VALENCIA. Las elecciones catalanas con fecha fijada para el próximo 27 de septiembre serán, a juicio de los principales estrategias de todos los partidos políticos, una cita de absoluta relevancia en el panorama nacional. No obstante, amenazan con convertirse también en una fuente de problemas para el Gobierno valenciano liderado por PSPV y Compromís.
Declaraciones como las realizadas este fin de semana por el conseller de Justicia catalán, Germà Gordó, que se mostró partidario de otorgar la nacionalidad catalana a valencianos y baleares, son piedras en el camino ya de por sí tortuoso que debe atravesar el Ejecutivo que lidera el socialista Ximo Puig. Fue el propio jefe del Consell quien salió este lunes al paso para tachar de "insensatas, inoportunas y muy irresponsales" las palabras de Gordó. Unas críticas con las que coincidió el responsable de los socialistas catalanes, Miquel Iceta (PSC), quien precisamente tiene previsto encontrarse con el presidente valenciano este miércoles en el Cap i Casal.
La preocupación por la recta final de cara a las elecciones catalanas y las consecuencias de las mismas comienza a crecer en el seno valenciano. Tanto PPCV como Ciudadanos, aprovecharon este lunes la munición recibida por las declaraciones de Gordó para dirigirla al actual Gobierno valenciano. Así, el secretario del grupo parlamentario 'popular', Luis Santamaría, pidió "respeto" a Gordó y criticó a Puig por haberse reunido el sábado con Artur Mas, alguien que "apuesta por el proceso rupturista en España y ataca a los valencianos cuando nos asigna el papel de mera comarca de unos hipotéticos 'Països Catalans'". Unas afirmaciones a las que también unió la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que acusó al Consell de "esconder su ideología".
Más dura aún fue la portavoz de Ciudadanos (C's), Carolina Punset, quien, además de lamentar que el PSPV hubiera pactado con "un partido nacionalista como Compromís" en vez de con su formación, consideró a Puig "la última persona legitimada para criticar el pancatalanismo" porque "su conseller de Educación ha defendido públicamente la anexión de la Comunidad Valenciana a lo que los independentistas catalanes llaman Països Catalans". Precisamente el titular de Enseñanza, Vicent Marzà, ha sido blanco de las críticas de PPCV y C's -prácticamente desde su nombramiento y en especial en los últimos días- por declaraciones favorables al independentismo efectuadas en el pasado, unas tesis de las que se desmarcó la propia vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, si bien recalcó que esas palabras se habían realizado a título personal y cuando no era responsable autonómico. En este sentido, más firme se mostró la portavoz del Ejecutivo al invitar a estudiar "geografía" a los que incluían la Comunitat dentro de los 'Països Catalans'.
En este sentido, y en el ámbito político estratégico, fuentes del PP y C's próximas a la dirección de ambos partidos admiten que existen directrices claras para reaccionar ante cualquier información o declaración que vincule al actual Consell con el proceso catalán: una manera de sacar rédito no solo durante la precampaña y campaña electoral de esas elecciones, sino de cara también a lo que pueda ocurrir posteriormente en Cataluña y, en último término, como preparación para buscar debilitar a PSPV y Compromís en las elecciones generales de noviembre. Una estrategia de carácter nacional -el PP puede tratar de diluir otros problemas como el empleo centrándose en presentarse como garante de la unidad de España- que en la Comunitat Valenciana tiene además mayores connotaciones especiales por los antecedentes que en otras regiones.
Por otro lado, desde la sala de máquinas socialista se quiere evitar a toda costa que un problema nacional con el que debe lidiar a día de hoy el gobierno del PP se convierta además en un problema valenciano. Una situación que puede agravarse con un probable mal resultado de los socialistas catalanes, algo que influiría negativamente en la marca PSOE de cara a las elecciones generales. En este contexto, cualquier vinculación que pueda realizarse entre el proceso independentista catalán y el actual Gobierno valenciano será petróleo para PPCV y Ciudadanos (C's), una circunstancia que, como demuestran las airadas respuestas de Puig y Oltra, incomoda al Consell formado por PSPV y Compromís.