VALENCIA. "Tiene legitimidad moral para ello". Así resumía un cargo del PP en Alicante el sentir de parte de la formación ‘popular' afín al expresidente Francisco Camps. Si bien su regreso a la jefatura del Consell se antoja más que improbable, los fieles al que fuera máximo responsable autonómico durante ocho años se muestran firmemente partidarios de un cargo elevado en la Comunitat.
Como ya informó este diario, las razones por las que Francisco Camps tiene muy complicado regresar a la línea política son varias. Sin embargo, fuentes del PP cercanas al exlíder, especialmente desde Alicante, ven en la bicefalia una salida para reconocer la labor del expresidente y restituir parte del daño recibido por el proceso judicial de los trajes.
"Apoyar que Camps reciba un puesto importante no es ir contra Alberto Fabra", insiste un dirigente del PP. Tal vez no sea la intención de los partidarios del expresidente, pero indudablemente, promover un líder del partido diferente al que está al frente de la Generalitat resultaría un foco de conflicto sobre el que Fabra no cederá.
Curiosamente, este fue la causa por el que el PPCV estalló años atrás con el enfrentamiento entre Eduardo Zaplana y Francisco Camps. El primero trató de evitar que el segundo ostentara ambos cargos: la presidencia del partido y de la Generalitat.
Dirigentes cercanos a Francisco Camps aseguran que el exjefe del Consell no tiene intención de provocar agitación en el PPCV. No obstante, sí apuntan a cierto malestar en el entorno del ahora diputado por el desmarque público que ha mostrado Alberto Fabra de su gestión.
Uno de los puntos que puede convertirse en un problema para la solución consensuada de Francisco Camps es su deseo, según apuntan las fuentes consultadas, de continuar su actividad política en la Comunitat. Esto choca frontalmente con la intención desde Presidencia de la Generalitat, donde la intención es de facilitar al exjefe del Consell una salida fuera de las fronteras valencianas.
Miembros del partido cercanos a Camps consultados por este diario insisten en que una restitución "digna" para el dirigente sería "la presidencia regional del partido y un puesto en la ejecutiva nacional", dado que, recalcan, el exjefe del Consell dejó su cargo "voluntariamente" para "proteger al PP".
Las citadas fuentes han recibido con frialdad palabras como las de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en las que aseguró que el partido "siempre tendría un sitio" para Camps, además de preguntarse tras su absolución: "¿Quién le devuelve la honorabilidad ahora?". Precisamente a la propia número dos señalan varios dirigentes cercanos a Camps para que asuma la responsabilidad de participar en esa restitución del daño recibido por el exresponsable autonómico.
Mientras estos sectores defienden esta restitución de Camps en puestos importantes como los señalados anteriormente, 'primeros espadas' también cercanos a Camps como Rita Barberá y Juan Cotino han optado públicamente por apelar a un periodo de descanso e, incluso, un "año sabático" para el expresidente.
CAMPS NO RENUNCIA A NADA EN EL PLATÓ DE INTERECONOMÍA
La situación sigue siendo de incertidumbre. El propio expresidente, como demostró anoche en el plató de 'El Gato al agua' de Intereconomía, rehúye hablar de su futuro político: algo que puede resultar lógico dado lo reciente del veredicto. Sin embargo, tampoco ha anunciado públicamente que renuncie a nada, ni siquiera a presidir la Generalitat.
"Estoy con muchas ganas de seguir haciendo cosas. A corto plazo, defenderé mi tesis doctoral el 10 de febrero sobre la reforma del sistema electoral", comentó en el programa al ser preguntado por sus próximos pasos tras la absolución.
