VALÈNCIA. El Instituto Valenciano de Arte Valenciano (IVAM) ha reunido 80 obras del artista valenciano José Iranzo Almonazid, conocido artísticamente como Anzo (Utiel,1931 - València, 2006), en la serie 'Aislamiento'. Desde el 29 de junio hasta el 5 de noviembre la exposición del visionario Anzo estará disponible en el IVAM, un conjunto de obras, documentos, libros y archivos documentales sobre el debate intelectual surgido en los años 60 y 70 en torno a los peligros de la tecnología y el mundo claustrofóbico y alienante que se estaba creando en la sociedad a través de los nuevos procesos de mecanización y el control de las computadoras.
En la presentación de la serie 'Aislamiento' han participado el director del IVAM José Miguel G. Cortés; el comisario de la exposición Ramón Escrivà; y la responsable de la Fundación Anzo e hija del artista valenciano Amparo Iranzo.
Anzo fue un artista valenciano de renombre en los años 60 y 70 en España y consiguió vender muchas de sus obras tanto a coleccionistas internacionales como nacionales. Con una identidad propia, un mensaje propio y un lenguaje que lo define, el valenciano no había conseguido un hueco en el IVAM después de 28 años de existencia de este museo hasta ahora, hecho que el propio artista "no entendía y tampoco concebía porque otros artistas de la época si que estaban en el IVAM y él no", ha explicado su hija Amparo Iranzo. Como ya se publicó en Cultur Plaza, el IVAM hizo un llamamiento para encontrar tres piezas "en paradero desconocido y que son esenciales para entender la serie 'Aislamiento" ha dicho el comisario de la exposición. Sin haberlas encontrado, el IVAM recoge 80 piezas del artista junto a objetos y documentos bibliográficos para entender aquel artista visionario y "activista social" que quiso revelarse contra la maquinaria que se estaba imponiendo en la sociedad.
El mensaje de Anzo se mantiene en la actualidad
El artista trabajó la serie 'Aislamiento' durante 20 años "de manera obsesiva", desde 1967 hasta 1985 cuando siguió con muchas obras posteriores a esta serie. La exposición se divide en varias salas y lo curioso de esta obra es que el mensaje conceptual del trabajo de Anzo se mantiene vivo, ya sea por su concepto como su idea y también la calidad plástica de su obra. La primera sala es su periodo germinal, aquel momento dejó de ser participe del 'Pop Art' valenciano y su obra dio un giro sustancial. Comenzó con la representación de la ciudad estéril y la representación de rascacielos como espacios amenazantes y que deshumanizaban a los trabajadores cuando entraban en sus oficinas, representación que en las siguientes obras se pueden ver junto a la representación de un individuo como un eslabón dentro de una maquinaria compleja.
El segundo espacio de la serie 'Aislament' es la recreación de una oficina modular inspirada en una obra de Anzo. En el año 68, el artista participó en la Bienal de Venecia y algunas de sus obras están en esta exposición del IVAM, unas piezas pintadas al oleo junto a técnicas del 'Pop Art' evolucionadas e imágenes repetitivas. En este periodo, el concepto de oficina evoluciona y la visión del hombre pasa a ser un individuo vigilado y minúsculo dentro de unos círculos que representan el ojo de los superiores. Además, este espacio va acompañado de un fragmento de la película de Jacques Tati, Playtime donde el personaje también está representando la misma idea que Anzo, "una idea de vigilancia, prisión y control dentro de un cubículo", ha explicado Escrivà. El concepto de oficina pasa a ser un espacio "de esclavitud, ya no son los trabajadores de las fábricas los esclavizados sino aparece la oficina como espacio alienante". Este concepto de espacio se complementa con los libros que acompañan a las obras de Anzo, unos documentos sobre las teorías que surgieron en aquella época cuando apareció la computadora, ¿iba a ser una revolución este método de trabajo o, como pensaba el artista, el hombre se convertiría en un individuo deshumanizado y convertido en máquina?
El individuo como un engranaje de una máquina
Este periodo comienza en los años 70, la pintura cambia y se va acercando a las esculturas o elementos arquitectónicos de la época y de la tradición geométricas del 'Pop Art'. Para esta sección de la exposición de Anzo se han elegido dos fragmentos de dos películas, por una parte la del fotógrafo Ralph Steiner donde se puede ver la belleza de la maquinaria de la época, un concepto de admiración por aquellos elementos motores que iban a convertir al ser humano en "una cosa mejor". Sin embargo, en las obras de Anzo de esta sección, el hombre se plasma como un elemento fundamental de una maquina, esclavo de la producción y el consumo. El segundo video es una rata corriendo dentro de una rueda, una metáfora del hombre que retrata Anzo en sus obras y que intenta escapar pero está dentro de un bucle del consumismo.
La siguiente sección de la serie la compone una estantería o unos nichos de un cementerio repletos de materiales que el artista utilizaba y están expuestos de manera inéditas en València. Y para entender mejor esta época de Anzo se ha añadido un fragmento de la película La Cabina, "una obra maestra donde el personaje es un prototipo de la sociedad media, oficinista, un elemento que hace un guiño ideal para esta serie" ha justificado Escrivà. Y por último, la serie 'Aislamiento' acaba con una serie de obras que hacen reflejo a la muerte, obras con fondo negro que parecen lápidas. Su trabajo ya no es la presentación de un individuo sin identidad, ahora Anzo incluye un espejo donde los visitantes se ven reflejados y se representa la muerta del individuo a causa de la estructura maquinista que anula la capacidad de libertad y de imaginación. Y la exposición comienza como termina, con una obra del propio artista que inaugura la serie y la modifica según ha cambiado su perspectiva del individuo y del la época de la tecnología.