VALENCIA. Si conseguir que tu vocación sea tu trabajo ya es una tarea altamente complicada, en la industria de la música más todavía. Por eso, las jóvenes bandas de hoy que sueñan con ser los grandes grupos del mañana necesitan activar cuanto antes fuentes de ingresos alternativas que les permitan, como mínimo, cubrir gastos y mantenerse activos hasta hacerse un nombre.
Esa necesidad es la que ha empujado a los valencianos Rock'N Wolves a disponer de un estudio de grabación en la calle Quart, 'RW Studio', que aprovechan para realquilar a otras formaciones con el objetivo de financiarse.
"Nos lo solicitan grupos muy parecidos al nuestro -jóvenes y con recursos limitados- que necesitan un espacio para ensayar y grabar", explica el bajista de Rock'N Wolves Álex Martín mientras va camino del Arenal Sound, donde tocan este miércoles. "También damos clases de batería, piano, solfeo... Todo lo necesario para pagar el alquiler del local y los gastos del grupo".
EMPRENDEDORES Y SOLIDARIOS
'Pibe', como se conoce a Álex Martín, resalta la figura de su manager Miguel Valero, que ha invertido personalmente en Rock'N Wolves a modo de 'business angel' particular.
En su anterior grupo, 'Sigo insistiendo', colaboraron con un proyecto de Valero para la construcción de una fuente de agua en Kiziguro (Ruanda) donando la recaudación de ocho actuaciones. "Quedó muy contento por aquello y su forma de agradecerlo es invirtiendo en nosotros y colaborando en otras causas solidarias conjuntamente". 
SOBRE ROCK'N WOLVES
Rock'N Wolves surgió en Valencia en enero de 2013 como germen del antiguo grupo 'Sigo Insistiendo'. Está compuesto por seis jóvenes músicos valencianos, de entre 18 y 22 años de edad, Rebeca Querol, Diego Cebrián, Manuel Mañes, Álex Martín, María Valero, y Adrián Marín.
En marzo de 2013 y coincidiendo con su primer concierto, presentan su disco Rock'N Wolves, que contiene los dos primeros singles compuestos por Diego Cebrián, 'Call me hero' y 'Until the end'.
