EL TINTERO / OPINIÓN

Domingo de R

Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa; Domingo de resaca tras las Fallas UNESCO 2016; Domingo de reflexión, la ex alcaldesa Rita Barberá se enfrenta a su ocaso político. Domingo de reconocimiento a la gran labor de miles de personas que trabajan incansablemente durante estas fechas para que todo salga bien

20/03/2016 - 

Domingo de Ramos. En este domingo donde desde Valencia miramos al mundo recuperando el sonido normal en la vida pública, tras días de estruendo constante y música incesante, comienza de manera formal otra de las fiestas más importantes en España por historia, tradición y presencia en muchas de nuestras ciudades y pueblos: la Semana Santa 2016. Los que conozcan la capital de Andalucía, además de EREs y otras causas pendientes, sabrán que allí los calendarios son una cuenta atrás que indica la llegada de la Semana de Pasión. En nuestra Valencia tenemos una maravillosa Semana Santa Marinera. Los Poblados Marítimos –Grao, Cabañal y Cañameral– celebran con recogimiento y respeto estos días trascendentales en el calendario cristiano.

Domingo de resaca. Las Fallas de la Unesco, las Fallas de 2016 han finalizado. En las últimas semanas algunos amigos me han comentado: “¿qué dirán ahora los agoreros que pensaban que con el cambio de gobierno todo sería distinto y todo ha salido igual o incluso mejor?”, refiriéndose al programa de actos festivos vinculados a las Fallas y a eventos como la Crida, las mascletas o la Ofrenda. Es oportuno matizar que los actuales representantes municipales llevan menos de un año ejerciendo su cargo, quiero recordar las palabras del Concejal y presidente de Junta Central Fallera, Pere Fuset, quien ante la pregunta de “¿qué le gustaría haber cambiado para estas Fallas y no ha podido?”, respondió elegantemente: “Aún queda mucho tiempo”. En este domingo de resaca fallera, tenemos mucho tiempo por delante para analizar y valorar como está siendo la gestión de nuestros concejales y cuál es la relación de éstos con la sociedad civil y sus variados representantes.

Domingo de reflexión. Esta fría semana de marzo tuvo como protagonista, de nuevo, a la ex-alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La actual senadora del PP ha seguido protagonizando muchos de los ninots en las Fallas 2016; pero la atención mediática la acaparó en la rueda de prensa que ofreció en la sede del PP valenciano, y donde una vez más se mostró tranquila sobre los presuntos casos de corrupción que acechan a sus compañeros concejales en el Ayuntamiento de Valencia. Habló, respondió con soltura a las preguntas de los periodistas y se fue a su lugar de trabajo, el Senado. Lo que no esperaba la señora Barberá era que acabaría el día expedientada por su partido y que La Razón, el diario más cercano al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, publicaría en portada el SMS que ésta le mandó al Vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo. Domingo de reflexión debería ser este día para Rita Barberá que se enfrenta a su ocaso político.

Domingo de reconocimiento. La ciudad durante una semana se sume en el caos más absoluto con cientos de actividades en los lugares más insospechados, y miles de turistas se dejan llevar por auténticas mareas humanas para presenciar espectáculos tan atractivos como los castillos de fuegos artificiales. Para que todo suceda dentro de la más absoluta normalidad trabajan sin descanso cientos de sanitarios, policías de los diferentes cuerpos de seguridad, protección civil, miles de trabajadores anónimos que montan y desmontan carpas y escenarios, voluntarios de Cruz Roja y un sinfín de colectivos. Sí, lo se, estas líneas suenan a tópico, a discurso de autoridad agradeciendo el trabajo de los “actores secundarios”, pero les aseguro que lo digo con la convicción de que es fundamental mirar con cercanía y gratitud al personal del servicio de limpieza que nos cruzamos a diario, a los policías locales y nacionales que garantizan nuestra seguridad y libertad, a los sanitarios que nos atienden una urgencia un domingo por la noche y a tantos profesionales anónimos que hacen de España uno de los países con mayor calidad de vida del mundo.

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