VALÈNCIA. El PPCV llega a las elecciones del próximo 28 de mayo con unas notablemente mejores expectativas que en 2019. En aquellos comicios, el descenso en apoyos tras la pérdida de poder institucional en 2015 lo dejó con 19 diputados en Les Corts, sólo uno más que Ciudadanos. La recuperación durante los siguientes años ha dibujado una tendencia de recuperación de voto que, sin embargo, todavía habrá que comprobar si es suficiente para volver a gobernar en la Generalitat, el gran reto de los populares. Las encuestas entre el bloque de la izquierda y el de la derecha se encuentran tan igualadas que la movilización resulta clave.
Carlos Mazón (Alicante, 1974) es el candidato del PPCV a la Generalitat. Y se lo juega todo en estas elecciones. El presidente de la Diputación de Alicante protagonizó el décimo encuentro electoral organizando Valencia Plaza con el objetivo de conocer las líneas básicas del programa de Gobierno de los distintos partidos y candidatos a alcanzar la presidencia del Ejecutivo valenciano. El formato de la cita fue, como viene siendo habitual, un desayuno en el céntrico restaurante Al Pomodoro, sito en la calle del Mar, en el que participaron redactores del periódico y colaboradores que plantearon diferentes cuestiones de la agenda política autonómica.
Su campaña está enfocada a nivel nacional, a diferencia de la del actual jefe del Consell, Ximo Puig, que pide centrarse en el ámbito autonómico para alejarse de Pedro Sánchez. "Yo espero que podamos contribuir a que el final del sanchismo empiece en la Comunitat Valenciana porque una cosa que nos interesa es un presidente del Gobierno que nos haga caso. Lo que no voy a hacer es lo que hacen otros diciendo en qué clave tienen que votar los ciudadanos. Ellos ya lo saben, vamos a dejarles", afirma.
La relevancia de la Comunitat en el Ejecutivo central es, efectivamente, uno de los objetivos principales para el dirigente popular. "Hay mucha labor que hacer allí", reconoce. "Yo por eso cuando algunos dicen que esta campaña debería ser única y exclusivamente hablar de competencias autonómicas lo veo equivocado. La campaña no puede ser sólo autonómica porque tenemos que influir en Madrid. La Comunitat Valenciana está en Madrid y el gran grito que quiero y que creo que necesita y que merece la gente es que pintemos allí", apunta.
Mazón lleva como estrategia de campaña lanzar el mensaje un gobierno en solitario, sin Vox. A lo que estos últimos ya le han advertido de que quieren entrar en el Consell si le dan el apoyo. "La expectativa es salir a ganar. Nosotros llegamos en un momento de franca mejoría y de crecimiento. Los ciudadanos decidirán lo que quieren", valora. Pero evita concretar cualquier escenario de reparto de poder con Vox, algo que en todo caso parece muy complicado que no se dé en el caso de que haya suma entre ambos.
La eternizada reforma de la financiación autonómica, una de las grandes reclamaciones de la Comunitat Valenciana, ha sido un compromiso asumido por el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, que Mazón luce con orgullo pero que ya se arrastra años por los incumplimientos de los partidos mayoritarios. "Entre Ximo Puig y Pedro Sánchez no han hecho nada. Y si estás el último y no haces nada, es lo peor que puede ocurrir, porque al final estás peor de como estabas antes. Si tu partido, que es el que decía que iba a acabar por la mala financiación, llega a la Generalitat y llega al Gobierno de España, y no hace nada aparte de engañarnos con propuestas ni siquiera han llegado... creo que los que al menos ahora tenemos el beneficio de la duda positivo somos los del PP. Empezando por el propio presidente Feijóo, que ya ha dicho que no puede aguantar ni un minuto más la Comunitat siendo la última", señala.
Mazón recuerda que desde el minuto cero han hablado de compensación y asegura que el fondo de nivelación se pondrá en marcha si gobiernan. "Actualizado, con más cosas, con objetivos y con incentivos. Lo desarrollaremos", señala.
El candidato del PPCV aprovecha para criticar que la Comunitat tenga el récord de déficit de toda España. "No se le puede echar solamente la culpa a la financiación, la gestión tiene mucho que ver. Hay otras autonomías como Murcia o Andalucía que también están mal financiadas pero no han triplicado su déficit en un año como ha hecho Ximo Puig. Casi 56.000 millones de euros en deuda es una barbaridad. Desde mi punto de vista, es uno de los peores pecados que ha cometido este tripartito, porque es la losa para nuestros hijos, para el futuro, para quien venga a trabajar. Es inasumible desde el punto de vista de la gestión política", censura.
"Quien quiera que se suban los impuestos en la Comunitat Valenciana, que vote a Compromís o a Podemos. Quien quiera que se bajen los impuestos, que vote al PP. Y a quien le dé igual lo que pase con los impuestos, porque puede pasar cualquier cosa, que vote al PSPV". De esta manera resume Mazón los posicionamientos de cada formación respecto a los tributos.
La reforma fiscal fue la primera medida que él anunció a bombo y platillo poco después de llegar a la presidencia del PPCV. En resumidas cuentas, se trata de una bajada generalizada de los impuestos sobre los que el Ejecutivo autonómico tiene competencias. El dirigente hace hincapié en que se trata de una propuesta "viva", que no será para toda la legislatura sino que se readaptará cada ejercicio fiscal.
"Nuestra propuesta para 2024 es rebajar todos los tributos, sobre todo el tramo autonómico del IRPF, y especialmente a los salarios más bajos. El objetivo es tener el tipo más bajo de España, bajar la frontera del 9 y estar en un 8,7. Y el aumento del mínimo personal, que también lo hemos planteado. La combinación de las dos medidas daría una reducción de la tarifa líquida del 35% en 2024", explica.
Aparte de la reducción del IRPF, la reforma del PPCV incluye la supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones. "Ya no solamente por alivio fiscal o económico, sino por un tema de justicia moral. No podemos seguir pagando a la Generalitat porque se muera nuestra madre o nuestro padre. Es una barbaridad", dice Mazón. Además, asegura que son "el primer partido autonómico en proponer cambiar absolutamente el impuesto de Transmisiones Patrimoniales y convertirlo en un impuesto progresivo. En función del valor de la vivienda, se paga más o menos impuestos, en vez del 10% actual generalizado. Y hay algunos incentivos especiales donde marcamos claramente nuestra prioridad. Como por ejemplo, el plan de impuestos cero al campo y los tipos superreducidos a familias numerosas, a menores de 35 años o a familias que ingresan menos de 30.000 euros al año", detalla.
Todo ello considera que servirá para "activar la economía", "recaudar más" y rebajar en dos puntos el desempleo, pero con "menor presión fiscal per cápita".
El plan de los populares tiene en cuenta, antes incluso de que lo pida Europa, ajustes en el sector público. "No del personal público; sí de los altos cargos, consellerias y gasto corriente", anticipa Mazón. En su opinión, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha aumentado el gasto político un 80%."Son 3.700 millones de euros al año cuando además tienes récord de déficit. ¿Dónde se lo está gastando? Si se compra palacetes de Correos para arreglarle las cuentas a Sánchez y para hacer no sé qué fiestas de Fallas sacándolo de Vivienda y de Educación o se compra otro palacete también de Correos en Castellón para tenerlo cerrado cuando no tiene una sola vivienda pública, pues...", reflexiona el líder del PPCV.
De consellerias, los populares suprimirían dos: Vivienda y Tansparencia. Ante las críticas de la izquierda por la eliminación de Vivienda pese a los problemas que existen en esta materia, Mazón replica que, "si con una Vicepresidencia que tiene un nuevo palacete, con secretarios autonómicos, con directores generales, con asesores y con el actual gasto corriente, el resultado final ha sido cero VPOs, cero viviendas sociales, cero viviendas de alquiler y cero viviendas públicas para jóvenes, de lo que se trata es de tener una política de vivienda antes que tener políticos de vivienda". Lo mismo afirma respecto a Transparencia: "Necesitamos mecanismos de control perfectamente organizados en todo el gobierno".
Mazón cita como primeras medidas en vivienda el aumento de VPO a través de la colaboración público-privada. "Se pueden fácilmente construir en cuatro años 10.000 viviendas de protección oficial. Luego lo que hay que hacer es ejecutar y tener capacidad de gestión, porque hay solares que ni siquiera dependen de los ayuntamientos que están habilitados para desarrollar vivienda pública de la propia Generalitat y que no se está haciendo", defiende.
A continuación, menciona la tramitación de las ayudas al alquiler de vivienda porque "hay más de 20.000 jóvenes en la Comunitat Valenciana esperándola; y abrir "un marco fiscal en el que rebajar los impuestos a la vivienda" como el de Transmisiones. Esto último se aplicaría en función del precio de la vivienda. "Se presupone que una persona que se compre una casa de 600.000 euros tiene una mayor capacidad adquisitiva que alguien que se compre una de 60.000 euros en el extrarradio. Básicamente, del 10% en general, el tope pasaría al 9%. Y a partir de ahí bajaría en función del valor de la vivienda. Luego habría tipos superreducidos del 3% para menores de 35 años, familias numerosas, rentas por debajo de 30.000 euros al año, víctimas de violencia de género y zonas en riesgo de despoblación", enumera.
"Vamos a aumentar la oferta, vamos a poner viviendas en el mercado y con eso va a bajar el precio. En vez de toparlo por ley, lo que hay que hacer es aumentar la oferta. Si ejecutas los fondos europeos que hay para vivienda en vez de dejarlos bloqueados puede haber más vivienda accesible tanto en alquiler como en compraventa. Hace meses planteamos también la introducción de los avales públicos a los jóvenes. Hace pocas semanas empezaron a copiarnos los demás partidos", indica Mazón.
La tasa turística ha sido uno de los grandes temas de la presente legislatura puesto que dentro de los propios socios de Gobierno no existía unanimidad –el PSPV estaba en contra y Compromís y Unides Podem a favor–. Finalmente, se aprobó con la condición de que entraría en vigor el 19 de diciembre de 2023. El impuesto será de carácter municipal y voluntario y oscilará entre 0,5 y 2 euros por día en función de la categoría de cada alojamiento. Además, cada ayuntamiento podrá decidir si establecer un recargo para cobrar más.
El PP se ha mantenido durante los últimos años en un posicionamiento totalmente contrario a la tasa, pero la candidata popular al Ayuntamiento, María José Catalá, evitó dar un "no" rotundo durante su desayuno con Valencia Plaza, abriendo la puerta: no ahora y, si se hace en un futuro, consensuado con el sector, vino a decir. Sin embargo, Mazón se mantiene: "No y nunca. A María José le han preguntado varias veces qué haríamos si hubiera un acuerdo de todo el sector. Y tanto ella como yo lo que decimos es que si todo el sector está de acuerdo nos sorprendería. Yo si eso pasa me tendría que replantear mis propias convicciones. Pero creemos que es imposible", incide Mazón.
"Esta comunidad, y específicamente esta ciudad de València, no puede ser la capital de la turismofobia en el Mediterráneo español. Y lo decimos tanto María José como yo todos los días. Durante años nos ha costado consolidar en el mercado internacional nuestra característica de turismo abierto, hospitalario y amable. Y ahora hemos cambiado el 'bienvenidos, nos gustáis', por el 'nos molestáis y tenéis que pagar por ello'", reflexiona.
La reclamación del derecho civil valenciano ha sido otro de los 'gritos', casi unánime entre las formaciones valencianas, en Madrid. Para ello, han reclamado una reforma de la Constitución en la que introducirlo. Pero los partidos mayoritarios, entre ellos el propio PP, no la apoyaron. Mazón, sin embargo, señala que sigue "viendo posibilidades" para su recuperación. "El camino más seguro para ello es con Feijóo de presidente del Gobierno y no con Sánchez, que es un peligro público acercándose a la Constitución", dice el dirigente popular. Sobre por qué, entonces, no se logró, admite que es cierto que encontraron "cierto temor, que no falta de convicción, en la necesidad de reformar la Constitución" por parte del partido a nivel nacional. "Era temor a lo que pudiera hacer Sánchez con ese melón abierto. Y en esa batalla estamos, es verdad. Un nacionalista en la puerta de la Moncloa es un peligro, porque de repente Sánchez le hace ojitos y hay que llevar cuidado", argumenta.
El debate de la centralidad en Madrid ha abierto uno similar en la Comunitat Valenciana, donde algunas formaciones plantean descentralizar instituciones para que todo el poder político y administrativo no esté exclusivamente radicado en València. Para Mazón, es realmente una sensación que se extiende en todo el territorio. "Ocurre en la Comunitat Valenciana con València como capital. Ocurre en Alicante provincia con Alicante como capital. Si te vas a Elche o si te vas a Benidorm también ocurre. Ocurre en La Marina Baixa, porque si les preguntas a los de Finestrat, a los de La Nucía o a los de Altea, pues te dicen que ya está bien de que la gran capital sea Benidorm. Al final nos acabamos peleando porque el contenedor está en mi puerta y no en la de al lado. Y esto es normal. A mí lo de la descentralización me parece muy bien, pero creo que se hace todos los días. Me parece que la política de edificios puede ser simbólica en un punto dado, pero no puede ser que la sede de la Agencia Valenciana de la Innovación nos hayan dicho que está en Alicante y que luego fuera mentira", reflexiona.
El dirigente popular destaca que lo que le "llama la atención" es que "sólo el 4% de los proyectos que financia la Agencia Valenciana de la Innovación sean de la provincia de Alicante y el 2% sean de la provincia de Castellón". "La vertebración y la descentralización son las decisiones que uno toma todos los días. Puig ha jugado demasiado con una política, si me permiten, un poco antigua, ochentera, de aquí pongo un edificio y eso significa que aquí ayudo a la gente aquí", añade.
Ante tuits desde cuentas oficiales de Vox en los que apuestan por el cierre de À Punt –algo posteriormente matizado por su candidato a la Generalitat, Carlos Flores, negando esa medida–, Mazón deja claro que su modelo no es ese: "El mío es que sea transparente, que sea plural. Que cuando pongan una película extranjera, la gente pueda elegir si la escucha en valenciano o en castellano. Que sea rentable, que dé el servicio público y que la gente la conecte, porque ahora mismo es la peor televisión pública de toda España en cuanto a niveles de audiencia en el territorio".
El decreto que regula el grado de conocimiento del valenciano que deberán acreditar aquellos que quieran acceder a la Función Pública, conocido como requisito lingüístico, es uno de los asuntos que más está costando de sacar adelante entre los socios del Consell. Y se encuentra con la oposición del PP. "Yo no estoy de acuerdo con el requisito tal y como lo concibe este tripartito, apuesto por el sentido común. A alguien que vaya a ser profesor de valenciano habrá que exigirle el valenciano. Pero lo que no puede ser es los requisitos encubiertos. Como por ejemplo que se valore igual el valenciano para la sanidad que el currículum, el doctorado o la experiencia profesional. Porque las cataratas no se operan en valenciano", señala Mazón.
Respecto a la administración pública, el candidato popular aboga por una mayor exigencia del valenciano "en función del grado de exposición al público y de que éste sea mayor o menor valencianoparlante". "No es lo mismo atender al público en una comarca valencianoparlante, donde es indispensable para poder entenderte bien con la gente, que en un municipio donde hay más personas que hablan ruso. Y no es lo mismo estar atendiendo al público que estar en un despacho haciendo proyectos para nuevos tranvías como ingeniero", ejemplifica.
Sobre el modelo lingüístico en la educación, Mazón señala que "hay que enseñar el valenciano". "Pero el grado con el que se impone, el grado con el que se vigila y el grado con el que se politiza es lo que se pasa de castaño oscuro. Si tú has apartado a la inspección educativa y la estás sustituyendo, por la vía de los hechos, por un ejército de asesores lingüísticos a dedo, estás politizando a las aulas. Si tú por la puerta de atrás, nada menos que en la ley de acompañamiento, apruebas la oficina lingüística que te han tumbado los tribunales con la que puedes incluso sufrir una sanción sin ser escuchado, estás politizando. Y cuando se ponen en marcha los planes lingüísticos de centro, vigilados por los asesores lingüísticos a dedo, lo que tenemos es todo un entramado de una presión asfixiante. Por lo tanto, son las familias las que han de tener la última palabra sobre la vehiculización del valenciano sin ningún género de duda", comenta.
Sobre de qué manera establecer los porcentajes de enseñanza en valenciano y en castellano en los centros educativos, cree que hay que "empezar de cero con una ley de libertad educativa que se elabore hablando con todo el sector y las familias, sin imposiciones y sin vulnerar su derecho a tomar la última decisión".
En cuanto a la educación concertada, el dirigente popular considera que es "un complemento que nos ayuda a mejorar la libertad de elección, porque al haber más oferta, hay más libertad". Sin embargo, en su opinión, el actual Consell la ha sometido "a una especie de acoso permanente con la suma de pequeñas decisiones que han perjudicado a la libertad educativa y que tienen a la concertada al borde del precipicio".
Las tres primeras medidas, según promete, serán blindar el presupuesto de Sanidad por encima del 30% del presupuesto general; crear una dirección general de Atención Primaria que como mínimo tenga el 25% del presupuesto autónomo e independiente de toda la Conselleria de Sanidad; y poner en marcha un plan de salud mental.
En cuanto a esto último, Mazón asegura que habrá "desgravaciones en la renta por gastos en salud mental". "Ante el colapso y la falta la atención por una bulimia, por una anorexia, por una depresión, por indicios de posibles intentos de suicidio, etc. la gente se va rápidamente a la sanidad privada porque quiere atender a la persona que más quiere. Si tenemos la sanidad pública colapsada y obligas a la gente a irse a la privada, eso tiene que desgravar porque lo que no podemos es dejar de ser una primera atención a nadie. Además, hemos dicho que en los 24 departamentos de salud de la Comunitat Valenciana habrá como mínimo una unidad de dos personas para trabajar la prevención en salud mental", explica.
Igualmente, el programa del PPCV incluye que en las horas tutoriales en los colegios se introducirá la salud mental de manera prioritaria porque, razona Mazón, el principal problema al que se enfrentan los profesores es este.
Lo primero en lo que el líder popular hace hincapié es en que las reversiones sanitarias para que la gestión vuelva a manos públicas no son tales, sino que se trata de "finalizaciones se contrato que ya estaban previstas en los plazos del PP". "Es mentira que el PP privatice hospitales. Jamás el PP ha privatizado un solo hospital. Nunca. El PP lo que hizo en su día fue crear hospitales donde no los había porque es imposible privatizar algo que no existe. Y gracias a la colaboración pública o privada se crean hospitales donde no hay. Tenían un plazo. Acabó. Y, sin previsión ninguna, sin consenso ninguno con los sanitarios, el tripartito lo dejó morir. El problema hoy es que los sanitarios no saben cuál es su situación laboral y hay un caos en la gestión. Tenemos ejemplos tan dramáticos como que en el departamento de salud de Torrevieja una colonoscopia ha pasado de 70 días de espera a 300 días", remarca.
Mazón apuesta por una auditoría inmediata con los trabajadores y "aplicar el mejor sistema de gestión". "Según lo que concluya el estudio, y en consenso con los profesionales, haremos. Pueden ser soluciones mixtas, en áreas y especialidades concretas, en distintas áreas... o no. Desde luego, lo haremos sin prejuicios. Y con el tercer adjetivo para la sanidad que tiene que ser universal y gratuita, pero también eficaz", dice.
"Yo creo en la sanidad pública. Y creo que la sanidad privada puede ser un complemento en un momento determinado. Ahora, lo que rechazo de plano es discursos como el de Puig, que él sí ha sido el mayor privatizador de la sanidad de la historia de la Comunitat Valenciana. Ha incrementado un 600% los desvíos a la privada de pruebas de especialidad. Y más de un millón de ciudadanos de la Comunitat ya ha contratado seguros privados médicos. Están incentivando que la gente se vaya a la privada con la mala gestión de la pública", apunta.
Una de las cuestiones que ha causado fuertes discrepancias en el Botànic en esta legislatura es la instalación de plantas fotovoltaicas. Mazón alude como solución para todo este tipo de trámites administrativos el llamado Plan Simplifica, dirigido a la reducción de los plazos. "Nosotros tenemos detectados más de 100 pasos administrativos que pueden ser o bien suprimidos o bien limitados en el tiempo", apunta. Menciona, del mismo modo, la necesidad de que el gobierno tenga "las ideas claras" y deje "el prejuicio". Al igual que "el desbloqueo de lo que ya sea viable". "No digo que haya que hacer salvajadas, pero al menos los proyectos que tengan ya el impacto ambiental favorable", sostiene.
"En plantas fotovoltaicas tenemos cero proyectos relevantes puestos en marcha. Y tenemos una inversión por volumen de 5.000 millones de euros paralizada, con 7.000 empleos a la espera. Juanma Moreno en Andalucía ha mejorado su autonomía energética en un 215%. Aquí ha sido en un 14%. Yo lo que digo es que lo único en lo que soy independentista es en la independencia energética. No se puede hablar de autogobierno ya a día de hoy si no tienes autosuficiencia energética", destaca.
Mazón apela al "rigor" y a la "ausencia de prejuicios" en estos tres asuntos. En el primero, cree que "el campo se ha convertido en un polvorín gracias a los prejuicios de este gobierno". "El 80% de las tierras agrícolas en la Comunitat Valenciana está en manos privadas. Y a los propietarios se les ponen todas las dificultades del mundo en limpiar, en desbrozar y en mantener. Bajo un concepto letal que es el de la intervención humana. Y por dejar eso como un vergel sin cuidado hemos tenido los incendios más desastrosos en la historia de la Comunitat. Hay que entender que los propietarios agrícolas son los primeros agentes forestales que tenemos", comenta.
En cuanto a los acuíferos, el candidato del PPCV hace hincapié en que "no podemos tomar decisiones de acuíferos hoy con catas desde hace 15 años", por lo que "merece la pena a veces gastar un pequeño presupuesto en hacer catas actualizadas o catas permanentes para saber exactamente cómo están los acuíferos". "Para quien abuse de un acuífero sobreexplotado, la sanción tiene que ser mortal. Pero con el rigor de saber si está efectivamente sobreexplotado y si efectivamente se está sobreexplotando", afirma.
El líder popular se muestra favorable a la ampliación del Puerto. "Esa actuación supone un hospital. Me explico. Son mil millones de euros privados de inversión. Aproximadamente el 25% son impuestos (250 millones). En el reparto competencial son 125 millones para el Gobierno de España y 125 para la Generalitat. Pues ya tengo un hospital. Yo lo que digo es que ya está bien de paralizar por prejuicio la inversión privada porque nos ayuda a sostener nuestros servicios públicos", señala Mazón. Al margen de ello, comenta que si no se apoya la actuación afectará al nivel en el que compite el Puerto de València con otros como el de Barcelona.
Respecto a las objeciones medioambientales y a la DIA, considera que "ya se debería haber desbloqueado con lo que había porque ya está hecho". "Ya hubo un informe de impacto ambiental. Algunos piden que se actualice. Pero no puede ser primero no y luego ya veremos. Tiene que ser primero sí y luego ya veremos", añade.
Tanto Mazón como María José Catalá llevan la estrategia en campaña electoral de no entrar en polémicas con el Valencia CF para, aseguran, "no manosear el sentimiento valencianista como desgraciadamente lo están haciendo otros partidos". A partir de ahí, apunta a la exigencia del cumplimiento de la legalidad y a que haya una única voz dentro del Ayuntamiento y de la Generalitat para reclamarla. "Dicho lo cual, como aficionados al fútbol, la gestión actual nos parece lamentable", concluye.
El líder del PPCV niega que hayan llevado a cabo estrategias de fichajes "de nada" pese a la incorporación de excargos de Ciudadanos a las listas populares en las próximas elecciones: "Nosotros tenemos abiertos los brazos para todo aquel que quiera trabajar con nosotros, venga de donde venga. De la sociedad civil, como Pablo Broseta, o de otros partidos. Yo lo digo desde el año 2019, cuando tomé posesión como presidente de la Diputación. No encuentro diferencias sustanciales entre Ciudadanos y el PP. Era y soy partidario de sumar, de confluir, porque la suma multiplica. Y dentro de mi partido, en aquel momento hubo gente que no lo entendió y me lo hizo saber. Y aunque Ciudadanos no obtenga representación parlamentaria después del día 28 de mayo, seguiremos con los brazos abiertos al centro político valencianista. Porque me parece que es una obligación social que construye y que suma. A ninguno de los que se han incorporado al PP les he preguntado cómo se sentían dentro de Ciudadanos, sino si tenían ganas y motivación. Ya le toca a esta comunidad tener un proyecto político transversal. Tenemos a gente del mundo del animalismo, del ecologismo. Somos el partido que más se parece a la Comunitat Valenciana".
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