Daniel Pérez Alegre: «Hay que huir siempre del consenso del mercado»

VALÈNCIA. La bolsa llamó la atención desde joven a Daniel Pérez Alegre (València, 1992) «viendo en la televisión cómo subían y bajaban las acciones; y cuando cumplí 18 años me abrí una cuenta de valores con 1.000 euros. Fue mi inicio en la inversión en el parqué», relata a Plaza este financiero valenciano con pasado en GVC Gaesco, Rankia y Kau Markets EAF. ¿Qué valores escogió entonces en su estreno como inversor? «Prefiero no decirlos», sonríe.

Antes de dedicarse profesionalmente al mundillo financiero se fue formando. Lo hizo con un Grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), un curso en Gestión de Inversiones Sostenibles y Responsables en la UNED y el Máster en Asesoramiento Financiero y Seguros de la UPV, así como el Máster Universitario en Gestión Financiera de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF).

Analista financiero, gestor de carteras, selector de fondos de inversión… ¿en qué área se siente más cómodo? «Sin duda, el que más me gusta es el de selector, porque es muy variado al tener que seleccionar, construir carteras, analizarlas, estar muy pendiente de la situación macroeconómica, de la marcha de los mercados financieros… Es un perfil que exige tener conocimientos en diversos campos, dado que intervienen muchos factores en la evolución de los mercados. Soy muy poco comercial y muy de perfil analista», vuelve a sonreír.

Preguntado por lo que debe tener muy en cuenta un buen selector de fondos, no duda en señalar que «una visión muy amplia del sector, ser una persona técnica bajando a los números para diferenciar entre una buena y mala idea, además de comprender en todo momento las necesidades del inversor que tiene delante». ¿Y de qué tres factores debe mantenerse al margen en todo momento? «Hay que huir siempre del consenso y del ruido del mercado teniendo una visión propia, no ser dependiente a la hora de seleccionar fondos y no estancarse en los conocimientos técnicos».

* Lea el artículo íntegramente en el número 94 (agosto 2022) de la revista Plaza