
VALENCIA. Mientras la Generalitat apura las prácticamente inexistentes posibilidades de acoger el año que viene de nuevo el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, el circuito urbano de Valencia se deteriora a marchas forzadas. Paralizado en el tiempo desde que hace algo más de un año se celebró la última edición de la carrera, la sensación de abandono del trazado y de todos los elementos que lo conforman (y que no se han desmontado desde entonces) empieza a pasar factura.
El óxido se ha adueñado de las vallas de protección, uno de los túneles que se construyó para acceder al trazado está inundado, la pasarela peatonal presenta graves deficiencias fruto del abandono y de la falta de mantenimiento... Todo sin tener en cuenta que la decisión de no desmontar buena parte de las estructuras que forman parte del circuito durante la celebración del gran premio han convertido a esta zona de Valencia, aneja al puerto y a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en un lugar inhóspito.
La fotogalería de Biel Aliño para ValenciaPlaza.com pone de manifiesto el abandono de un trazado que, en el caso de tener que volver a ser utilizado, supondría un elevado gasto de puesta a punto.