La rotundidad del presidente del Banco Central Europeo (BCE) sorprendió al mercado al anunciar nuevas medidas de estímulo monetario para combatir la deflación -como la posible ampliación del QE-, lo que disparó las bolsas de la Eurozona
FRÁNCFORT (EP). La rotundidad con la que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha señalado en el calendario la reunión del Consejo de Gobierno de la institución del próximo 3 de diciembre con vistas a la posible ampliación de las medidas de estímulo de la entidad ha sorprendido al mercado, que no había descontado completamente que el banquero volviera a ejercer de 'SuperMario'.
"Desde hace semanas se venía especulando con la idea de que podría tomar nuevas medidas expansivas", apunta el estratega de mercados de IG, Daniel Pingarrón, aunque el experto considera que "el mercado no había descontado de forma visible ningún anuncio concreto".
"Pese a que se esperaba un lenguaje prometedor en cuanto a la posibilidad de asistir a más estímulos, el mensaje que se ha transmitido ha superado claramente las expectativas, teniendo mucha más contundencia de lo que se preveía", añade.
Prueba de ello es la reacción inmediata del euro en su cotización frente al 'billete verde', que tras las palabras de Draghi apuntando a diciembre como el momento para revisar la posición del BCE, se desplomaba un 1,6% y bajaba hasta los 1,11 dólares, registrando su nivel más bajo desde el pasado 2 de octubre.
En este sentido, Marilyn Watson, desde BlackRock, destaca que las palabras de Mario Draghi "abren una posibilidad real de más QE o de un recorte del interés de la facilidad de depósito en diciembre".
Por su parte, desde M&G Investments Anthony Doyle subraya el tono "muy pesimista" del banquero italiano durante la rueda de prensa que constata que el BCE "sigue preocupado por el ritmo de la recuperación en Europa", además de la incertidumbre sobre las economías emergentes.
En cuanto a las posibles medidas que el BCE puede adoptar en diciembre para ampliar el alcance de sus estímulos, Barclays opina que la entidad apostará por extender la duración del programa de compras entre 6 ó 9 meses adicionales, hasta marzo o junio de 2017, así como probablemente elevar el importe mensual de sus compras desde los 60.000 millones de euros actuales.
Por otro lado, los analistas del banco británico no cierran la puerta a una futura decisión del BCE de rebajar nuevamente el interés para la facilidad de depósito, actualmente establecido en el -0,20%, aunque esta posibilidad no forma parte de su escenario base y creen que podría aplazarse a 2016 y como respuesta a una hipotética decisión de la Reserva Federal (Fed) de no iniciar la normalización de los tipos en EEUU, lo que podría suponer una apreciación del euro.
A este respecto, Daniel Pingarrón añade que una potencial rebaja del interés aplicado a la facilidad de depósito del BCE, que el banco central cobra a las entidades por la liquidez que diariamente depositan en su cuenta, "tendría como principal efecto el aumentar el espectro de bonos que pueden ser adquiridos por la entidad", ya que el BCE decidió no comprar deuda cuya rentabilidad fuera inferior a la marcada por el tipo de la facilidad de depósito, dejando así fuera a los vencimientos más cortos emitidos por países como Alemania.