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El pliego de privatización de Cacsa no exige acabar L'Àgora ni cita los problemas del edificio

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VALENCIA. El nuevo concesionario de la gestión privada de parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias tendrá que buscar actividad para uno de los espacios más polémicos del complejo: L'Àgora. Este edificio, ideado por Santiago Calatrava como espacio multiusos, está totalmente infrautilizado la mayor parte del año y arrastra varios problemas, principalmente el hecho de que está inacabado. 

Las láminas de vidrio que deben coronar el edificio nunca se colocaron y la Generalitat ha aplazado esta obra sin fecha. Los huecos que en el parte superior de la estructura deben acoger esas láminas, provocaron incluso goteras durante la celebración de uno de los pocos eventos que acoge regularmente, el Open 500 de Tenis.

Pero en el pliego de condiciones no se especifica nada sobre ese problema. Tampoco se exige al concesionario que acabe la obra, como se había especulado. Sobre las condiciones de mantenimiento, que la empresa gestora deberá realizar para evitar el deterioro del edificio, tampoco se cita los problemas con la cubierta exterior de trencadís desvelados recientemente. Según el pliego, L'Àgora es un espacio perfecto.

Sobre qué hacer con ese edificio todo queda en manos del ofertante. Eso sí, el único evento que acoge, el mencionado Open de Tenis, no será un negocio para el concesionario. En las bases se especifica que, en caso de celebrarse, la concesionaria deberá ceder el espacio de forma gratuita a la Generalitat por espacio de 45 días. La Generalitat también se reserva otros 10 días al año para su uso. 

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