GRUPO PLAZA

AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

De ecología, burbujas y otros cuentos veraniegos

15/07/2023 - 

El otro día, hace un par de semanas, y antes del espectáculo del debate, escuche una noticia que me ha empujado a escribir estas líneas, además buscar algún dato que otro. La información decía algo así, tras semanas de paulatinas bajadas del precio de la energía, se espera que este precio remonte, dado el inicio del buen tiempo, por la bajada en la cesta energética de las renovables. Pero no decían, o por lo menos se escuchaba ese mantra, que debíamos (España) invertir en las energías renovables dada nuestra buena climatología, por las horas de sol anuales, etcétera, etcétera etcétera, o era una campaña con origen seguramente en el lobby ecológico-industrial, que existir existe, por lo del qui prodest, y por las presiones que realizan sobre Warren Buffet, que por cierto invierte en petróleo, y en nuevas centrales del tipo SMR, de las que ya les escribí.

Ya saben que las intervenciones en la economía por parte de los poderes públicos, alterando el llamado Mercado, tienen sus riesgos, aunque sea con toda la buena voluntad, como dirían nuestras madres, el infierno está empedrado de buenas intenciones. Acuérdense de como José Luis Rodríguez Zapatero, además del lio del depósito de gas Castor mil millonario en pérdidas, nos dejó la burbuja de las renovables, generada con préstamos ICO de más de 20.000 millones de euros (y que según el Tribunal de Cuentas en su informe de 2018 tenía una morosidad de un 83 %), y unas primas de más de 6.000 millones anuales, y que los gestores públicos que heredaron “el marrón”, intentaron detener esa sangría, generando, claro está, múltiples perjudicados, desde inversores privados que creyeron de buena fe que el futuro era fotovoltaico, a importantes fondos internacionales. Estos últimos ahora mismo están pleiteando contra el Estado español, y a consecuencia de diferente laudos internacionales han llegado a embargar algunos bienes públicos, como la propiedad del Instituto Cervantes en Londres o la embajada comercial de la Generalitat de la Comunidad Autónoma Catalana, a pesar de lo que diga el artículo 132 de nuestra constitución, ya saben de aquellos polvos estos lodos.

Porque de burbujas en el sector privado hay un racimo de ejemplos, desde (y por quedarnos sólo en este siglo XX) las empresas punto com, hasta las múltiples (algunas por estallar) criptomonedas pasando por la inmobiliaria-financiera del 2008, donde los codiciosos actuaron con la complicidad de la banca pública, ergo Cajas de Ahorros politizadas. Hoy podemos estar ante otra posible y futura burbuja, el Hidrógeno Verde; ya saben que me gusta hacer de Pepito Grillo, o de aquel niño que señaló al Rey porque estaba desnudo, y todo el mudo lo veía, pero callaba.

Si uno busca en esa biblioteca digital, que es Internet y en concreto la Wikipedia el hidrogeno verde “se refiere a la producción de hidrógeno generada por energías renovables bajas en emisiones.”, o según Repsol “el hidrógeno renovable, también llamado hidrógeno verde, es un vector energético que proviene de fuentes renovables y con cero emisiones de CO2”, o en Iberdrola “ se basa en la generación de hidrógeno -un combustible universal, ligero y muy reactivo- a través de un proceso químico conocido como electrólisis”; como pueden comprobar las más grandes empresas energéticas del momento están volcadas en este negocio.

Entonces llegados a este extremo, buscamos y nos encontramos que para producir hidrógeno verde se necesitan dos cosas, primero energía, y después agua. En primer lugar ya sabemos que para producir la electrólisis hace falta energía, que se obtendría en este caso de las energías renovables, esas que no producen suficiente como para mantener la totalidad del servicio de la red eléctrica durante todo el tiempo y así abaratar nuestra factura de la luz. Por lo que, para empezar es vestir un Santo desvistiendo a otro; además con los datos que se obtienen de diferentes fuentes del sector, producir un kilo de hidrógeno cuesta unos 60 kW, conteniendo sólo unos 33 kW, por lo que ya ven se pierde un 45 %.

Después viene el agua, y si en España, en la Comunitat Valenciana lo sabemos muy bien, hay un elemento de máxima escasez, ese es el agua. Pero cuánta agua hace falta para producir 1 litro de hidrógeno verde, según esas compañías energéticas, se necesitan entre 10 y 18 litros de agua por cada litro de hidrogeno (según que fuente se consulte). Según los últimos datos de la corporación de Reservas estratégicas de productos petrolíferos se consumieron en España algo más 37 millones de toneladas, entre gasolina y diésel en el año 22; y si por cada tonelada hay unos 1200 o 1300 litros de combustible (dependiendo del hidrocarburo) nos sale un total de 46.250 millones de litros, y si lo multiplicamos por la media de 10/18, nos sale un total 647.500 millones de litros de agua para sustituir los combustibles fósiles actuales al año, pero esa agua, por cierto, debe ser casi pura o muy depurada por lo que hay que multiplicar, según los más agoreros por dos. Aquí es cuando, a mí se me funden las neuronas con este calor, y con tanto número !1,295 billones de litros de agua!

Según los últimos datos del INE, el consumo medio en España de los hogares es de unos 130 litros habitante y día que si los totalizamos, con los datos del mismo INE, de unos 48 millones de población, nos da un total de 2,2776 billones de litros consumidos, sólo en los hogares. Por lo que el agua necesaria para producir todo el hidrogeno verde que sustituyese a los combustibles fósiles supondría un máximo de un 56,85 % del agua que se consume en todo los hogares de nuestra piel del toro, un dato bastante alto, creo yo, aunque fuera la mitad por eso del agua más o menos depurada y multiplicar por dos.

Todo lo anterior sin entrar en otras cuestiones, como la seguridad, que algunos especialistas, ingenieros y químicos, consideran un inmenso problema por su inestabilidad, de hecho recuerden (en el comienzo del artículo) como Iberdrola dice que es “muy reactivo”, y si no que se lo digan a los tripulantes y pasajeros del dirigible alemán tipo zeppelín Hindenburg que se inflamó-estalló cuando aterrizaba en New Jersey en 1937.

Y que conste que me parece perfecto que se trabaje y desarrolle esta tecnología, que es muy antigua por cierto, y tendrá además seguramente su mercado. Fíjense que el primer motor de hidrogeno (que fracasó) se construyó en 1806, la primera pila de hidrogeno que funcionó es de 1842 y el primer vehículo propulsado por hidrogeno de 1863 ¡casi dos siglos!; lo cual también me hace ser un poco suspicaz con el tema, si es tan maravillosa esta tecnología, cómo se dejó robar la cartera por los hidrocarburos hasta que llegó el mesianismo ecológico. A ver si nos pasa como a los entrampados con las fotovoltaicas, o como a los alemanes que cerraron sus centrales nucleares, y ahora están respirando el hollín del carbón de su centrales térmicas, por cierto no muy ecológicas que digamos.

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email


Quiero suscribirme

Acceso accionistas

 


Accionistas