Cultura y Sociedad

'EL CABECICUBO'

Semen y Facebook, las investigaciones de sucesos en la televisión española

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‘La Diana de' profundiza hasta la nausea en la actualidad de los crímenes en Antena 3 

MADRID. Nacho Abad fue el gran fichaje de Antena 3 el año pasado. No tendría cláusula de rescisión, pero su marcha de Telecinco fue como la de Figo del FC Barcelona. Había sido el rostro de los sucesos junto a Ana Rosa, la ‘Reina de la mañana' y eso en este país significa llevar la pelota cosida al pie durante muchos minutos

Además de por este fichaje, últimamente Nacho Abad también ha sido noticia cuando se hizo público que su actual pareja era la abogada de José Bretón, condenado a 40 años por el asesinato de sus hijos. Sus conversaciones de alcoba tendrán que ser tan enjundiosas como las de Sartre y Simone de Beauvoir.

No es para menos. La forma de la que rumiamos en televisión los asesinatos, las violaciones y las desapariciones de menores es algo asombroso. A su lado, el fútbol está casi apartado, información secundaria sin que nadie se repare en ella como si fuese la actualidad sobre exploración de los océanos o la molesta Filosofía.

La prueba de ello está en ‘La Diana de', el programa que tiene de madrugada Nacho Abad para lucirse. El formato es un calco de Rojo y Negro, el que ya tuvo en Telecinco, que marcó considerables picos de audiencia porque coincidió con la desaparición de Marta del Castillo. Ese programa dio muchas exclusivas, hasta reunió los testimonios de uno de los amigos de la niña que luego estaba involucrado en el caso, pero cuando faltaba leña que echar al fuego ya tuvo que recurrir a pequeños truquitos catódicos como presentar ¡a la mujer más pequeña del mundo! 

Pero en ‘La Diana de' por ahora no hará falta recurrir a estos invitados mientras el caso Asunta siga dando de si. Qué error, qué grave error cometió Alan Moore cuando redactó durante diez años el guión de ‘From Hell' sobre los crímenes de Jack el Destripador. Aquel suceso, que según su teoría involucraba hasta a la corona de Inglaterra, no le llega ni a la suela al asesinato de esta niña.

En la última entrega presentaron una investigación del Facebook de Alfonso Basterra, padre de Asunta Basterra, en la que habían encontrado que tenía demasiadas amigas jóvenes de origen asiático. Así habló de ellos Gloria Serra "jovencitas extranjeras de rostro angelical, podríamos decir casi auténticas lolitas". Incluso miraron todos sus "me gusta", eran a balnearios y hoteles, pero había algunos a algo con un corazón dentro de un corazón que, según dijo una "cibercentinela", era el logotipo de la pederastia en la red.

Con esto pretendían demostrar que había un móvil sexual en el crimen. Un suceso en el que ha habido mezcla de muestras de semen, la aparición de un marroquí que trabajando para CCOO en el pasado había sido acusado de explotación de inmigrantes. También un empresario amante de la madre de Asunta cuya mujer aseguró a los reporteros que si compartía a su marido y "llegaba para tres" era cosa suya.

Y todo esto en un caso, encima, especialmente opaco. Según se quejó Nacho Abad "si todo fuese más aperturista tendríamos una información que la sociedad está demandando". Todos los censados en Santiago de Compostela que vayan echando un ojo a los historiales de sus ordenadores no vaya a ser que sean demandados por la sociedad mientras se extiende la red de personajes secundarios.

A continuación, saltaron al caso de la muerte de una chica en Mallorca que presuntamente había sido captada por una red de prostitución de menores a cambio de droga. Otra bella historia a cuyo principal protagonista, un jubilado, lo presentaban con gran dramatismo: "tras la afable sonrisa de un jubilado bonachón, se esconde un depravado corruptor de menores".

Se alcanzaron momentos de gran evocación y belleza cuando un caballero explicó la relación entre este jubilado y otra mujer que estaría metida en el ajo. Era su asistenta "iba a limpiar la casa y también le limpiaba... todo consentido y pagado". Interesante.

Entrevistaron además a los padres de la pobre chica y ahí surgieron las habituales sentencias sin las cuales no se pueden entender estos espacios: "Las leyes actuales han quedado obsoletas". Luego Nacho les preguntaba directamente: "Cuando me cruzo con gente por la calle y me habla de vuestra hija, me pregunta cómo no os disteis cuenta de que llegaba drogada a casa?" Y después: "¿Con cuántos años de cárcel estaríais contentos?". Para rematar con la madre: "¿Por las noches cuál es tu ilusión?" 

Al zapear, en Telecinco a la misma hora estaba la semana anteiror ‘La noche se enciende' con Jordi González. Habían llevado al final del programa Mercedes Milá a comentar las investigaciones que emitía en su programa ‘Diario de'. La presentadora se quejó de que se lo ponían en horarios nocturnos y decía que sus contenidos no eran censurables para los menores.

Se refería a uno de los casos que había investigado, el de un tío que se hacía pasar por fisioterapeuta y en las entrevistas de trabajo pedía a las candidatas que le hicieran una paja para ver si daban el nivel. Lo llamaba "un llenado de pene" para darle connotaciones profesionales. Para Milá, a los niños de 14 años, que ya se masturban, no hay que ocultarles estos contenidos. Le faltó añadir la coletilla de su colega Nacho, un "la sociedad los demanda".

Hasta ahora lo único que es cierto es que en todas las sociedades se producen crímenes execrables. Hubo asesinos en serie en Estados Unidos y los hubo en la Unión Soviética. Puedes huir del terrorismo de los países islámicos y toparte con un Anders Breivik en la pacífica Noruega. Hasta satánicos desatados hubo en Escandinavia

Y nadie dice que no tengan que ser noticia, pero mientras se llenan horas sobre las excepciones, lo que ha venido siendo norma, o afecta a gran escala a los ciudadanos, como son los incontables casos de corrupción, adjudicaciones de risa y condiciones laborales que afrontan los que tienen -encima- la suerte de trabajar, no gozan de cámaras ocultas, exclusivas y un marcaje como los protagonistas de los sucesos. Sólo han tenido foco cuando han dejado el país hecho una ruina humeante. Mientras no hubo crisis de la que hablar, la información se reducía a un "en la calle, le espera la muerte" y se olvidaron de que en el futuro estaba escrita la bancarrota de la nación.

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