L'ELIANA. El establecimiento, la pizzeria franquiciada 'Crapa Pelata', en l'Eliana, se encontraba hasta los topes de clientes comiendo, la mayoría familias, y de otros muchos recogiendo encargos, como corresponde a un domingo de vacaciones, el pasado 4 de abril.

Todo transcurría con normalidad hasta que de pronto apareció por la puerta el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, acompañado de otra persona (los escoltas permanecieron fuera del local). Camps y su acompañante se dirigieron como si tal cosa hacia la barra de servicio para reclamar su pedido: tres pizzas de tamaño mediano.

El pedido fue atendido con normalidad por el empleado encargado, pagó el presidente, recogió las pizzas su acompañante y marcháronse ambos con sus tres pizzas por donde habían llegado.

Seguramente no tiene nada que ver, pero no faltó quien enlazara el relax mostrado por el president con la publicación en el diario Público de esa misma mañana de los resultados de una encuesta en la que el PP valenciano volvería a ganar de corrido las elecciones autonómicas si éstas se hubieran producido por las mismas fechas en las que se realizó la encuesta. En todo caso, lo que es seguro es que la apertura del sumario Gurtel, dos días después, no le quitó el apetito al presidente del Consell.