por Teresa Díez Recio

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VALENCIA. Para todos. For all of us. Para qué negarlo, el claim es una copia calcada de la promoción que ha lanzado estos días la BBC con motivo de la campaña en defensa de la corporación británica, que está pasando por una situación crítica debido a la decisión del gobierno conservador británico de realizar duros recortes en su estructura. Una situación que en la Comunidad Valenciana indirectamente nos recuerda al dramático cierre de RTVV. Eso sí, con la diferencia que la BBC es amada por el 90% de los británicos y que su gobierno no se plantea su desaparición sino un durísimo reajuste.

Les animo a pinchar en el siguiente trailer. Quédense con cada uno de los planos que lo componen. Pongan especial atención en aquellos en los que aparece una segunda pantalla (una tablet, un smartphone) y fíjense en el contenido de dichas pantallas. Merece la pena quedarse con los detalles para percibir la amalgama de sensibilidades y hábitos de consumo que componen un medio de comunicación del siglo XXI concebido con el objetivo de llegar al mayor espectro posible de ciudadanos. El vídeo no puede resumir mejor lo que personalmente entiendo como el ideal de un medio de comunicación público. Aún así, hay algunos elementos que particularmente considero que sobran para el caso de una autonómica como RTVV, como serían el fútbol, el tenis o la Fórmula 1.

Tras leer Pasado, presente y futuro de RTVV coordinado por Josep Rodríguez y escrito por varios autores, la impresión es que en reglas generales hay unanimidad en lo importante: cuáles deberían ser los objetivos de RTVV a grandes rasgos. Una corporación que preste servicios audiovisuales de proximidad con especial atención a la diversidad cultural y lingüística valenciana. O, si volvemos a Gran Bretaña, como apuntala la BBC al definirse y utilizo como modelo, que "informa, educa y entretiene", "que promueve la educación y el aprendizaje, que estimula la creatividad y la cultura, que representa todas sus regiones, que lleva Gran Bretaña al mundo, y el mundo a Gran Bretaña, y que muestra a los ciudadanos el beneficio de las nuevas tecnologías de comunicación". Cambien Gran Bretaña por Comunidad Valenciana. Así de simple.

Ellos tienen 9 canales de televisión, 5 de radio, 3 plataformas online, decenas de aplicaciones para el entorno digital y una orquesta de música clásica. En la Comunidad Valenciana se podría plantear una cosa de cada, como muchísimo dos, ya que la dimensión no es la misma. Pero cada plataforma o canal diferente es imprescindible para un nicho de público distinto  y no tiene sentido arrancar una televisión o red de televisiones locales sin una radio, sin una plataforma online, ni sin el resto de productos derivados y viceversa. Porque entonces no sería un planteamiento para todos. Sería únicamente para los que ven televisión, y de los que ven televisión, para los que ven televisiones locales, que son... ¡uf!, mejor no saberlo. Además ojo, los hábitos de consumo no se modifican de un día para otro tan fácilmente, y RTVV ha estado desaparecida dos años. 

Si produjéramos, por ejemplo, 13 nuevos programas de Trau la llengua, por poner un ejemplo de programa con buenos datos de audiencia, y lo emitiéramos en la red de televisiones locales, es complicado que su estreno se convierta en el tema de conversación del día siguiente en cualquier bar u oficina. Su repercusión sería francamente baja.

UNA SOLUCIÓN QUE NO HA DE SER TEMPORAL 

Leyendo la noticia publicada en algunos medios sobre la posibilidad de que el President cumpliese así su promesa de tener de nuevo un medio de comunicación público temporal hasta que se resuelva la maraña legal provocada por el cierre de la antigua RTVV a través de la red de televisiones locales, me viene a la mente de nuevo el 90% de inmenso amor que sienten los ciudadanos británicos a su medio de comunicación público. Entonces pienso en el sentimiento generalizado de los valencianos por RTVV. Una radio televisión que antes despreciaban, cuyos datos de audiencia corroboraban su baja popularidad, y que una vez desaparecida aparentemente solo el sector echa de menos. Y queremos que con esa medida temporal vuelvan a quererla, si alguna vez la quisieron, y no la desprecien.

El  objetivo de quienes reabran RTVV o se planteen una nueva iRTVV debería ser crear una corporación pública para todos. No es solo radio o televisión. No es ni mucho menos emitir informativos en la red de televisiones locales que asegure, sí, el derecho a la información. Si vuelve RTVV que sea para amarla, no para recibir por segunda vez el rechazo de la ciudadanía. Necesitamos emocionarnos con nuestra corporación.

Uno de los controles de realización de Canal 9

Para los oyentes de radio. Para los espectadores de televisión. Pero también para los que no lo son. Los que no encienden la televisión o no escuchan la radio por cuestiones generacionales, de tiempo o por cualquier otro motivo. Los que se informan cada mañana por las redes sociales desde su lugar de trabajo, que son unos cuantos, cada vez más. Los que ven cualquier tipo de video online casi a diario, que son otros tantos. Los que consultan L'Oratge todos los días en su smartphone, que son un montón. Los niños que ven dibujos animados en su tablet, o los que juegan con su aplicación favorita como puede ser Apalabrados, que perfectamente podría ser en valenciano bajo la marca de la corporación iRTVV (le he añadido la i como símbolo de interactividad), ahora en vacaciones más aún.

Para todo el sector audiovisual valenciano, pero también para el sector valenciano de comunicación. Para los recién licenciados universitarios de carreras de comunicación, informática o diseño, pero también para los estudiantes de Formación Profesional de, por ejemplo, desarrollo de aplicaciones para móviles. Incluso podrían abrirse las puertas para el turista o el viajero a través de un canal de Youtube en el que iRTVV se convierta en partner como lo es Atresmedia o RTVE en ese canal OTT, con la particularidad de que sus contenidos por lo general no tienen barrera geográfica y por tanto viajan a través de todo el mundo, siendo un un excelente escaparate. O para los interesados por las diferentes expresiones de la cultura que no pasan necesariamente por ninguna pantalla sino que se desarrollan en salas o escenarios físicos.

Si se vuelve hay que volver con todo el armamento, dispuestos a recuperar la confianza y el afecto de los ciudadanos. Y que esta vez sientan que iRTVV es imprescindible en sus vidas.

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