Política ligera, política excéntrica, política pintoresca, política electoral, es decir política espectáculo. Da la sensación de que el bucle electoral nos ofrece esta suerte de acontecimientos sin solución de continuidad. Los modernos hablan de política líquida, pero en román paladino, más parece política de la vida misma y la condición humana. Pasamos del “solo sí es sí” a las cuitas de “sumar” y Podemos, haciendo parada en la moción de censura inaudita de Vox con Ramón Tamames y ahora como si no fuera poco, llegamos a Ana Obregón con un debate de altos vuelos bioéticos, morales, religiosos, sociales y por supuesto políticos
Se celebrará del 3 al 5 de junio y contará con numerosos expertos, ponencias, mesas redondas y conciertos
La esperpéntica España que diría Ramón Mª del Valle-Inclán, el auténtico, no deja de sorprendernos. Segunda vuelta electoral y seguimos igual o parecido. Lío con el recuento electoral, depresiones post 26M, pactos esperados e inesperados o fuego de artificio, según el caso. No llegamos vivos al verano
Allá por los años 90 había una expresión entre pija y cursi que se utilizaba con tono de parodia y burla para ridiculizar la manera de confirmar una verdad entre los miembros de cierto entorno social. Hoy en día los juramentos de nuestros políticos han dejado aquella expresión como algo hasta serio