DISEÑO PARA EL PENSAMIENTO

Diseño sobre hielo y nieve: la imagen de los Juegos Olímpicos de Invierno

Un repaso gráfico, aprovechando que el mes que viene se celebran los Juegos Olímpicos de Invierno, para revisar la historia de casi un siglo de este evento multideportivo

8/01/2018 - 

VALÈNCIA. Los tradicionales saltos de esquí de año nuevo de la semana pasada y el inicio del invierno de hace casi veinte días sirven de adelanto para los amantes del hielo y la nieve a la cita con los Juegos Olímpicos de Invierno que tendrán lugar en Pyeong Chang en Corea del Sur el próximo mes de febrero.

Además de los consabidos Juegos de Verano (que capitalizan el nombre genérico al referirse a Olimpíadas o Juegos Olímpicos), el Comité Olímpico Internacional organiza también esta variante invernal para incluir deportes que se practican tanto sobre hielo como en nieve. Hace apenas unas semanas se presentó el que será el logotipo de la siguiente cita de este evento, que acogerá Pekín en 2022, así que aprovechando esta serie de hitos, y el hecho de que estemos en año olímpico (de invierno) repasamos un histórico de carteles, logos y marcas de este frío certamen deportivo donde veremos que destacan los símbolos que evocan el movimiento y la acción de los deportistas, siluetas y trazos dinámicos además de una tradición de cartelería no muy conocida.

El antecedente en eventos multideporte de invierno son los Juegos Nórdicos, que en 1901 celebraron su primera edición en Suecia con una periodicidad que fue variando hasta adoptar los cuatro años que conocemos ahora. Hasta mediados de los años 20 del siglo pasado, los Juegos Olímpicos de Verano incluían algunos deportes de hielo y nieve (modalidades d epatinaje, esquí y hockey), de modo que para intentar regularlo, el Comité Olímpico Internacional decidió que para los Juegos de París de 1924, Chamonix acogería también una Semana Internacional de Deportes de Invierno, con un cartel diseñado por Auguste Matisse en un tiempo en el que el cartel era el rey de la comunicación gráfica.

Un año después de la cita francesa se anunció que para 1928 se crearían específicamente los Juegos Olímpicos de Invierno, que tomarían la numeración de segunda edición y se celebrarían en la región suiza de Sankt Moritz, con un cartel como enseña nacional y olímpica firmado por ilustrador suizo Hugo Laubi, formado en Munich, París, Londres y Nueva York.

La edición de 1936 fue la última en la que los Juegos de verano y de invierno se celebraron en el mismo país (aquél año en Alemania), y para la imagen gráfica, además del consabido cartel, ya hubo una primera aproximación al formato de logo de las Olimpíadas.

La periodicidad de cada cuatro años se ha mantenido siempre fija salvo por la cancelación de los Juegos (tanto de verano como de invierno) de 1940 y de 1944 por la Segunda Guerra Mundial, un lapsus tras el que se retomó la cita invernal en 1948 de nuevo en Sankt Moritz (sin la participación de Alemania ni de Japón por no ser invitados).

A partir de las siguientes ediciones se va imponiendo la idea de un logotipo como insignia de los Juegos Olímpicos, y década a década irá perdiendo fuerza la idea del cartel como elemento principal de difusión. Aunque sí es cierto que el cartel ha jugado un interesante rol a la hora de hacer pedagogía sobre estos Juegos, ya que con las series de carteles por competiciones se ha hecho mucho hincapié en los deportes que participan.

A partir de los Juegos de Invierno de Albertville (Francia) de 1992, el COI toma la decición de dejar de coincidir en año con los Juegos de Verano, y comienzan a alternar entre ellos cada 2 años, celebrando los de 1994 en Lillehammer (Noruega). Desde entonces ya no coinciden ni en país anfitrión ni en año de celebración.


El país que en más ocasiones ha organizado los Juego Olímpicos de Invierno ha sido Estados Unidos, con un total de cuatro, la última en 2002 en Salt Lake City. La cartelería desde entonces sufre una nostalgia que parece rememorar y retomar antiguos estilos de otras ediciones y también de posters publicitarios y turísticos del siglo pasado. Para la reciente imagen de Vancouver, el diseñador argentino Leo Obstbaum se encargó de dar este aire vintage con toques modernos a la edición de 2010. 

Rusia albergaba por primera vez los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014 en la ciudad de Sochi, una edición para la que el logo del que era la candidatura original tuvo que ser rediseñado por la agencia Interbrand por pecar de anodino, poco original e impersonal.

Este año, como decíamos al inicio, la surcoreana Pyeong Chang es sede de los Juegos Olímpicos de Invierno con un logo diseñado por Ha Jong-joo. Este logo es interesante desde el análisis cultural, así como las series artísticas conmemorativas de carteles.

Por último, terminando el año pasado se presentaba la marca oficial de la XXIV edición de los Juegos de Invierno, que se celebrarán en 2022 y cuya sede estará en Pekín. El diseño es de la china Lin Cunzhen y sintetiza, a partir de un estilo de formas muy actual que recuerdan a cintas al viento, la figura de un patinador y un esquiador con tintes festivos para recordar también que coincidirán con el año nuevo chino.

 Un transcurso histórico, el de las Olimpíadas, que deja un icono gráfico como los anillos de colores, símbolo de unión internacional, aguantando años y valores.

Noticias relacionadas