VALENCIA. Disparidad. Así se resumen las distintas opiniones que desde el PPCV se expresan internamente sobre la situación de los imputados en Les Corts Valencianes. Desde el "afecto" que este martes citaba la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, o la presunción de inocencia en la que ha insistido el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, a posiciones de otros cuadros del partido más próximos a Alberto Fabra que esperan la salida de los imputados de Les Corts.
Recientemente, el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, afirmaba en la convención del partido en Castellón que lo "difícil" en estos momentos era ser "militante del Partido Popular en los bares". Una manera de expresar los problemas que tienen las bases para defender las posiciones de la formación en la situación de crisis actual, cuando Mariano Rajoy ha incumplido varias de sus promesas electorales y los casos de presunta corrupción asolan al partido tanto en el ámbito nacional como en el autonómico.
En este sentido, sectores del partido y del Consell alineados con Alberto Fabra no solo defienden la tolerancia cero contra la corrupción que el presidente de la Generalitat está llevando a cabo, sino que incluso exigen más. Así, la primera pregunta que se hacen es clara: "¿Por qué los imputados no se marchan?". Resulta "evidente", según coinciden las fuentes populares partidarias de mantenerse firmes en la doctrina anticorrupción, que los imputados están "haciendo daño" al partido. "¿Por qué ninguno decide irse por sí mismo"?, se pregunta un dirigente popular consultado por este diario.

Al margen de que abandonar el acta para los imputados implicaría un traslado de la causa que probablemente retrasaría el proceso, ninguno de los parlamentarios que se encuentran en esa situación parece tener voluntad de abandonar el ‘calor' del grupo para jugarse los cuartos en solitario. Así pues, aquella frase que tantas veces ha repetido el vicepresidente del Consell, José Císcar, -"si yo estuviera en su situación me iría a casa"-, no aparece por el momento en la hoja de ruta de los imputados.
No obstante, y pese a que se había tranquilizado a los diputados cuya apertura de juicio oral era más inminente, el presidente Alberto Fabra señaló este martes que la situación de Milagrosa Martínez y Angélica Such, se está estudiando. Desde el sector partidario de aplicar la máxima firmeza en estos casos, se considera que el jefe del Consell puede acometer la salida negociada de ambas diputadas.
"NO SE ESTÁ CUIDANDO A LAS PERSONAS"
En la otra orilla del PP, la postura es totalmente opuesta. La estrategia de Fabra de tolerancia cero contra la corrupción es repudiada, con distintos grados de vehemencia, por ciertos sectores del partido. De hecho, los dirigentes populares más contrarios a las medidas aplicadas señalan que, a día de hoy, a "lo único" a lo que se ha dedicado Fabra durante su mandato es a "cargarse" a gente de su propio partido.
En esta línea, otros argumentos que molestan en estas esferas del PP son la "nula confianza" en la "presunción de inocencia" y lo que se considera en este grupo como "renegar del pasado". "No se está cuidando a las personas", comenta un diputado autonómico a este diario.
Tal vez por este malestar existente, además de por su propia situación con la posible imputación en el caso Nóos flotando en el ambiente, la alcaldesa de Valencia mostró este martes su "afecto" hacia los compañeros en el PP que "por alguna razón, unas más claras, otras menos claras, se han visto involucrados en una situación dificilísima" como los procesos judiciales. Asimismo, insistió, como hizo este lunes al hablar del exconseller y exdiputado de esta formación Rafael Blasco, en la necesidad de "humanizar la política".