VALÈNCIA (EP). La edad media efectiva de jubilación en España superó en 2023 por primera vez en un cierre de año los 65 años al situarse en 65,1 años, frente a los 64,8 años de 2022 ó los 64,7 años de 2021, según datos aportados por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, en sus redes sociales.
Por modalidades de jubilación, los datos de Seguridad Social reflejan una edad media efectiva de 63,2 años para las jubilaciones anticipadas, frente a los 63 años de 2022 ó los 62,3 años de 2018.
Para las jubilaciones con la edad ordinaria, la edad real de jubilación, en valores medios, fue de 66 años, máximo de la serie. En 2022, ésta fue de 65,9 años y en 2018, de 65,7 años.
En el caso de las mujeres, la edad efectiva de jubilación se situó en una media de 65,5 años en 2023, por encima de los 65,3 años de 2022. Las mujeres llegaron ya en 2019 a una edad real de jubilación de 65 años y han ido subiéndola progresivamente hasta alcanzar los 65,5 años en 2023.
En los hombres, la edad media efectiva de jubilación es más baja que en las mujeres. En 2023, la de los varones fue de 64,7 años, por encima de los 64,5 años de 2022, pero sin alcanzar todavía esa cota de los 65 años de media.
En el informe de proyecciones de gasto en pensiones que publicó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para cumplir con el Plan de Recuperación, el Gobierno estima que la edad media de jubilación subirá 1,6 años en 2050, hasta situarse en torno a los 65,5 años, como consecuencia de los incentivos incluidos en la reforma de pensiones para fomentar el retraso del retiro y de la eliminación de las cláusulas de jubilación forzosa de los convenios colectivos.
El número total de personas que accedieron a la jubilación el año pasado fue de 326.949, cifra inferior a la de 2022 (327.872 jubilaciones) y también a la de 2018 (328.159).
Del total de altas de jubilación en 2023, la Seguridad Social contabilizó 112.032 jubilaciones anticipadas, un 8,3% menos que en 2022 y un 21,1% por debajo de la cifra de 2018, cuando superaron las 142.000.
El resto de altas registradas el año pasado, esto es 214.822, fueron para jubilaciones ordinarias, un 4,5% más que en 2022. Dentro de ellas, 221 fueron jubilaciones parciales sin contrato de relevo, cifra muy similar a la de 2022, y 26.487 fueron jubilaciones demoradas, un 50% más que en 2022.
En porcentaje sobre el total de altas, las jubilaciones demoradas prácticamente se duplicaron en 2023, llegando a suponer un máximo del 8,1% sobre, frente al 5,4% de 2022, gracias a los nuevos incentivos de demora incluidos en la reforma de pensiones.
En concreto, esta reforma incluyó dos tipos de incentivos para quienes deciden retrasar voluntariamente su jubilación más allá de la edad legal, consistentes en un porcentaje del 4% adicional sobre la cuantía de la pensión correspondiente o una cantidad a tanto alzado que se abona en un pago único.
Inicialmente, ambos tipos de incentivos no podían compaginarse, pero desde el 18 de mayo de 2023 ya se pueden combinar a elección del interesado.
Por su parte, las jubilaciones anticipadas representaron el año pasado un tercio del total de las altas, en concreto un 34,3%, cuando en 2018 superaban el 43%.
"Las medidas que se han puesto en marcha y la sustancial mejora del mercado laboral, contribuyen a reforzar el sistema público de pensiones", ha destacado Suárez en sus redes sociales.