VALENCIA. Se acabó. La Conselleria de Cultura ha oficializado a media tarde de este lunes el cese de Paz Olmos como responsable del Museo de Bellas Artes de Valencia. La noticia, largamente esperada por colectivos de defensa del patrimonio y asociaciones culturales, pone fin a cuatro años de oprobio, la legislatura entera en la que Olmos, persona sin capacitación ni formación específica, ha estado dirigiendo el museo. Su única valía reconocida, su amistad personal con el ex presidente Francisco Camps, quien fue quien la nombró.
Con la marcha de Olmos concluye otro de los lamentables episodios de la vida cultural bajo el gobierno del PP, en la que personas sin ninguna valía ni historial han detentado puestos de una enorme responsabilidad. Bajo el mandato de Olmos el museo se ha visto sumido en un constante desprestigio cultural, al tiempo que se veía cada vez más y más cercenado por la ausencia de un presupuesto propio.
Con apenas 300.000 euros al año, el Museo de Bellas Artes de Valencia ha ido malviviendo a partir de exposiciones sin valor intelectual hechas con pinturas de la colección, con la única finalidad de captar público, al tiempo que se iban retirando fondos que se precisaban para la inversión en cuestiones básicas como el acondicionamiento de las obras.
El último episodio, la gota que ha colmado el vaso, ha sido los problemas aparecidos en algunos cuadros tras la ola de calor. Como quiera que el aire acondicionado no funciona, algunas pinturas de la sala Sorolla se han visto especialmente afectadas. Según han indicado desde la Conselleria en un comunicado remitido en la tarde del lunes, después de haber evaluado un informe sobre el estado de conservación de las
obras de arte y de la gestión global de la pinacoteca, se ha optado por apartar a Olmos de la dirección del museo "para empezar una nueva etapa de gestión que garantice la conservación y el buen funcionamiento del que es el museo con el fondo artístico más importante de las valencianas y los valencianos y uno de los patrimonios artísticos más importantes en el ámbito europeo".
Olmos cuenta con diez días para hacer las alegaciones pertinente a esta decisión. Pasado el periodo de alegaciones de la que ha sido directora del Museo de Bellas artes, desde la Conselleria de Educación se procederá a designar una persona que lo dirija de forma provisional, durante unos meses, hasta que esté elaborado un manual de buenas prácticas en instituciones culturales que permita presentar candidaturas a las direcciones como las de esta pinacoteca, según explicaron desde la Conselleria. La persona que dirigirá el museo de manera provisional será seleccionada entre el personal del centro y de la Conselleria.
El conseller de Cultura, Vicent Marzà, tiene la intención de escuchar los técnicos del museo que han llevado a cabo tareas de conservación y restauración de las obras de arte, así como del equipo especializado en las distintas áreas de gestión para iniciar un funcionamiento transparente, racional y justo de la pinacoteca, ha apuntado.
Del mismo modo, desde la Conselleria "se tomarán las medidas de urgencia necesarias para evaluar y solucionar en los términos que se pueda la climatización del museo, que ha generado problemas tanto para los visitantes cómo para la conservación de las obras.
Uno de los motivos que ha llevado al cese de Paz Olmos ha sido la constatación de que la dirección del museo tenía constancia de esta problemática desde diciembre de 2014, pero se optó para bloquear el contrato de mantenimiento de las instalaciones. Los protocolos de actuación se centrarán ahora en líneas de actuación relacionadas con la conservación y restauración de los fondos; medidas para reactivar el mantenimiento de las instalaciones; medidas para garantizar la vigilancia y la seguridad de las obras; la reactivación de las funciones del patronato del museo; así como la revisión de las necesidades de personal técnico y especializado del museo.