Un innovador programa intergeneracional entre la residencia de mayores de Benetússer y el Centro Concertado Diocesano Nuestra Señora del Socorro refuerza la autoestima de los mayores y aporta valores a los jóvenes
VALÈNCIA. Con motivo del Día de la Mujer, Laura, Paula y algunas de sus compañeras y compañeros voluntarios del Centro Concertado Diocesano Nuestra Señora del Socorro de Benetússer han recibido una charla muy especial. María, Amparo y sus amigas de la residencia de mayores de Benetússer les han contado cómo era su vida cuando ellas eran jóvenes. Así, de primera mano, han conocido cómo vivían, cómo ha cambiado la situación de la mujer, las dificultades que ellas tuvieron y cómo les hicieron frente.
Vicky Beneyto.- Es uno de los talleres del Programa Intergeneracional 'Tercera-Jove' puesto en marcha entre la residencia de mayores de Benetússer, de titularidad pública y gestionada de manera integral por Clece, y el Centro Concertado Diocesano Nuestra Señora del Socorro de esta localidad. Un innovador programa, “que está siendo muy positivo para ambas partes”, comenta el director de la residencia, Antonio Montero. “Está creando vínculos entre residentes y estudiantes, está mejorando la autoestima de nuestros mayores, que se sienten más motivados y útiles y los jóvenes, que vienen de manera voluntaria y dedican unas horas de su tiempo libre a este proyecto, aprenden valores que se están perdiendo y conocen realidades distintas a las que están habituados”.
El objetivo es reunir a diferentes generaciones en un mismo espacio para fomentar el diálogo entre ellos y que exista un intercambio de conocimientos Dos generaciones separadas por más de setenta años, pero con mucho en común: el interés por aprender, por crear nuevos vínculos, por conocer realidades distintas a las propias. Por ejemplo, Laura es una estudiante que está disfrutando de una abuela que casi no pudo conocer. Amparo, que lleva muchos años sin poder ir a su pueblo, se emociona al poder visitarlo a través de internet. Paula está adquiriendo muchos conocimientos de la vida de María, una de las usuarias de la residencia como Amparo. María ha podido visitar la Torre Eiffel y la de Pisa en una tarde. “Ellas nos están enseñando los problemas que tenía una mujer para salir adelante, casi no podían estudiar, tenían muchas dificultades en la vida, pero lucharon y conocer sus historias es impactante. Nos encanta pasar tiempo con ellas”, comentan Laura y Paula. María Amparo y sus amigas se muestran muy ilusionadas por las visitas de estas jóvenes, “nos tratan con mucho cariño y se interesan mucho por nuestras historias” y les animan a que estudien “porque es muy importante para poder tener un buen porvenir”.
¿En qué consiste el programa? Desde diciembre hasta mayo, un grupo de 40 estudiantes de Nuestra Señora del Socorro comparten su tiempo con los 28 personas mayores de la residencia de mayores de Benetússer. Este tiempo se reparte entre dos grandes áreas. Por un lado, tres talleres de reminiscencia y conversación, basados en temas que forman parte de las asignaturas de los alumnos, y en los que también se han implicado de manera voluntaria los profesores: los medios de comunicación, la situación de la mujer ayer y hoy y la realidad escolar y laboral en los años 40-50. “Es interesante para todos. Los estudiantes conocen de primera mano lo que estudian en el instituto, reciben una pedagogía en valores, que se está perdiendo y consiguen una mayor sensibilización hacia la tercera edad. Además, vienen con muchas ganas. Y los mayores que están participando en los talleres se sienten muy motivados, más activos. Estas actividades les da mucha vida”, comenta Natalia Martínez, trabajadora social del centro.
Y por otro lado está la implicación voluntaria de los estudiantes en un Taller de Informática, donde los mayores están descubriendo las posibilidades de internet, y en las diversas actividades de la residencia: estimulación cognitiva, de lectura y escritura, psicomotricidad, manualidades, juegos de mesa, estimulación sensorial o acompañamiento en diversas salidas. “Aunque es pronto para hacer balance, podemos decir que los residentes se sienten muy motivados y esperan con ilusión tanto el participar en los talleres como la visita de los estudiantes”, afirma el director de la residencia, quien asegura que “viendo la buena acogida que ha tenido, nuestro objetivo es que el proyecto se consolide y se continúe haciendo año tras año, porque es muy beneficioso para unos y para otro”.
El programa fomenta el diálogo, el contacto y la relación intergeneracional y desde el principio ha contado con el respaldo de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, de la que depende la residencia. “Cuando les presentamos el proyecto les pareció muy interesante y nos animaron a ponerlo en marcha”, afirma Antonio Montero. Dos de los aspectos que más se valoran son que, por un lado, se consigue desmitificar los prejuicios que muchas veces los más jóvenes tienen de sus mayores y les aportar valores que se están perdiendo; y, por otra parte, se refuerza la autoestima de los mayores y se promueve un envejecimiento activo.
Además, con estos encuentros se busca una mayor sensibilización de los jóvenes hacia las personas mayores, demostrando cómo este colectivo puede transmitir sus aprendizajes de vida a las nuevas generaciones. Una iniciativa que con la que se fomenta que ambos se enriquezcan mutuamente, generando lazos de unión a través del trabajo en equipo. “El contacto entre diferentes generaciones resulta enriquecedor, por la transmisión de conocimientos y experiencias que se produce. Algo que tradicionalmente se ha dado en el ámbito familiar, pero los cambios en la sociedad hacen que este escenario sea a veces inexistente”.
Esta iniciativa forma parte de la filosofía de Clece Mayores de fomentar el envejecimiento activo de los mayores que tiene a su cargo. “El objetivo es establecer un espacio común entre las personas mayores y los jóvenes. Así nuestros residentes consiguen reforzar sus capacidades cognitivas y se potencia su sentimiento de utilidad”. Y para ponerla en marcha contaron con el apoyo decidido de la psicóloga del Centro Concertado Diocesano Nuestra Señora del Socorro, Mª Jesús Torres, quien destaca las ganas y la implicación de los alumnos, lo que demuestra que “ambas partes tienen mucho que dar y mucho que recibir”.
A través de la división de Servicios Sociales, Clecé gestiona tres residencias de titularidad pública en la Comunitat Valenciana (Elche, Tuéjar y Benetússer), donde ofrecen atención personalizada e integral. Todas ellas destacan por la innovación en las distintas actividades pensadas para promover un envejecimiento activo y mejorar la calidad de vida de los residentes.
La compañía organiza por segundo año consecutivo Clece Emplea, un proceso de selección online en el que se entrevistará por videoconferencia a más de 2.500 personas candidatas para optar a cerca de 2.000 puestos de trabajo, de los cuales 181 son en la Comunidad Valenciana