VALÈNCIA. La ilustradora argentina, Diana Raznovich, ve como un “despropósito y una censura” lo que este miércoles hizo el Govern balear al retirar una de sus viñetas de la exposición que presenta en Palma de Mallorca, por petición del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) y asociaciones de jueces tanto del ala conservadora como progresista, y pide que la pieza se reponga. “Lo que pido es la restitución de mi viñeta al lugar donde la quitaron. El hecho de que la exposición continue sin ella es una censura”, ha manifestado a este diario. “Creo que la censura a un artista es un expresión de falta de salud democrática, pues los artistas y los humoristas tenemos el libre derecho de expresarnos”.
Raznovich, escritora, dramaturga y humorista gráfica, exiliada en España desde 1976 y con residencia en Alicante, es una feminista con fuertes ideales que como ilustradora plasma en las viñetas de sus exposiciones, que han sido presentadas en recintos culturales e institucionales de diferentes poblaciones. Su actual trabajo, Negar la violencia machista es bastante violento, incluye una viñeta que refleja el micromachismo en la Justicia española, lo que ha incomodado a los jueces y juezas de esa autonomía, aun cuando la colección de viñetas se expuso por invitación y organización del Instituto Balear de la Mujer.
La autora explica que cuando le informaron que su obra sería descolgada por orden del Govern le sorprendió, sobre todo porque nunca en su larga trayectoria como humorista gráfica una de sus viñetas había sido censurada. “Yo hice una viñeta donde hay un solo juez hablando con una maltratada, una persona víctima de violencia”, relata, al tiempo que aclara que esa ilustración hace referencia al caso de 'la manada', cuyo juez, tras ver vídeos y pruebas, declaró en cierto momento “que había un ambiente de jolgorio y regocijo en todos los participantes, incluida la víctima”. Considera la ilustradora que se han sentido aludidos los jueces de Palma de Mallorca y por eso han firmado una declaración conjunta, “cuando yo estaba hablando solo de un juez. Eso me ha parecido muy sorprendente, que se sientan aludidos, pero más sorprendente me ha parecido que hayan presionado con su poder para que la bajaran y la censuraran”.
Para ella, España es un país con libertad de expresión. “Pero creo que hay algunos personajes o instituciones que se sienten intocables y que la alusión a uno de sus miembros se ha transformado en un ejercicio conjunto en el que se sienten ofendidos, aludidos y obligan a retirar una obra del artista”, manifiesta. “Claro que hay libertad, pero, como en muchas partes, esta libertad a veces se ve mermada”. Lo que sí considera es que en ciertas cúpulas institucionales hay machismo y la justicia española no se libra, aun cuando muchos jueces son personas muy consideradas en su actuación ante víctimas de violencia de género.
La ilustradora defiende su trabajo con un ejemplo: “Hace unos días un policía mató a su mujer con el arma reglamentaria. Si yo hiciera una viñeta sobre este suceso, me estaría refiriendo concreta y puntualmente a ese hecho. No estoy cuestionando a la institución policial. Por lo tanto, sería bastante sorprendente que esta saliera a decir que estoy ofendiendo y denigrando a todos sus miembros”, aclara. “Creo que los jueces han reaccionado de manera desmesurada, o no han entendido que no eran los aludidos como institución”.
La exposición Negar la violencia machista es bastante violento de Diana Raznovich se compone de 32 dibujos que se han presentado en diversos recintos como la Casa de la Dona en Mislata, la sede de la Delegación de Gobierno en València, el Palau de les Arts y en Alcalà de Xivert. “Es una exposición que no me fue encargada por el Instituto Balear de la Dona. Ellos querían ver de qué se trataba, yo envié la exposición previamente y la han exhibido. Es el primer lugar donde aparece el tema de la censura”, relata. Los contenidos de los carteles reflejan temas como la discriminación de género, el machismo, la pornografía y la juventud. En ningún sitio despertó polémica hasta que se expuso en la Estación Intermodal de Palma de Mallorca, desde el pasado 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer. Las obras muestran crítica pero con humor; y es que, para Raznovich, “el humor tiene recursos de libertad, de inteligencia y de llamado a la reflexión”.
La también autora de libros de teatro no cree haber ofendido a los jueces baleares con su viñeta porque habla concretamente de uno y hace referencia a un caso, pero nunca fue su intención dirigirse a todos en general. “El humor tiene una naturaleza irreverente”, asegura, “y es que si quienes hacemos humor vamos a estar haciendo reverencias de la mañana a la noche, el humor se acaba”. Por eso el humor es desenfado, es cuestionamiento y sobre todo es la posibilidad de mostrar lo que está oculto. “No creo haber ofendido a nadie y no es una viñeta ofensiva”, zanja.
Y defendiendo este estado de ánimo, que es fundamental en su trabajo como ilustradora, Raznovich dice que “la intolerancia al humor es un retroceso en la democracia. Creo que el humor ayuda a modificar pautas, a repensar cosas y desestereotipa. Por eso creo que es un retroceso censurar el humor”.
Agrupaciones feministas le han mostrado su solidaridad exigiendo también que se reponga su cartel en la muestra, pero no duda de que hay feministas que han criticado su cartel. “Todo mundo es libre de tomar las cosas como quiera. Hay libertad de expresión y pueden hacerlo, pero no lo entendería yo mucho”.
Después de exhibirse en Palma de Mallorca, la colección de carteles continuará exponiéndose en otros lugares, con la viñeta incluida, tal y como aclara la entrevistada. El suceso ha sido un tema concreto de Mallorca, que espera que no se repita en futuras presentaciones. “La verdad es que me sentí muy asombrada, no estaba prevenida de que pudiera suceder esto. Es la primera vez que me sucede y estoy muy afectada y muy triste por la situación de censura”, concluye.
Se exilió en 1976 a España, desde donde ha impulsado más su carrera internacional como dramaturga y humorista gráfica, la ilustradora argentina Diana Raznovich se ha convertido en un referente en el feminismo gracias a su trabajo