VALENCIA. Salir del círculo de los cargos públicos se están antojando una tarea muy complicada para el que fuera el núcleo duro de Francisco Camps en sus años al frente de la presidencia de la Generalitat Valenciana. A pesar de la ruptura escenificada por el nuevo inquilino de la calle Cavallers, Alberto Fabra, que supuso el relevo de todos los cargos de confianza que tenía Camps a su alrededor, su marcha no les ha deparado un incierto futuro laboral, como ocurre con el 25% de los valencianos. Lejos de buscarse la vida en la empresa privada, los cinco hombres y mujeres que arroparon al expresidente en su época más complicada, la de la imputación que desencadenó en la dimisión forzada, han conseguido reubicarse en la Administración, ya sea vinculados al Gobierno central o al autonómico.
El último de los cinco que logró un nuevo destino fue el exjefe de gabinete de Camps. El Consorcio Valencia 2007, un organismo controlado por el Gobierno central creado para organizar la Copa del América y que se mantiene activo -pero inoperante- porque a él le corresponde diseñar el futuro del a dársena del puerto, nombró a Pablo Landecho como nuevo director general. Después de unos meses en los que se rumoreó su incorporación a Bankia, Landecho se había quedado fuera de los cargos repartidos por el Consell, lejos, eso sí, del Palau de la Generalitat.
Landecho ocupó el gabinete de Camps tras la salida de Ana Michavila, persona que históricamente controló con mano tan férrea como discreta la agenda del presidente.
La recolocación del defenestrado equipo de Camps se fue gestando poco a poco pero sin complejos. La exsecretaria general de Comunicación, Nuria Romeral, que durante años controló el gabinete de prensa de la Generalitat (e intentó alargar ese poder hasta los medios de comunicación) fue premiada con la dirección de Ràdio 9.
Por su parte, Henar Molinero, directora de Organización de Presidencia, persona con gran influencia y poder de decisión a la hora de decidir el destino de muchos asesores y personal de confianza de la Generaitat, obtuvo como premio la dirección de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
El 'desmontaje' de 'aparato' de Camps en el Palau concluyó con la salida del Consell de la vicepresidente Paula Sánchez de León, que fue nombrada delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana. Hasta allí se llevó a Isabel Villalonga, la abogada de la Generalitat que ocupó cargos relevantes en la Adminsitración valenciana, el último subsecretaria de presidencia, para que se encargue de la secretaria general de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana.
Con el de Landecho de este viernes se completa la recolocación del núcleo duro de Camps en la Generalitat, siguiendo la máxima de que, por muchos recortes y reducciones de altos cargos que haya en las Administraciones públicas, siempre hay un hueco para determinadas personas.