VALÈNCIA. Cuando hace un año aseguró que Mercadona no entraría en la guerra de precios pero sí en la de la calidad, Juan Roig no podía ni imaginar que en su siguiente presentación de resultados, y sin haber dejado atrás la pandemia, tendría que explicar cómo piensa afrontar una escalada de los costes energéticos y de las materias primas que ya comenzó a notarse a finales de 2021, pero que se ha agravado con el estallido de la guerra en Ucrania. Ese escenario inflacionista incrementará sus costes este año en más de 500 millones de euros que tendrá que compensar sin subidas "artificiales" de precio ni reduciendo la calidad de sus productos, pero sí revisando hasta el más mínimo proceso para conseguir el mayor ahorro posible.
Por el momento, el líder de la distribución en España ya ha comenzado sacrificando 100 millones de euros con la reducción de un 0,4% de su margen operativo del año pasado para no repercutir totalmente en sus precios –que en 2021 ya subieron un 2%– incrementos como el del 28% en las materias primas o los 65 millones que le costó de más el transporte. El resultado ha sido un descenso del 6% en sus ganancias netas hasta 680 millones de euros, pese a que las ventas avanzaron un 3,3% hasta 27.819 millones.
Ante esa "tormenta perfecta" que ya atisbó en octubre, con el IPC disparado y a las puertas de la sexta ola de covid, Juan Roig se enfrentó al dilema de cómo seguir siendo rentable con una previsión de aumento del 8% en los costes –400 millones extra en personal y 100 en logística– pero del 3% en los ingresos.
"Decidimos que nuestros precios no iban a subir de forma artificial, que no serán inflacionistas, y que la calidad no se tocaba, no la íbamos a bajar". A partir de esa líneas rojas, la prioridad era buscar la excelencia en los procesos y "eliminar lo que no añade valor", como los 400.000 euros que gastaba en estampar el logo de la empresa en las mascarillas corporativas o los 30.000 euros que le costaban las líneas de fax que ya no utilizaba. "Josep Tarradellas, uno de los mejores empresarios que tenemos, me explicó que los costes son como las uñas, que todas las semanas hay que recortarlas", recordó Juan Roig para justificar esas decisiones.
Además, ha reforzado los departamentos de compras para buscar a los mejores proveedores totaler –especializados en un producto concreto y no en una categoría– porque Mercadona "cree más en la posibilidad de acertar que en la posibilidad de elegir". "Nosotros tenemos que elegir muy bien a nuestros proveedores para que el cliente acierte y nuestro trabajo es saber acertar", explicó Juan Roig.
También ha comenzado a aplicar medidas de eficacia y productividad "para dominar los costes de cada proceso", lo que le permite aplicar cambios de procesos "a una velocidad impresionante". Sirve como ejemplo el caso del zumo de naranja recién exprimido en botella pequeña, en el que ha pasado de perder diez céntimos por unidad a ganarle dieciséis. "Ahora le ganamos 4 millones de euros sin haber tocado el precio, solo los procesos", relató el dueño de Mercadona.
La estrategia comenzó a dar frutos en enero y febrero, pero "por desgracia" estalló la guerra en Ucrania y Juan Roig ha puesto a toda la empresa a "calentarse la cabeza" para darle una vuelta de tuerca a las medidas ante la imparable subida de costes, porque los objetivos de invertir 1.100 millones este año y repetir los 700 millones de beneficio se mantienen pese a todo.
"Tomaremos decisiones seguro para adaptarnos a la nueva situación y que los ingresos superen a los gastos, pero no las sabemos todavía", explicó el empresario. Lo que sí garantizó es que los 96.000 empleados de Mercadona, a quienes este año les subirá el sueldo un 6,5% en España y un 2,7% en Portugal, están comprometidos con el objetivo de mejorar métodos y procesos para eliminar todo lo que no aporte.
El mensaje recuerda mucho al que lanzó a principios de 2009 cuando dijo que la crisis que acababa de comenzar iba a ser "como la Tercera Guerra Mundial, pero sin balas" y habría que hacerle frente elevando la productividad. Trece años después, aunque por circunstancias diferentes, afronta de nuevo un escenario de "economía de guerra" al que entonces hizo frente con decisiones "impopulares" como la eliminación de referencias y pidiendo a su plantilla trabajar "más y mejor".
La receta de la productividad se mantiene y, como entonces, Juan Roig espera de sus empleados y proveedores un compromiso para ser más eficientes. "Los salarios no tienen por qué ser inflacionistas si se mejora en productividad. Hay muchísimos aspectos en los que se puede mejorar, pero hay que estar dispuestos. En Mercadona tenemos la ventaja de que los 96.000 estamos dispuestos a mejorar la productividad", manifestó Juan Roig.
En cuanto proveedores totaler, fabricantes especializados en un producto con los que mantiene acuerdos de exclusividad a largo plazo, el objetivo es mantener su rentabilidad sin incrementos "artificiales" de precio. Entre enero y febrero, los precios de Mercadona han subido de media un 5%, por debajo del IPC y de la media del sector en el mismo periodo. "Todo el mundo está desesperado y a todos los proveedores les decimos que el cliente tienen que poder comprar y que nosotros y ellos tienen que ganar dinero", explicó.
Juan Roig quiere encajar la gestión de esta nueva crisis dentro de la "brutal transformación" que inició hace tres años y durante los que ha invertido más de 5.000 millones en nuevas aperturas y reforma de tiendas, el lanzamiento de nuevas secciones como el Listo para Comer, la inauguración de bloques logísticos, la apertura de sus primeras tiendas en Portugal o el lanzamiento de la tienda online.
Solo el año pasado invirtió 1.200 millones, sobre todo en aperturas y reformas (920), ampliación de bloques logísticos (180) y otros 100 millones en transformación digital.
En 2021 ha alcanzado los 1.662 supermercados, 29 de ellos en Portugal, tras haber inaugurado 79, nueve de ellos en Portugal, y cerrado 58 que no se ajustaban a su nuevo modelo de tienda más eficiente y sostenible. Además, 1.200 supermercados ya han sido reformados conforme el nuevo modelo de Tienda Eficiente y ha extendido el Listo para Comer a 825 tiendas. La plantilla se incrementó en mil personas.
El ejercicio pasado también fue el de la consolidación de la compra online, cuyas ventas alcanzaron los 510 millones de euros, un 40% más que en el primer año de pandemia con 1,8 millones de pedidos procesados –un 49% más– y un equipo de 1.636 personas. Esta parte supone ya el 2% de su facturación total. "Hoy es rentable. Nos ha costado, hemos perdido mucho dinero, pero lo hemos conseguido hacer rentable", se felicitó Juan Roig.
Por el contrario, admitió que aún no gana dinero con las secciones de Listo para Comer porque "algunos procesos no los hacemos bien", pero insistirá en ello y buscará mejores proveedores con la convicción de la que la cocina en el hogar está destinada a quedar reducida a un hobby ocasional.
Ante un 2022 que se presenta "muy difícil", el presidente de Mercadona insistió en la exigencia de continuar mejorando la calidad de su surtido, para lo cual cuenta ya con siete directores de compras y un total de 1.200 personas en la compañía dedicadas a "elegir para que el cliente acierte cuando viene a comprar".
"Hemos conseguido mejorar 500 productos, pero aún nos queda mucho porque hay productos Hacendado que no tienen la calidad adecuada, calidad 10 todos los días. Cuando mejoramos la calidad de un producto las cosas se disparan y cuando un producto empeora, nos pasa lo contrario", relató.
En cuanto a las inversiones, destinará 1.100 millones a la apertura de 68 nuevos supermercados, 58 en España y 10 Portugal; la reforma de 43 supermercados para adecuarlos al nuevo modelo de Tienda Eficiente; y a la implantación de la nueva sección de Listo Para Comer a otros 150 establecimientos. Para todo ello, creará más de 1.000 puestos de trabajo estable entre España y Portugal.
Por lo que se refiere al Proyecto Legado, Juan Roig y la vicepresidenta de Mercadona, su mujer Hortensia Herrero, destinarán "una parte importante" de sus dividendos y de su patrimonio personal en proyectos sociales. En total, ambos han destinado 100 millones de euros en 2021 a diferentes iniciativas en Emprendimiento, Formación, Deporte, Entretenimiento o Arte y Cultura, una cantidad que volverán a destinar este año fruto de su convencimiento de que "el conocimiento y el dinero dan la felicidad… si los compartes” mediante proyectos como Marina de Empresas, la Fundación Trinidad Alfonso, el Valencia Basket Club, l’Alqueria del Basket, Licampa 1617 (Casal España Arena de València) y la Fundación Hortensia Herrero.
La iniciativa comienza con la adecuación de 6 entidades sociales y con la donación de 7 furgonetas de reparto.