El primer supermercado especializado en comida tailandesa está en el cada vez más colorido barrio de Arrancapins. Todo para el pad thai, aquí
Chinda y Hans viven en España en parte por el vino, en parte por el amor, en parte por el contexto socioeconómico. Él, Hans, de origen holandés, es representante de djs. Ella, Chinda, es tailandesa y lo que es más importante que una ocupación, gran conocedora de los viñedos franceses. Durante la cuarentena, Chinda comenzó a vender productos tailandeses por internet. Usaban su casa como parque logístico, pero se les quedó pequeña. «Alquilamos un pequeño local en un barrio más apartado. Pero seguimos creciendo y nos trasladamos aquí, a la calle Francisco de Borja, donde hay más visibilidad. Tenemos un 97 % de productos tailandeses. Por lo general, en València, cuando vas a un supermercado asiático tienes sobre todo comida china». Desde hace unas semanas, el barrio de Arrancapins tiene «la única tienda en España, especialista en productos tailandeses, con más de 800 referencias: Dawfood».
«Junto con la japonesa, creemos que es la gastronomía de Asia más diferente, más saludable. Con muchas verduras. Queremos empujar este mercado. La idea también es hacer comunidad. Trabajamos con los tailandeses que hay instalados en España y Portugal», explica Hans, mientras paseamos por los pasillos de este supermercado que los sábados ofrece degustaciones de platos típicos.
La diferencia entre la gastronomía tailandesa y otras asiáticas radica, según Hans, en que, por ejemplo, «cuando tú vas a un restaurante chino de aquí, lo adaptan más a los gustos locales. La cocina japonesa tiene sus cosas, la tailandesa también. Utiliza muchas hierbas, muchos condimentos que dan mucho sabor a los platos. Empleamos finger root —boesenbergia rotunda, conocida como jengibre chino— , kalanga para las sopas tonkay, leche de coco… además, cada región de Tailandia tiene sus platos. Pero mi mujer sabe más, ¡y cocina muy bien!». Chinda toma el relevo en la conversación: «La cocina de mi país tiene más sabor, es más rica, más auténtica y hace uso de más productos naturales. Tenemos muchas más hierbas como citronella, lemon grass, lima kaffir, cilantro…».
Este proyecto, que tiene puesto en su plan futuro abrir un restaurante, porque sus promotores consideran que en València hay un vacío en cuanto a este tipo de cocina, está revalidado por algo muy veraz: el amor de esta pareja por el vino y el buen vivir. «Nos gusta vivir en España. No descartamos volver a Tailandia de forma temporal. ¿Por qué nos gusta vivir aquí? Tenemos de todo. Buen vino, somos amantes del vino, y aunque hemos vivido muchos años en Francia, no es como el de aquí».
Para Hans, algunas cadenas de comida tailandesa como Lemon Grass no están del todo mal. Cumplen con su función de comida rápida: «son más dulces, adaptados al paladar de aquí. No es auténtico, todo está algo cambiado. Pero nosotros lo vamos a revertir. Estamos ahí, buscando un equipo para abrir un restaurante».
Siete de los numerosos platos típicos de Tailandia son el conocidísimo y mil veces versionado Pad Thai —pasa como con la pizza o la paella fuera de nuestras fronteras—, los rollitos frescos llamados Kuay Teow Lui Suan, el Tom Yum Goong, el Tom Kha Kai (pollo en leche de coco), Kai Med Ma Muang, (un guiso de pollo con anacardos), los mil y un curries, como el Massaman Curry y la refrescante Som Tum, una ensalada picante de papaya verde.
«Con las degustaciones intentamos que la gente aprenda el verdadero sabor, enseñar cómo cocinar. Vienen conocidos y desconocidos, hacemos contactos. Les explicamos la forma de preparar los platos en su casa y aquí pueden llevarse todo el kit de ingredientes». La pareja tiene además un canal de YouTube donde de forma didáctica y visual explican cómo realizar las preparaciones más populares. «Esto es un supermercado. Si vienes aquí, es porque te apetece cocinar. La comida no está hecha. Hay que superar esa pereza. Nosotros le ayudamos en todo lo posible». Al final, una tienda física cumple esa función didáctica que el online no tiene.
El éxito de la cocina tailandesa se halla en cómo entremezcla notas dulces, ácidas, saladas y amargas. Casi todos los platos de esta gastronomía contienen los cuatro sabores que impregnan las frutas y verduras frescas sobre algún producto cárnico, casi siempre pollo o pescado blanco y mariscos. Pero pese al gran número de referencias disponibles en Dawfood, no están todos los productos. «Lo más difícil de conseguir son las verduras. Hay muchas que no podemos importar directamente porque en España, como casi todas líneas de transporte van al norte de Europa no es tan sencillo, y sobre todo es supercaro».
«Estamos contentos. Cada vez más gente se interesa por probar y conocer este tipo de comida». Ir a Arrancapins nunca será como ir a Manila, pero al menos genera menos monóxido de carbono.