Más que compartir gustos, lo que une es compartir odios. Y eso lo saben bien los partidos políticos, que basan cada vez más sus campañas en la gestión de los odios del electorado. Un ejemplo es el PP valenciano, que durante años exprimió el anticatalanismo de la región para amasar votos. O el antiespañolismo de CIU, azuzado cuando el partido comenzaba a perder adeptos. Porque… ¡nada une más que un buen enemigo!
¿Sientes rencor social? ¿Crees que los ricos son los culpables de la desigualdad social? ¿Los empresarios y los banqueros son tus enemigos? ¿Botín y Amancio Ortega son la cara que pondrías en el centro de una diana? ¿No ves bien quemar una iglesia pero la idea te hace sonreír? ¿Crees que el patriarcado es similar al reinado de Sauron y los hombres son orcos estúpidos que han jodido el paraíso terrenal de las inocentes hadas? Si alguna de estas respuestas es afirmativa, tu partido es Unidos Podemos.
¿Te molestan los homosexuales? ¿Y las feministas? ¿Y las abortistas? ¿y a los pobres que viven de subvenciones? ¿Y los comunistas que quieren quitarte lo que te has ganado con el sudor de tus papis? ¿Crees que son parte de la decadencia y degeneración de Occidente? Entonces lo tuyo son los partidos liberales de moral católica: sobra decirlo para quien tenga ojos, pero los católicos actuales —extrañamente— han antepuesto sus odios a la palabra amable de Jesucristo. El amaos los unos a los otros es para ellos: amaos los unos a los otros menos a los monstruos antinatura homosexuales, transexuales, abortistas, feministas, comunistas y otros engendros del diablo. Así mismo El que esté libre de pecado que tire la primera piedra también se lo saltan porque da la sensación de que les encanta tirar piedras, señalar a los pecadores que irán al infierno —quizás para destacar más ellos chivándose de sus compañeros, como los repelentes del cole…—. Y total, parece que el dios católico permite que sus feligreses elijan pasajes de la Biblia al gusto, como si fuese un bufé libre de la palabra de dios. Este sí, este no, este me gusta me lo salto yo…
Si odias a alguno de estos, o a todos, el PP es un buen partido para ti.
O Ciudadanos.
O VOX…
Uy, espera… aquí la cosa se complica… ¿A quién pueden votar estos odiadores?
Aunque hay gestores del odio en ambos lados, es cierto que desde la derecha se suele trabajar mejor este producto, lo que explica parte de su éxito electoral entre clases altas y bajas, aunque esto último parezca un voto contra los propios intereses. Pero el odio a todos nos iguala, esa es la verdad. Ahora que la derecha se ha escindido y tres partidos distintos se enfrentan, la escalada de prejuicios, insultos y oprobios entre estas filas se ha intensificado. ¿Quién conseguirá odiar a más colectivos para tener más votantes? ¿PP, Ciudadanos o VOX? Comienza la lucha. Se abre la veda para la propaganda hater conservadora.
¿Odias a los extranjeros? El nacionalismo patriótico te da un aval para odiarlos. Abraza tu bandera como si nacer en un lugar determinado fuera mérito o elección tuya. Abraza un trozo de tela o la postal de la virgen de turno que te toque por partida de nacimiento, porque ellos te representan más que nada en este mundo.
¿Odias a los comunistas? ¿Crees que Podemos va a quitarnos el dinero de los bancos y nos va a robar los chalés para dárselos a los inmigrantes que copan nuestra seguridad social y a los perroflautas que no se lavan? Vota a la derecha para pararlos.
¿Y a los musulmanes? ¿Odias a los musulmanes sobre todas las cosas? Los medios de comunicación te dan mil razones para odiarlos, ¿verdad? Pues vota a mi partido y podrás odiarlos al gusto.
¿Odias a los catalanes? ¡Valencianos, atención, nos quieren robar el idioma! Dicen que es el mismo y no es el mismo. Lo dicen todos mis prejuicios a una, como Fuenteovejuna. Es tan diferente que miles de valencianos trabajan como maestros y profesores en Cataluña… y dan las clases en dialecto valenciano. ¡Y los niños catalanes lo entienden! ¿No sería suficiente razón para demostrar que hablamos el mismo idioma?
Pero qué hago hablando de RAZÓN. No se vota con la razón sino con las vísceras. Y con las vísceras no se razona. Las vísceras se alimentan con lemas simples. A las vísceras se les habla como le hablarías a un niño pequeño o a una persona con discapacidad intelectual:
-Moro caca.
-Rico ladrón.
-Catalán abusón.
-Macho Maltratador.
-Homosexual pecador.
Ale, que gane el mejor. ¡Todos a afilar los odios, que se avecinan elecciones!
(del PSOE no sabía qué poner, como son tan chaqueteros…)