El director de Análisis de Mirabaud Securities en España frena la euforia bursátil al entender que resulta complicado tomar decisiones radicales en un mercado donde hay tantos vientos de cola
MADRID. Hay que reconocer que hemos conseguido la cuadratura del círculo. Estamos en el mejor de los mundos donde los analistas y estrategas podemos justificar cualquier escenario. El buen entorno macro justifica invertir en sectores o compañías vinculadas a la macro. Los bajos tipos de interés permiten justificar elevadas valoraciones a las compañías vinculadas al bono o con elevado dividendo. Por último se ha conseguido la perfecta cuadratura del círculo con el sector bancario descontando la próxima subida de tipos a corto. Es una pena que este escenario no pueda durar eternamente.
El escenario top down es muy bueno. Nadie discute que el top down del Ibex es bueno. Claves: la macro europea, española y latinoamericana están dando noticias muy positivas; el riesgo político ha desaparecido; tras muchos años, vuelve el flujo de inversor americano comprando Europa; los analistas están subiendo las estimaciones; las valoraciones forward son exigentes, pero todavía no son una locura; y, por último, el mercado está apostando por un movimiento de tipos a corto plazo, positivo para los bancos sin que sea de momento perjudicial para los sectores vinculados a bono.
Sin embargo creemos que se está quedando sin drivers. Dando por supuesto que el top down siga siendo positivo, creemos que los drivers del mercado empiezan a disiparse. Creemos complicado ver revisiones al alza de estimaciones de beneficios, excepto en el caso de una subida de tipos de forma inmediata, algo que parece más que improbable, con lo que la expansión de múltiplos queda como principal driver, pero ya partiendo de niveles muy exigentes, lo cual no deja de ser una apuesta de riesgo.
Una vez más nos preguntamos: ¿Qué compro? De nuevo, tenemos un grave problema cuando pasamos desde el top down a bottom up. Es entonces cuando analizamos valor por valor y nos cercioramos de lo difícil que es encontrar compañías que parezcan mínimamente razonables desde un punto de vista fundamental.
Dejarse llevar por este mercado es, de por sí, una apuesta de riesgo. Es complicado tomar decisiones radicales en un mercado donde hay tantos vientos de cola. Tras ver a muchos clientes en las últimas semanas, tenemos la sensación de que la gran mayoría está dejándose llevar por este excelente top down a la vez que son conscientes de que los fundamentales no dan mucho más de sí. Nadie discute que el mercado podrá irse más arriba arrastrado por el positivo top down, pero cuando entramos en este juego de flujos es obvio que es una apuesta de riesgo.
Ignacio Méndez es director de Análisis de Mirabaud Securities en España