Hoy es viernes de volar a Cataluña y pisar viñedo del bueno. El que nos regalará esas uvas que rellenan botellas de las cosas más bellas. Las que nos harán gozar y a bailar, tracatrá
Hablamos de varietales tales que xarel·lo, cariñena o macabeo. Todas muy propias de estos lares, aunque algunas las podemos encontrar también en otros muchos lugares. Blancas y negras en juego de ajedrez para llegar a ser la reina. La de copas que brindan en armónica armonía por pasado, presente y futuro. Conservando tradiciones y recordando emociones, que en desbordarlas somos campeones. Un juego de paisajes y vinos en lucha para alcanzar el trono que hemos venido a ganar. Así que empezamos a tirar con el Cosmic Jive Lashes by Vértigo 2019 (Cosmic Jive). Garnacha tinta de la Agullana girondense que enseguida nos saca del suspense. Porque es de ir de frente con su fruta jugosa y el cuidarte al instante. De superar las pruebas que hagan falta con desayuno detrás y sin desmayos, que viene un buen plato de butifarras con mongetes.
Envidamos a la grande con el Camí dels Sagraments (Josep Ferrer). Xarel·lo con ánfora. Vida que va derechita a campo de frutales aunque no sabe si quiere melocotón amoroso o un limón bien hermoso. Juventud con personalidad de sobra para crecer hasta hacerse grandote. Con la sinceridad de esos años en los que no hay nada que ocultar, y es como se muestra al lado de unos callos con garbanzos.
Incorrecto como se anuncia viene L’Incorrecte 2020 (Celler Sanromà). Parellada de Tarragona de tímida cerrazón que se vuelve todo corazón con tan solo darle unos mimitos. Naranjoso que a saber y que sabe lo que hace. Porque camela en noche liviana para que entre carta y carta acabemos con varias botellas. Y con la voluntad ya perdida, nos perdemos con él y un arroz negro negro.
El Escumoll Brut Nature 2017 (Mascorrubí Heretat) es sumoll con sus gurbujis y el punto festivo. Caballito precioso con un único cuerno molón. Y le pone distinción con bollería fina jaspeada de ralladura cítrica. Peso que no pesa porque posee todo el gusto para gustar. La diferencia del que destaca por personalidad, por seguridad y por estar tan bien junto a unas bravas mixtas.
M'ho ha dit un ocellet 2018 (Mas d'en Perí) es Priorat de cariñena y payesa cariñosa. Fruta tan sabrosa como alegre con sus pellejos muy bien puestos. Pueblo deseado que seduce con rústica imagen. Larga caminata hasta llegar a la siguiente bodeguita, con partida de chato en chato. El rojo de corazones henchidos y siempre consentidos a los que rematamos de pasión con una de caracoles.
Nos ponemos bastante frescas con el Metamorphika Trepat Amphorae 2019 (Costador). Acidez de bayitas recién cogidas y en su cesto. Monte a hombros que aguantan nuestros pesares hasta ganarse los altares. Caminar ligero oteando historias personales que se nos unen para ir llenando la nuestra. Achuches de terciopelo que nos ponen la piel de gallina o de pollo si es al ast.
La diferencia está en el que sobresale y La Diferenta Blanc Brisat Amfora 2018 (La Diferenta) lo sabe. Malvasía de Sitges fermentada en barro que no se pelea con nadie. Paz que se refleja en las piedras más relucientes, que aunque frías son todo tierna ternura. Calizas austeras que se plantan con autoridad para decir que sí a un suquet de peces varios.
El final almibarado lo pone La Xesca Dulce Accidental 2019 (Can Morral del Molí). Macabeu con azúcar residual en forma de revoltosa dama que no tiene nada de error. Porque es verdad, la suya. Con su perfume de naranja y las pieles de señora. Chisposa y chispeante, siempre mira palante y mejor con buen talante. Porque se le da bien compensar y también pensar mientras mordisquea unos carquinyolis crujientitos. Y así nos despedimos, sin empalague, pero con todo el afecto, en efecto.