VALENCIA. El PP aprovechará el último pleno de la legislatura, previsto para la semana antes de la disolución de Les Corts, para aprobar dos de las leyes que más polémica han levantado en los últimos meses. Se trata de la nueva legislación sobre señas de identidad y la iniciativa legislativa (ILP) popular sobre la nueva RTVV.
Según fuentes parlamentarias, el grupo popular ha decidido aplazar la votación de la ILP que estaba prevista para el pleno de final de febrero, el segundo de los tres que quedan, según el calendario de Les Corts. No hay una razón oficial para ese aplazamiento, pero todo apunta a que el PP ha optado por concentrar en el último plenario los temas más polémicos.
En el caso de la ILP, el PP se enfrentará en solitario a un texto que se aleja de manera sustancial de la propuesta que entró en Les Corts. Ningún grupo apoyará la redacción final tras las enmiendas que incorporó el grupo popular y que convierten la ley en papel mojado al introducir condiciones para la reapertura de RTVV que son de difícil cumplimiento, especialmente la obligación de haber liquidado las sociedades anteriores.
Pero no solo serán los grupos parlamentarios los que se opongan a la ley. Los promotores de la ILP -asociaciones cívicas y culturales apoyadas por 90.000 firmas- han pedido formalmente su retirada al considerar que el espíritu de la propuesta ha sido completamente desvirtuado con las enmiendas.
Sin embargo, la actual ley de ILP de la Comunitat Valenciana no permite que los promotores fuercen la retirada una vez entra en Les Corts. Es más, la norma obliga a que, una vez iniciado el trámite, se complete. Otra cosa es que en la votación final se desestime, pero debe producirse incluso aunque finalice la legislatura.
Respecto a la ley de señas de identidad, que el PP ha convertido en un elemento central de su discurso en los últimos meses, el grupo popular también irá en solitario con una norma que ha recibido críticas hasta del Consell Valencià de Cultura.