Los hermanos van de Poel incluyen a Loco Club en su gira europea para presentar Thrust, una sabia convinación de psicodelia y hard rock, que figura entre las grandes sorpresas musicales de 2018
VALÈNCIA.- Que te mole Greta Van Fleet está muy bien. Que estés flipando con su sonido revival de Led Zeppelin es estupendo. Incluso que vayas por las esquinas lamentando que en su primer paso por la península solo vayan a detenerse en Barcelona. Ahora bien, si no quieres que todo el mundo te señale como el típico que se apunta a la última moda (¿que no has oído hablar de Greta Van Fleet?¿Y dices que estás al día en lo que se cuece en la escena musical?), esta semana esa postura solo se puede defender en el interior del Loco Club. Concretamente este miércoles por la noche, a partir de las 21 h., cuando los holandeses DeWolff comparezcan para presentar su último trabajo.
Y es que de ninguna manera se puede sostener que te flipen Greta Van Fleet y excuses asistir a un concierto de una banda con características muy similares, un último trabajo genial, y que en circunstancias normales pasaría de largo de nuestra ciudad. Qué ha sucedido esta vez para que DeWolff se nos planten en el pequeño escenario del Loco Club es algo que un servidor no puede explicar, pero sí puedo contarles que DeWolff es, como Greta Van Fleet, una banda integrada por jovenzuelos a los que en su día les dio por recrear los sonidos del rock añejo a caballo entre la psicodelia y el hard del cambio de décadas 60/70.
Lo cierto es que, pese a su juventud (ninguno de sus tres integrantes supera la trentena), DeWolff (bautizados así en homenaje al personaje del Sr.Lobo en Pulp Fiction) han facturado una sólida discografía desde su debut homónimo en 2008 en forma de EP, con seis LPs y un doble en directo, que ha encontrado su culminación en 2018 con Thrust, ahora mismo uno de los álbumes llamados a estar en todas las listas de lo mejor del año.
Y es que los hermanos Van de Poel (Pablo, cantante y guitarrista; y Luka, batería), y el teclista y soporte del sonido de la banda Robin Piso (que al más puro estilo Ray Manzarek suple al bajo desde su Hammond), han facturado en el mismo su colección de temas más redonda y personal hasta la fecha, con un claro poso de todas sus influencias clásicas pero con un sonido más actual y desligado de cualquier referencia pura.
Fenómenos en su país natal, currantes de los pequeños escenarios todavía en Europa, este miércoles tendremos la oportunidad de verlos al paso por València de su extensa gira europea. Si esta vez el público responde (como no pasó cuando vinieron Blackberry Smoke, Michael Monroe y tantos otros), quizás no sea la última.