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Denunciada por la jueza del metro por contar en Les Corts lo que vio  

La magistrada del caso del accidente del metro acusa de un delito contra las instituciones a la médico que la semana pasada contó en Les Corts el lugar en el que vio al maquinista muerto

21/06/2016 - 

VALENCIA. La magistrada que instruye la causa por el accidente de metro de Valencia que costó la vida a 43 personas, Nieves Molina, ha decidido que no escuchará en sede judicial a la médico del SAMU que bajó a las vías recién ocurrido el siniestro. Pero no sólo eso, además ha pedido que se deduzca testimonio contra ella por un presunto delito contra las instituciones del Estado porque considera que ha mentido en su declaración en Las Corts al contradecir los informes oficiales.

Llama poderosamente la atención la velocidad a la que Molina ha tomado esta decisión, una semana, cuando las víctimas personadas en el caso llevan desde abril esperando a que se pronuncie sobre la imputación que han solicitado para el exjefa de FGV Marisa Gracia y otros cinco directivos. Es más, este junio le volvieron a enviar un escrito a su señoría recordándole que no ha contestado. Una instrucción a dos velocidades que las familias no alcanzan a entender.

En cuanto al auto emitido este lunes, se desprende que su señoría posiblemente no vio la declaración de la facultativa, ya que la acusa, sin ningún tapujo y con gran vehemencia, con estas palabras: "Cuestionar sin base objetiva los informes técnico policiales (a cuyos intervinientes se les está atribuyendo la comisión de un delito de falsedad documental) puede suponer como mínimo una falta de responsabilidad y respeto, si tenemos en cuenta el duro, agotador y penoso trabajo que llevaron a cabo los agentes de la Policía el día del siniestro y días  posteriores, quehacer que también desempeñaron afanosamente otros profesionales que colaboraron con aquellos, como fueron los componentes del Cuerpo de Bomberos".

Valencia Plaza sí estuvo presente durante toda la intervención de la doctora Carolina Ligorit y en ningún momento cuestionó los informes, puesto que jamás los ha leído ni ha tenido acceso a ellos. La médico sólo contó lo que ella vivió ese día, cuando embarazada de siete meses tuvo que asistir a las pocas víctimas graves que salieron con vida.

La facultativa contó cómo cuando bajó al túnel se subió al techo del vagón, que era un lateral puesto que estaba volcado, y vio dos cuerpos dentro atrapados y sin vida dentro de la cabina del maquinista. Es más, explicó que el conductor tenía el cráneo destrozado por el impacto contra el cristal delantero, que el cuerpo seguía entero, y que detrás de él había un segundo cadáver, de una mujer, atrapado también.

Nieves Molina basa su negativa a que declare en "la investigación de hipotéticas responsabilidades penales derivadas de la posible falta de las medidas de seguridad exigibles en el sector ferroviario, que fueron las determinantes de las trágicas consecuencias conocidas, a resultas del accidente. Es evidente y palmario que las declaraciones que solicita la parte en nada van a incidir sobre el objeto central de la investigación, lo que justifica la denegación de la diligencia interesada".

Sin embargo, la magistrada no ha tenido en cuenta que Carolina Ligorit estuvo varios minutos hablando sobre el hecho de que "la cantidad de fallecidos que hubo se debió al tipo de ventanas que llevaba el vagón siniestrado", hecho que sí se investiga en la causa judicial abierta. La médico aseveró que "con otro tipo de cristales hubiera habido un 90 por ciento menos de fallecidos". Y para realizar dichas afirmaciones se basó en el tipo de heridas que tenía los cadáveres que vio.

Otro punto que llama la atención es que la magistrada antepone el informe policial a la declaración en Les Corts de la médico, un hecho relevante para las fuentes judiciales consultadas por este periódico, ya que el director del Instituto de Medicina Legal, que aquel día estaba de guardia, Matías Vicente, declaró en la comisión de investigación que él y la juez bajaron a las vías cuando ya se estaba realizando la inspección ocular, puesto que se fueron a comer unas tapas mientras terminaba el operativo sanitario y la Policía Nacional comenzaba a levantar los cadáveres y a realizar la inspección ocular.

La declaración exacta de Matías Vicente en Les Corts fue: "Cuando llegamos allí, todavía no se había terminado el operativo sanitario. Y, entonces, nosotros nos retiramos… De hecho, bueno, fuimos a tomar algo…, pues, no sé la hora exactamente qué sería, pero serían alrededor de las dos de la tarde, una cosa así, y fuimos a un bar de tapas en la calle Jerónimo Muñoz y comimos algo, por si acaso, por si acaso teníamos que luego, después..., no nos diera tiempo a comer; y comimos unas tapas en un bar de Jerónimo Muñoz la comisión judicial al completo".

Con respecto al tiempo que la magistrada estuvo en el túnel tras comer unas tapas afirmó: "Después de eso, fuimos al lugar del hecho. Entramos por la entrada del metro y bajamos al túnel. En el túnel, subimos a uno de los vagones; la policía judicial, que ya estaba allí, le dio las explicaciones correspondientes a la juez, que era la directora del operativo judicial. Y, una vez allí… Nos retiramos (es decir, no hicieron inspección ocular ellos ni levantaron los cadáveres). Y, después, yo volví ya como médico forense, solo –solo quiero decir sin el juez y sin el secretario–, y con un compañero mío de…, un médico forense que estaba de guardia también en una zona distinta a la de Valencia".

Es por ello que la magistrada no es que dé más veracidad a unas personas sobre otras, sino que sin haber estado más que en uno de los vagones el día del accidente, que además era uno de los que seguía en pie, y sin tener más información que la que obra en autos y la que explicó la Policía, y sin haber escuchado a ambas partes en sede judicial, ha decido que una de esas partes ha mentido y ha solicitado que se le impute un delito que podría acarrear una pena de hasta un año de prisión.

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