VALÈNCIA. Ya no es un calentón. Dos días después de declararse el mayor incendio que ha sufrido el Botànic, PSPV y Compromís siguen avivando el fuego. La ofensiva de los socialistas por justificar el cambio de criterio de la Comunitat en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y vender el pacto con el Gobierno central como un "exitazo del Botànic" se topó este viernes con la respuesta de pesos pesados del partido de Mónica Oltra. Además de "deslealtad", la coalición también acusa ahora a los socialistas de mentir con su relato del desagravio. Mientras el jefe del Consell se mantiene al margen y la vicepresidenta urge a recuperar el "respeto", el PP ya pide la celebración de elecciones.
Superado el impacto de la votación de la senda de déficit del Gobierno de Pedro Sánchez, los dos socios del Consell se centran ahora en los reproches y en demostrar quién ha tenido el comportamiento reprobable. La Conselleria de Hacienda, con el socialista Vicent Soler al frente, defiende que actuó con absoluta lealtad hacia Compromís porque lo pactado era abstenerse y no apoyar la propuesta del Gobierno central, pero siempre que no existieran compromisos "tangibles" con la Comunitat, como así entiende el conseller que ocurrió. La coalición, sin embargo, rebate esa versión, defiende que existía un acuerdo para abstenerse y reprocha al conseller no haber consultado si la oferta del Ministerio de Hacienda era suficiente para pasar de la abstención al 'sí'.
La reunión del CPFF del pasado miércoles tuvo un formato peculiar porque fue telemática y la votación se efectuó por email. El conseller de Hacienda se conectó desde Morella, donde asistía a la celebración de Sexenni, y en paralelo se comunicó por Whatsapp con la vicepresidenta Oltra, con el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, y con la número dos de Hacienda, Clara Ferrando.
Ferrando (Compromís): "Lo que estaba pactado con Compromís y el conseller directamente conmigo era la abstención. Ya está bien"
En las primeras horas de reunión, tanto la vicepresidenta como Ferrando le advirtieron de que cualquier cambio de criterio en la posición de la Comunitat tendría que ir acompañado de importantes contrapartidas para la Comunitat. La vicepresidenta incluso detalló las aspiraciones de su partido, entre las que se encontraban una quita de la deuda, un calendario para la reforma del sistema de financiación o la aprobación de un déficit asimétrico para las distintas comunidades. Ninguna de ellas forma parte de lo acordado.
Clara Ferrando, por su parte, le recordó al conseller que, cualquier cambio en el voto motivado por una mejora en las condiciones para la Comunitat tenía que ser previamente negociado con Compromís. La respuesta del conseller en esas primeras horas fue la misma: "En ello estamos".
Este viernes, la máxima representante de Compromís en la Conselleria de Hacienda estallaba en Twitter contra la versión oficial de su departamento: "Lo que estaba pactado con Compromís y el conseller directamente conmigo era la abstención. Ya está bien".
En paralelo, Presidencia de la Generalitat informaba de que Ximo Puig había "interrumpido temporalmente sus vacaciones" para abordar directamente vía telefónica con la ministra de Hacienda el sentido del voto de la Comunitat respecto a la senda de estabilidad presupuestaria. Posteriormente, fue el propio Puig y no Soler quien explicó la decisión de apoyar la propuesta del Ejecutivo de Pedro Sánchez a cambio de beneficios cifrados en 850 millones de euros.
A las 12:48 del miércoles, Mónica Oltra recibía el siguiente mensaje de Whatsapp de Vicent Soler: "Acabo de votar a favor por motivos que explico en el argumentario –un documento adjuntado por Soler en el mensaje–. Entre unas cosas y otras, podemos conseguir 850 millones. El trabajo de los últimos días ha dado frutos. Por supuesto, tenemos que continuar trabajando cara al Congreso de los Diputados".
Apenas tres minutos después, aún sin que Oltra hubiera respondido, Soler le informaba de que, finalizado el CPFF, se incorporaba a la procesión cívica en Morella. "He intentado hablar contigo", se justificó el conseller con la vicepresidenta. Apenas dos minutos más tarde, Oltra le respondía con un reproche: su llamada se había producido después de haber votado. El pasado jueves, la Conselleria de Hacienda aseguró que no era cierto que el conseller hubiera "informado" a la vicepresidenta después de votar.
El malestar en las filas de Compromís fue en aumento en las horas siguientes, tal y como algunos de sus integrantes se encargaron de evidenciar en Twitter. Mientras varios representantes del PSPV han destacado en las últimas horas los beneficios del acuerdo arrancado por Puig, los mensajes de la coalición se centraron en la crítica hacia su socio en el Consell.
Muy tajante y directo fue, por ejemplo, el jefe de gabinete de Oltra, Miquel Real, al calificar de falsedad la argumentación que la Conselleria de Hacienda había ofrecido sobre cómo se fraguó el cambio de voto de la Comunitat: "Eso es falso".
Mientras seguía el intercambio de reproches en público, Oltra y Puig continuaban sin haber abordado personalmente una de las mayores crisis internas que se han producido en el Gobierno valenciano, tal y como este viernes confirmó la propia vicepresidenta.
"Son fechas en que cada uno estamos un poco dispersos, agosto es un mes siempre atípico", declaró Oltra, quien también aseguró que, "con toda seguridad" podría ver al presidente en el Sexenni de Morella, al que ella acudirá invitada por el alcalde de la localidad.
Sin embargo, Oltra, que confiaba en "reencontrar la esencia del Botànic, que es el diálogo, la gestión de la pluralidad, el respeto de unos a otros, la comunicación permanente y el acuerdo", no mantendrá finalmente ese encuentro con Puig porque, según precisaron fuentes de Presidencia a última hora del viernes, el presidente no estará en Morella porque tenía prevista con anterioridad una escapada.
Oltra fue informada de esta circunstancia después de realizar las declaraciones, aseguraron fuentes de su entorno.