VALÈNCIA. 2018 ha sido un año de contrastes para el ecosistema emprendedor valenciano. Junto a Madrid y Barcelona, València es uno de los principales focos de startups en España -con un 15,3%- y continúa haciendo méritos para convertirse en un polo de atracción internacional. La apuesta de la administración valenciana por atraer la atención hacia la ciudad ha sido uno de los puntos que han jugado a favor de estas compañías emergentes. Mientras, la tardanza en la regulación de los nuevos modelos de negocio relacionados con el sharing en el transporte ha puesto la guinda negra del pastel.
València es actualmente la ciudad con más startups per cápita de España y acumula un 9% de los inversores. De hecho, algunos piden que el nuevo año traiga más fuerza económica local al engranaje para encajar una de las pocas patas en las que el ecosistema flojea y que podría verse acompañado por la nueva Ley de Startups que prepara el Gobierno estatal. Pero, a la espera de saber qué va a pasar en 2019. ¿Qué ha sido lo más destacado de 2018 en Valencia?
Desde que Elon Musk lanzara el reto de poner en marcha un transporte de pasajeros y mercancías en tubos a velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora, conocido como hyperloop, la Comunitat Valenciana se ha convertido en referencia en el ámbito español. Primero con la Universitat Politècnica de València, destacando como uno de los equipos favoritos de la competición y segundo, por la puesta en marcha de Zeleros, una de las seis empresas que trabajan en el desarrollo de este modelo en todo el mundo.
Con esta oportunidad por desarrollar, Zeleros pasó por aceleradoras como Lanzadera o Climate KIC, y fue en el último Debate de Política General cuando el Gobierno valenciano anunció que cedería a la compañía un espacio de Parc Sagunt para poner en marcha una pista en la que validar el modelo, mientras que la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) anunciaba una subvención de más de 100.000 euros para la simulación y experimentación en laboratorio previos a los ensayos en su banco de pruebas.
No se puede negar que la Estación Marítima ha sido uno de los temas que más vueltas ha dado este año. Finalmente fue adjudicada en diciembre a la compañía belga Fosbury & Sons ,quien gestionará este espacio en la Marina de València con su propuesta 'Valencia Innovation Bay' por un periodo de 25 años para poner en marcha un hub tecnológico.
Fuera quedó Valencia Innovation District, el proyecto impulsado por inversores valencianos y apoyado por la Asociación Valenciana de Startups. Teniendo en cuenta las reticencias que mostraron por la adjudicación por sus discrepancias con el canon de la propuesta belga, es posible que el asunto no se haya cerrado por completo y opten por recurrir, tal y como señaló la cara visible del proyecto Ángela Pérez, CEO de Imegen.
La Marina de València también daba este 2018 luz verde al inicio de los trámites para instalar un centro empresarial dedicado al sector biotecnológico y farmacéutico en el recinto. Un proyecto vinculado al empresario valenciano Fernando Ibáñez, cofundador de la EAFI Ética Patrimonios, cuya propuesta se presentó sobre la Base número 5, ubicada en la zona sur y que sería adjudicada por un periodo de diez años. Justo al lado del edificio de la antigua Estación Marítima, el espacio acogió al equipo francés Areva Challenge. La iniciativa, bajo el nombre de Biohub VLC, tiene como gerente a Sabrina Femenía, quien ocupó el mismo cargo en el Instituto de Investigación Sanitaria de La Fe.
La empresa valenciana Encom Games, encargada de organizar el festival Dreamhack en València, también inició los trámites para poner en marcha un espacio enfocado a los deportes electrónicos y la realidad virtual con el apoyo de la asociación valenciana de empresas y profesionales de los eSports. El proyecto, que esta pensado para una superficie de entre 6.000 y 8.000 metros cuadrados, plantea poner en marcha un estudio de producción audiovisual de eSports además de un 'eSports arena', una academia de formación audiovisual especializada en esports, una academia de gamers, un área educativa de videojuegos y diseño digital y un 'parque temático' digital.
En el mes de septiembre se confirmaba que València finalmente no optaría a ser elegida para albergar Web Summit, la mayor conferencia tecnológica en Europa. La administración valenciana presentó su candidatura para suceder a Lisboa, que finalmente se revalidó como sede de un evento al que asisten más de 65.000 personas y para el que, según el gobierno portugués, el impacto económico fue de 300 millones de euros.
El alto atractivo del evento suscitó el interés de varias ciudades en albergarlo: Barcelona y Bilbao entre las españolas y Londres, París, Berlín, Dubái, Hamburgo y Múnich entre las extranjeras. Ponentes de empresas punteras como Amazon, Google, Facebook, Ikea, Nintendo, Airbnb, Siemens, Airbus o Microsoft son algunos de sus asistentes, a los que en 2017 se incorporaron personalidades políticas como el secretario general de la ONU, António Guterres, François Hollande, Al Gore o Yorgos Papandreu, .
Lime aterrizaba en las calles de València en el mes de agosto con cerca de 200 patinetes eléctricos para compartir. Patinetes repartidos por toda València ante la incredulidad del consistorio, que no se esperaba el desembarco de la empresa americana. Pocos días después, la Policía Local de València retiraba todos los vehículos de las calles ante el aplauso de asociaciones vecinales y las críticas de usuarios. Mientras, numerosas empresas se seguían mostrándose interesadas en llegar a la ciudad, como Koko o Wind.
Actualmente, todas se encuentran a la espera de que la Concejalía de Movilidad, dirigida por Guiseppe Grezzi, apruebe finalmente la regulación de este tipo de vehículos que actualmente están prohibidos por normativa en las calles de la ciudad. Además, será el consistorio quien decidirá cuántas empresas pueden operar en la calle, como ya ha ocurrido en otras ciudades españolas. Mientras, la Marina de València sí decidió autorizar su espacio para que Lime pudiera hacer un piloto con sus patinetes.
Las empresas de motosharing continúan llegando a la ciudad y, de momento, corren mejor suerte que los patinetes. Muving fue la primera en desembarcar en la ciudad con su servicio por minutos. Lo hizo seguida de Molo, que optó por un servicio por suscripción. Pocos meses después eCooltra anunció la puesta en marcha del servicio en la ciudad y la última en llegar fue la compañía francesa Yego. Cuatro compañías con centenares de motos desplegadas por la ciudad para el uso compartido por parte de los usuarios.
Aunque desde las compañías aseguran que es una forma de sacar vehículos privados de la calle, desde la administración han planteado en alguna ocasión regularlo. Ante esta nueva perspectiva de transporte sostenible, a finales de este año se puso en marcha Aemus, una nueva asociación empresarial surgida en València con la intención de ser un referente nacional en el ámbito de la movilidad urbana sostenible.
Si bien es cierto que no es una cuestión que nace en 2018, este año ha hecho énfasis en la visibilización de la apuesta de las grandes compañías por el mundo startup. Bankia con Bankia Fintech ya mostró años atrás su apuesta decidida por la innovación abierta. Ahora se suman públicamente Global Omnium, quien se había mantenido más oculta con su división tecnológica y que estrenará nuevo espacio en 2019.
También refuerzan la colaboración entre las empresas más jóvenes y las grandes compañías los programas corporate realizados por Lanzadera, donde han involucrado a multinacionales como Volkswagen. En esta misma línea se mueve Plug and Play, quien a través de sus verticales y con su 'backoffice' en València conecta a muchas compañías de la ciudad con la aceleradora americana, además de fomentar la inversión de los corporates. Cabe destacar la apuesta de otras entidades como Caixabank a través de Dayone.
En el mes de julio los taxistas de València y otras ciudades de España iban a la huelga por los vehículos de transporte con conductor, más conocidos como VTC. Cabify y Uber se pusieron en el punto de mira de los taxistas por utilizar estas licencias para ofrecer servicios de transporte. Sin embargo, la presión del colectivo propició que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, impulsara el real decreto ley por el que faculta a las comunidades autónomas y los ayuntamientos a regular la actividad de los vehículos de alquiler con conductor.
De las últimas cifras que se tienen, actualmente en la Comunitat Valenciana existe una ratio de un VTC por cada 10 taxis, lo que supondría que las licencias de los coches con conductor triplicarían la cifra actualmente permitida por la ley de un VTC por cada 30 taxis.