Apenas una semana después de estrenar su nuevo álbum, Diamond Dogs regresarán este domingo a València para ofrecer una nueva velada de rock n roll
VALÈNCIA.- Lejos quedan ya en que Diamond Dogs se presentaban como una de las bandas efervescentes de la escena rock sueca, que a su vez se disputaba un trozo del pastel de la audiencia rockera internacional. Los de Sulo Karlsson (vocalista y alma matter de la formación), que gozaron de una importante atención mediática en sus inicios por la participación en la banda de algunos miembros de The Hellacopters y otros grupos de la entonces emergente explosión escandinava, son ahora perros viejos; pero son lo suficientemente conocidos ya por una reducida aunque lo suficientemente fiel parroquia como para haber forzado su regreso una vez anunciada su disolución unos años atrás.
Al menos así es en una España en la que —en un caso extraño dado el desprecio con que suele tratar la prensa patria al rock— a los Dogs se les trató con más mimo del habitual, seguramente más por un ejercicio de peloteo por parte de algunos plumillas al sello español Bittersweet Recordings que publicó uno de sus álbumes (Up The Rock en 2006) que por la enorme calidad que atesoraban dos joyas como Too Much Is Always Better Than Not Enough (2002) o Black River Road (2004).
Sea como fuere, Sulo y los suyos (esta vez con la baja de su saxofonista ‘Magic’ Gunnarsson cuyo fallecimiento propició la disolución de la banda) están de vuelta y solo una semana después de publicar su nuevo ‘Recall Rock 'n' Roll And The Magic Soul’ ya están por España, donde realizarán una gira de nueve conciertos, con parada este domingo 6 de octubre.
Será de nuevo en Loco Club, sede al menos de sus dos últimas citas con la feligresía valenciana, donde se desvelará la incógnita de cuantos de sus nuevos temas (no tan enérgicos como los de sus primeros álbumes, pero sí definitivamente mejores que los de sus dos tibias últimas entregas) se mezclarán con algunos de los muchos temazos compuestos en su carrera. Y también para ver si la magia de los Dogs, pese a la pérdida de la sorpresa, sigue haciendo efecto para atraer a la audiencia valenciana.