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EN TELA DE JUICIO

Las becerradas de la vergüenza de Algemesí reciben una estocada

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VALENCIA. Por primera vez en su historia las becerradas de Algemesí han sido portada en todos los medios nacionales. Las manifestaciones contra estas capeas, cuestionadas incluso por taurinos y en la que jóvenes aficionados torean y matan a becerros, se han saldado con detenciones, heridos y peleas en una batalla que se ha extendido a lo largo de toda la semana y que ha sorprendido a todos por su intensidad.

La tradición taurina en Algemesí es centenaria. Tal y como recordaba a la agencia Efe esta semana el alcalde, Vicente Ramón García, se remonta a los siglos XI y XII y hay datos de plazas de toros en Algemesí de hace más de 400 años. Según explica el crítico taurino José Luis Benlloch, los vecinos del pueblo les dejaban a los ganaderos que sus toros pastaran en la marjal. A cambio, el ganadero les dejaba algún becerro y algún toro para que fueran empleados en la fiesta. 

Sin embargo, y pese a la importancia de la costumbre en las fiestas populares, las becerradas habían sido cuestionadas en repetidas ocasiones. De hecho no es la primera vez que se producen protestas de este signo ya que las críticas a las becerradas han sido una constante en la última década, e incluso la Comisión Taurina se planteó suprimirlas en 2007, pero sí es la primera ocasión en la que el conflicto acaba en los tribunales.

Este jueves se anunció el acuerdo del equipo de gobierno del Ayuntamiento para emprender acciones legales contra el grupo AtresMedia, que incluye a La Sexta y Antena 3, por mostrar imágenes que no se corresponden a la fiesta taurina de Algemesí en sus informaciones en su página web. Asimismo, desde el consistorio se denunció que los antitaurinos, a los que calificaban de ‘radicales', habían causado destrozos en las pancartas que anuncian las fiestas locales y daños en el mobiliario urbano durante su estancia en la ciudad. En el lado contrario, los grupos antitaurinos habían denunciado agresiones por parte de los defensores de la fiesta, con el lanzamiento de cubitos de hielo y objetos.

Y LAS BECERRADAS LLEGARON AL ‘SÁLVAME'

Este año la presión por parte de los antitaurinos ha sido, dicen algunos vecinos, excepcional. Imitando el modelo de Ocupa Tordesillas, se ha creado una página en Facebook que se llamaba Ocupa Algemesí y se habían empleado las de Ocupa Tordesillas de cada provincia para organizar traslados al municipio valenciano. Otras como la dedicada a la abolición de las becerradas invitaban a llamar al ayuntamiento o a la empresa SOS, ubicada en la localidad, y a boicotear sus productos.

La red ha permitido y promovido que los grupos de antitaurinos hayan sido más numerosos que nunca y las protestas, hasta ahora simbólicas o relativamente importantes, se convirtieron en un conflicto de primer orden. "Han venido de Murcia, de Barcelona, de Madrid, de todas partes", comentaba un policía local este sábado.

En todas sus protestas los antitaurinos comparaban las becerradas, que se celebraron los días 22 y 24, con el 'Toro de la Vega' de Tordesillas. Algunos, como los representantes de Verds Esquerra Ecologista, formación integrada en Compromís, no dudaban incluso en afirmar en un comunicado que la "brutalidad" del Toro de la Vega "se quedaba pequeña" en comparación porque en esta celebración valenciana "no hay ni buey, lo que se tortura y mata son crías de vaca que salen a la plaza a jugar y que acaban cosidas a puñaladas". Hasta en el programa Sálvame, el presentador Jorge Javier Vázquez atacó las becerradas y las calificó de "salvajadas".

La disputa mediática llegó también a la arena política. El delegado del Gobierno, Serafín Castellano, que este viernes participaba en Alicante en un acto propagandístico del Ministerio de Medio Ambiente, salió en defensa de la fiesta por una cuestión de tradición. "Es un festejo muy importante de hace mucho tiempo", sostuvo. 

La repercusión de las protestas ha sido tal que la cantante Edurne decidió suspender el concierto que estaba programado para este sábado noche en Algemesí. A través de las redes sociales, fans y representantes de asociaciones animalistas habían solicitado a la artista que no actuara en la población para expresar su rechazo. En las diferentes redes sociales de la propia cantante y de la productora responsable del evento se anunció la decisión de la cantante que dejó al municipio sin su concierto principal. En su sustitución, el ayuntamiento contrató a una orquesta.

ESTOCADA A LAS BECERRADAS

Este sábado el ambiente en Algemesí era bastante más relajado. Los vecinos estaban en las calles y muchos habían salido a cenar y habían convocado a amigos de otras localidades próximas. Pero flotaba el malestar por los incidentes. La agria polémica pone sobre el tapete la continuidad de un acto de la semana taurina que ha ido perdiendo apoyo popular. Un dato: de las 27 peñas taurinas que hay en Algemesí sólo seis participaban este año en las becerradas.

Es por eso que formaciones locales como Més Algemesí, con su portavoz Josep Bermúdez al frente, culpan directamente al alcalde de mantenerlas pese a la oposición de buena parte de los ciudadanos. En un duro comunicado titulado El problema de la semana de toros se llama PP de Algemesí, este partido político aseguraba la semana pasada que "es la actitud 'chulesca' de la primera autoridad y la falta de alturas de mira de algunos implicados en la fiesta la que genera más problemas que resuelve". Sus palabras se convirtieron en proféticas.

La virulencia de los antitaurinos también ha sorprendido a muchos algemesinenses. Una vecina de la localidad, Elena B., contraria a las becerradas, criticaba la violencia verbal que han sufrido a través de las redes sociales y en el pueblo ("nos han dicho todo tipo de barbaridades") por una fiesta que a cada año que pasa es sinónimo de muchas cosas pero ninguna que se pueda interpretar como diversión. Esta vecina, como otros muchos, está convencida de que el año que viene no se celebrarán. Así, insistió en que la mayoría de los festeros están en contra y las apoyan sólo una pequeña facción de los taurinos, "los más ultra", según los describió. "Muchos creíamos que este año no se iban a volver a hacer", añadía. 

Las expectativas para 2015 están claras. Si se repiten las becerradas la bronca será mayor. Los incidentes de este septiembre caliente pueden haber sido la estocada final. Aunque no todos son optimistas. Vicent J. E., quien cree que las becerradas son una tradición despreciable que para lo único que sirve es para alimentar los más bajos instintos ("sólo van borrachos y gente pasada a hacer el cafre"), está convencido de que no hay intención por parte del consistorio de suprimirlas. Y eso, vaticina, acabará provocando conflictos graves. "Esto tiene mal arreglo", sentenciaba. 

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