El responsable de la EAFI unipersonal del mismo nombre recuerda las dudas existentes en la actualidad sobre la capacidad del banco alemán para cubrir sus pérdidas
VALENCIA. Deutsche Bank ha sido recientemente noticia, tanto por su comportamiento en bolsa -en lo que llevamos de año ha perdido un 35% de su valor siendo la caída del 48% en el último año- como por las noticias en torno a los problemas de deuda que tiene.
En un primero momento, el mercado tuvo que digerir el anuncio de unas pérdidas de 6.700 millones de euros en 2015, principalmente, originadas por un importante volumen de demandas judiciales -por ejemplo, la multa de 2.500 millones de dólares por haber manipulado el Libor-, pero, también por unos números rojos en su negocio de inversión.
Deutsche Bank ha tenido un papel protagonista en la emisión de derivados del petróleo, un activo que ha sufrido una fuerte caída en el precio, como lo tuvo en la crisis del año 2008 con los derivados sobre las hipotecas subprime.
El banco alemán tiene un verdadero problema en la capacidad de generar capital para cubrir sus desmanes con la justicia y sus malas inversiones. A pesar de que el colchón de liquidez de Deutsche Bank es elevado -en torno al 11%-, el problema se encuentra en la generación de beneficios durante los próximos años, se esperan unas pérdidas de 400 millones de euros en 2016, y en la habilidad del banco para 'levantar' otra ampliación de capital, las principales vías de generación de capital.
Para cubrir estas necesidades de capital, nacieron los llamados 'CoCos' (Contingent Convertible), con atractivos cupones, pero con el riesgo de dejar de cobrarlos o incluso de conversión en capital ante determinados eventos (por ejemplo, que el capital se sitúe por debajo de un determinado nivel). Se trata de un híbrido entre una preferente y un bono convertible.
La semana pasada el mercado comenzó a poner en duda estos bonos emitidos por el Deutsche Bank, cuestionando si el banco tendría suficiente liquidez para pagar los intereses de estos instrumentos o, incluso, si se suspenderían en el futuro.
Cabe recordar que el Deutsche Bank fue el primer banco, durante la crisis de 2008, que dejó de devolver el principal de un bono perpetuo a la primera oportunidad de cancelación, como solían hacer hasta la fecha todos los bancos.
Para calmar las aguas, el ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble, aquel que forzó el rescate de la banca española, salió en su defensa poniendo encima de la mesa la solidez de su balance. Además, el mismo banco, ha anunciado una recompra de deuda millonaria para tranquilizar a los mercados.
En definitiva, estamos ante una entidad que tiene severos problemas de negocio y de capital. Algunos de estos problemas son comunes a todo el sector financiero europeo. Sin embargo, Deutsche Bank es uno de los principales actores en un mercado financiero global e interrelacionado, lo cual nos lleva a pensar aquello de “too big to fall” (“demasiado grande para caer”), como ya hicimos en su día con Lehman Brothers.
Raúl Aznar es socio director de AZNAR Patrimonio, registrada en la CNMV como Raúl Aznar González EAFI, además de vicepresidente de BIG BAN Angels, la asociación privada de business angels más grande de España