VALENCIA. El antiguo varadero de la Marina Real ya está más cerca de tener ocupante. El Consorcio Valencia 2007, órgano gestor de las instalaciones de la Marina Real, ya ha abierto el primer sobre de licitación, en el que dos empresas, Nerida Blue SL e Innova Cruceros SL se disputarán la gestión del edificio, que tiene como destino albergar un restaurante.
La primera está relacionada con Gourmet Catering, empresa que también puso el foco en el Marina Beach Club y el Veles e Vents pero que finalmente optó por dirigir todos sus esfuerzos al Varadero. Esta compañía ya ha trabajado otros espacios como el Palau de Les Arts Reina Sofía o el Palacio de Congresos. Por otro lado, Innova Cruceros SL-Mundo Marino ya presta servicios en la dársena relacionados con la náutica.
Tras la apertura de estos sobres, falta hacer públicas las ofertas técnicas y económicas. Este concurso sigue adelante tras estar en duda con la llegada del que ahora es el nuevo director del Consorcio Valencia 2007, Vicent Llorens, a quien no le acababa de convencer la idea de que el antiguo varadero fuera destinado como recinto de otro restaurante, uso planteado durante el anterior gobierno pero que el actual había mantenido hasta su llegada.
Finalmente el tiempo se echó encima y la Abogacía del Estado y la Intervención de la Generalitat no dieron el visto bueno para cancelar el concurso sin causar perjuicios a empresas que quisieran presentarse ya que existían interesadas que estaban trabajando en los pliegos hechos públicos. Para Llorens, el antiguo varadero tenía usos más interesantes relacionados con la parte cultural e histórica como sede del museo naval que se está planteando en las antiguas drassanes.
El Antiguo Varadero se trata de uno de los espacios más reconocibles de la Marina y salió a concurso público para su explotación como negocio de restauración a finales de año. Se trata de un edificio protegido (nivel de protección 2) que data de principios del siglo XX.
El espacio en concesión ocupa dos parcelas. Una la que ocupa el edificio Varadero, con un una superficie de 446, 12 metros cuadrados y tres alturas y por otro lado la parcela frente al edificio, de 975 metros cuadrados. El plan especial permite una planta con una altura máxima de 6 metros, que el pliego rebaja a 4,5, con el fin de dar mayor realce al edificio protegido.
"Se contempla, además del uso principal de restauración, la posibilidad de que se planteen actividades complementarias, que deberán ser aprobadas por el Consorcio, comprendidas dentro del uso terciario, (comercial, oficinas y recreativo)", reza el pliego. El plazo de concesión se establece en 20 años y el canon mensual en 7.000 euros (IVA excluido), mejorable al alza.
En el proceso de reactivación de los edificios de la Marina, su icono, el Veles e Vents, cobrará vida a partir de junio con la entrada de Heineken y La Sucursal en su gestión. Será un espacio de constante paso, algo que no era habitual hasta ahora, donde se podrá desde ver una exposición de arte hasta tomar una cerveza.
De hecho, tendrá un programa cultural que estará disponible en la recepción del edificio. A esto se sumará una sala para presentaciones de libros, conferencias o microconciertos ya que tienen un acuerdo con Berklee. La primera planta será una cervecería con una oferta más enfocada a las tapas y hamburguesería y enfocado a los más jóvenes. En la segunda planta, se encuentran las aulas donde se dará formación mientras que en la tercera planta estará el restaurante La Sucursal.
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