De artículos del The New Yorker a portadas de Anagrama; de libros de Enrique Vila-Matas a novelas gráficas como La Madeja; de festivales de literatura negra a delicados platos de cerámica. Echando un vistazo a la trayectoria de Sonia Pulido (Barcelona, 1973), la pregunta se hilvana ella sola: ¿hay alguna plataforma que se le resista a esta ilustradora? Parece que no.
En ese éxito que no entiende de océanos, coordenadas o husos horarios entran en juego tanto su voluntad de mostrar una mirada propia sobre el mundo como su búsqueda obstinada de nuevos caminos creativos. Contar la vida desde sus propias pupilas y hacerlo, además, cabalgando en la exploración continua. De momento, su firma recorre cabeceras tan reconocidas como The Wall Street Journal, AD France, El País o Jot Down. También es un nombre frecuente en Random House Mondadory, Alfaguara y otras editoriales internacionales. El universo del póster tampoco se le resiste, de hecho, Pulido ha sido la responsable de elaborar el cartel del Truenorayofest 2019, el festival valenciano que reivindica la presencia femenina en todos los escalafones del universo musical y que tendrá lugar del 24 al 26 de octubre en Las Naves.
Pero poco importa el formato en el que deba presentar su trabajo, ante todo, esta barcelonesa se reivindica como “narradora gráfica”, pues considera que en sus procesos creativos lo más importante es “comunicar bien un concepto”. “No antepongo lo preciosista a una buena historia. Prefiero tener que sacrificar elementos que embellezcan la imagen para mejorar su capacidad comunicativa a dejarme llevar por algo muy estético y dejar que el mensaje se diluya”, señala tajante.