VALÈNCIA (EP) El confinamiento de las familias en sus casas las ha hecho mucho más dependientes de la tecnología digital, tanto para acceder al teletrabajo como en las alternativas de ocio, relaciones sociales y formación académica. Sin embargo, aunque el 90% de los hogares de la Comunitat Valenciana tiene acceso a Internet, el 32,8% de la población entre 16 y 74 años tiene "habilidades digitales bajas".
Así se desprende del estudio 'El equipamiento digital de los hogares valencianos y los retos del Covid-19' elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, el séptimo que informe que realiza IvieExpress sobre el impacto del coronavirus y que en esta ocasión firman los investigadores Laura Hernández y Francisco Pérez.
El documento señala que las limitaciones son menores en las habilidades relacionadas con la búsqueda de información digitalizada y la comunicación, pero son más importantes en lo que se refiere a la resolución de problemas informáticos y, sobre todo, el manejo de software.
Muchas personas se encuentran "limitadas" cuando se ven obligadas a aumentar el uso de las aplicaciones tecnológicas para el 'teletrabajo', la compra online, los trámites administrativos o la educación, advierte el estudio.
El acceso de las familias a los servicios de telecomunicación digital en la Comunitat Valenciana es muy amplio y poco limitativo: un 98,8% de los hogares dispone de teléfono móvil, un 90,6% de acceso a Internet, un 80% de ordenador de cualquier tipo --incluidos netbooks, tabletas o portátiles, etc.--, unos porcentajes similares al conjunto del país, del 98,5%, 91,4% y 80,9%, respectivamente.
No obstante, las dotaciones de equipos digitales en los hogares no ofrece la misma capacidad de uso a hogares con distinto tamaño, pues aunque el número de teléfonos móviles y ordenadores suele aumentar con el número de miembros del hogar, la dotación por persona suele ser menor en los hogares más grandes, aquellos en los que viven familias con hijos.
Según el número de miembros del hogar que haya de compartir los equipos --para teletrabajar o acceder a los recursos educativos-- "los dispositivos resultan más o menos escasos", apunta el Ivie.
En este sentido, si ya antes de la crisis sanitaria el nivel de ingresos de los hogares incidía en disponer de conexión a Internet y ordenador, ahora esas limitaciones pueden obligar a los miembros de ciertas familias a "competir por el uso de los equipos para teletrabajar y para estudiar". El resultado es una brecha digital entre los estudiantes que amplía la socioeconómica ya existente, avisan los investigadores.
En cuanto a las habilidades digitales de los valencianos, el informe del Ivie las agrupa en cuatro categorías: el manejo de información digital, la comunicación digital, la resolución de problemas digitales y las habilidades informáticas.
Contemplando en conjunto estas dimensiones, un 55,4% de los valencianos dispone de habilidades digitales básicas o avanzadas, un 32,8% tiene habilidades bajas (inferiores a las básicas), un 1,6% no tiene ningún tipo de habilidades y un 10,3% nunca se conectó a Internet o no lo hicieron en los últimos 3 meses. Según estos datos, la situación valenciana es, en este sentido, muy similar a la media española.
En el manejo de información en entornos digitalizados, un 72% de los valencianos posee habilidades avanzadas y un 10,3% habilidades
básicas. Así pues, casi tres de cada cuatro valencianos disponen de habilidades avanzadas en el manejo de información digitalizada.
En concreto, en habilidades en comunicación digital --envío y recepción de correo electrónico, participación en redes sociales, realización de llamadas telefónicas o video llamadas a través de Internet y subida de contenido propio a alguna página web para ser compartido-- el 65% de los valencianos tiene habilidades avanzadas y un 17,8% de habilidades básicas.
En cuanto a capacidad de resolución de problemas en entornos digitales, un 60,2% de personas en la Comunitat Valenciana tiene habilidades avanzadas en este ámbito y un 17% habilidades básicas. En este punto hay que diferenciar dos bloques de tareas: uno que comprende la transferencia de ficheros entre ordenadores o dispositivos, la instalación de software y aplicaciones y el cambio de la configuración de cualquier tipo de software, y otro que engloba las compras o ventas online, utilización de recursos de aprendizaje online y banca a través de Internet.
La última dimensión contemplada valora las competencias informáticas en el manejo de software. Considera actividades básicas el manejo de software de procesamiento de texto, hojas de cálculo o programas de edición de fotos, vídeo o audio, mientras califica de avanzadas la creación de presentaciones o documentos que integren texto, imágenes, tablas o gráficos; manejo de funciones avanzadas en las hojas de cálculo o escribir en algún lenguaje de programación. En estos aspectos, un 41,1% de los valencianos tiene habilidades avanzadas y un 15,3% habilidades básicas.
En este contexto, el Ivie resalta la importancia que han adquirido el equipamiento y, sobre todo, las habilidades digitales y señala que esto "debe ser aprovechado por las familias valencianas para mejorar en ambos sentidos".
Además, subraya la necesidad de desarrollar iniciativas públicas para paliar las carencias de dotaciones digitales de las familias sin recursos y evitar que los niños y jóvenes pierdan las posibilidades del aprendizaje a distancia y reducir brechas digitales entre la población, que contribuyen a ampliar las desigualdades socioeconómicas existentes.
