VALÈNCIA. Al menos dos de los aspirantes que aplicaron al concurso de director de Gestión Sanitaria que ganó el periodista Germán Temprano tenían experiencia en gestión sanitaria. Así se extrae del acta del procedimiento, donde se recoge la existencia de otros cinco candidatos que presentaron su candidatura al concurso público.
Este lunes Valencia Plaza publicaba el contenido de la memoria presentada por el que fuera alto cargo de la Conselleria de Sanidad y a la que este diario pudo acceder tras varias peticiones de información, un juicio y tres años de espera. Un documento que muestra que la entonces consellera de Sanidad, Carmen Montón, colocó a un asesor de prensa en un puesto que debía ocupar un perfil dedicado a la gestión sanitaria. Una decisión tomada a pesar de la existencia de candidatos más idóneos para el cargo.
Si bien es cierto que se trataba de un puesto de libre designación, esto solo significa que entre los candidatos mejores existe cierta discrecionalidad para elegir al que mejor se adapte al mismo. Sin embargo, Temprano accedió no solo con un currículum sin experiencia en gestión sanitaria, sino con una hoja de ruta que tan solo hablaba del ámbito periodístico en temáticas que iban de las notas de prensa a las intervenciones parlamentarias.
Una elección que se produjo a pesar de que entre los candidatos aparece, por ejemplo, un licenciado en Ciencias Empresariales en la Universidad de Alicante con estudios en Gestión Gerencial Hospitalaria por la EADA Business School. Un perfil que además tenía experiencia como director gerente del Hospital La Paz de Madrid, como director general en el Hospital General de València y director gerente del Hospital Clínica Benidorm.
Otro de los candidatos ya había sido director general de Asistencia Sanitaria en gobiernos anteriores, además de coordinador del Plan para la Mejora de la Atención Domiciliaria de la Agencia Valenciana de Salud. Especializado en Hospital a Domicilio, consta como coautor de publicaciones como Encuesta de Salud de la Comunidad Valenciana 1990-1991.
Aunque estos dos perfiles destacan por su trabajo en el ámbito de la gestión, en general el resto de candidatos tenían currículos más alineados con el puesto que el de Temprano, con experiencia como periodista en medios, empresas e instituciones como el Parlamento de la Comunidad de Madrid.
Por ejemplo, aparecía una médico adjunto del servicio de Medicina Física y Rehabilitación de La Fe o una médico de familia, que al menos tenían estudios con conocimientos sanitarios. Cabe recordar que los procesos dirigidos a la contratación de determinadas personas por parte de Sanidad ya se habían repetido en otras ocasiones con Montón en el marco de la libre designación, pero con perfiles más acordes al cargo por ocupar.
Para poder acceder al cargo se valoraban el currículum vitae, la memoria explicativa de las líneas fundamentales y objetivos a conseguir y, si se consideraba necesario, una entrevista. La trayectoria profesional y la memoria cobraron todavía más peso cuando la comisión consideró que, a la vista de los currículos y las memorias, la entrevista personal ni siquiera era necesaria.
Sin embargo, esta designación a dedo, con un sueldo el primer año de 49.103 euros brutos, encajaba nada con un puesto que demanda funciones como analizar la demanda asistencial y elaborar los indicadores de gestión de las instituciones sanitarias, estudiar las necesidades sanitarias para mantener niveles de calidad asistencial, gestionar protocolos, establecer la coordinación con los recursos socio-sanitarios y coordinar la prestación asistencial entre los distintos departamentos, entre otras.
Cabe recordar que el ex alto cargo recurrió que Valencia Plaza pudiera ver su currículum y su memoria aludiendo a datos de carácter personal y al derecho a la propiedad intelectual, cuestión que el Consell de Transparència desechó al considerar que se trata de un documento público. La institución recordó que éste refleja la labor que está desempeñando y, por lo tanto, el ciudadano tiene derecho a acceder a él para realizar un "control" de la actividad de los poderes públicos.
De hecho, la Justicia ya ha sentenciado que no todo vale en los procesos de libre designación. Cabe recordar que en abril de 2018 el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 8 de València anuló la resolución de Sanidad por la que se proveyó la plaza de director de Centro del Servicio de Emergencias Sanitarias de Valencia realizado con este procedimiento.
Una de las aspirantes alegó "falta de motivación" y "desviación de poder" en la selección del cargo, por lo que pedía anular el nombramiento y que se valoraran los méritos y memoria de los aspirantes. Fue entonces cuando el juez ordenó retrotraer el procedimiento al momento en el que se produjo el vicio invalidante y que pasaran a valorarse los méritos y la memoria, dictando una nueva resolución nombrando a quien corresponda.